Mercadona aprovechó la rebaja del IVA para subir sus precios y usa la vuelta del impuesto para justificar una nueva subida
El 1 de octubre los alimentos conocían el final de la rebaja del IVA iniciada en 2023. Mercadona abría sus puertas con una nueva subida de precios y carteles inculpando de ella al retorno gradual del impuesto
La cadena de supermercados más grande del país eligió trasladar el coste de la vuelta progresiva del IVA a sus clientes. Junto a DIA, Mercadona ha protagonizado este mes el mayor aumento de precio en sus productos, de casi un 2% según El Confidencial. La marca valenciana ha saltado a las redes por llenar sus establecimientos con carteles que achacaban el encarecimiento de los alimentos al retorno del impuesto.
En enero de 2023 se aplicó una rebaja temporal del IVA de los alimentos para combatir los efectos de la inflación sobre la cesta básica. En diciembre de ese año, FACUA-Consumidores en Acción advirtió que el 53% de los precios con IVA rebajado habían subido respecto a enero. Más tarde, a principios de 2024, el mismo grupo publicó un detallado informe de la evolución del precio de una treintena de productos de este tipo. Destacaba el aumento en el aceite de oliva virgen extra (69%), en la bandeja de fresas (52%), en las patatas (31%) y en las frutas y verduras en general. A raíz del informe, FACUA instó al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 a comenzar una investigación contra las principales cadenas, sospechosas de haber inflado artificialmente los precios para engordar los beneficios obtenidos de productos de primera necesidad.
El año 2023 cerró así con una cesta de la compra mucho más cara a pesar de la rebaja del IVA y con una pérdida para las arcas públicas de alrededor de 2.000 millones de euros, según el secretario general de FACUA, Rubén Sánchez. Pero, a río revuelto, ganancia de pescadores. Mercadona cerró el año con un incremento récord del 40% de sus beneficios sobre el curso anterior. El dueño de la cadena, Juan Roig, vio también aumentadas sus ganancias personales respecto al ejercicio anterior alcanzando los 120 millones entre su sueldo y dividendos.
Roig es presidente y máximo accionista de Mercadona lo que lo convierte en la tercera fortuna más grande de España, por delante por ejemplo de la de Amancio Ortega, según datos de 2020. Aunque no aparece mucho públicamente ni concede entrevistas, es conocido por patrocinar equipos de fútbol y eventos culturales, por su historia de emprendimiento ensalzada en revistas y podcasts, por aparecer en los “papeles de Bárcenas” en 2013 o por ser señalado por los sindicatos que protestan contra las condiciones laborales en sus supermercados. Sin caer en el mito del hombre hecho a si mismo ni romantizar su figura es de reconocer que en los últimos meses el presidente de Mercadona, o bien su departamento de márquetin, han llevado ejecutado dos estrategias bastante inteligentes.
La primera ocurre el pasado agosto, cuando Mercadona rompe su norma general de discreción mediática para protagonizar el trend de las piñas. Esta moda pasajera, que recorrió antes las portadas que los feeds de TikTok, consiguió llenar los supermercados y beneficiar a la marca con una oleada de publicidad favorable que ocupó el espacio público a la vez que salía la noticia de que FACUA reclamaba ante la CNMC una investigación sobre los precios del aceite en las principales cadenas. Mercadona consiguió así que la acusación de la asociación, fundada en un seguimiento de 13 meses durante los que encontraron indicios de pactos en los precios del aceite de oliva, el bien más encarecido estos años, no alcanzara ni un sólo micrófono o altavoz al tenerlos a todos ocupados con piñas bocabajo y trucos para ligar en el pasillo de los vinos.
La segunda estratagema es a la que asistimos este mes de octubre. Tras haber subido los precios durante la rebaja del IVA terminando el año con beneficios récord, aprovechan el retorno del impuesto para librarse de culpas y justificar una nueva subida. Pareciera que la directiva de Mercadona se ha acostumbrado a cobrar la parte que correspondía al estado y no están dispuestos a volver a la proporción anterior, si el impuesto quiere regresar tendrá que añadirse a las nuevas tarifas y toda la clientela del mayor supermercado sabrá que este incremento venidero es culpa del gobierno. Aunque aún está por ver si esta jugada será tan efectiva como la anterior, no cabe duda de que es igual o más maquiavélica.
