El 54% de los españoles apoya una República frente al 42,5% que apoya la monarquía, según Electomanía
Se trata de una tarea muy complicada el poder predecir cuánto tiempo de vida le queda a la monarquía en el Estado español. Mientras los dos grandes partidos del régimen sigan controlando la mayoría parlamentaria, pocos avances podremos esperar que se den hacia un cambio en la forma de Estado en España. Incluso el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) lleva desde 2015 sin incluir en sus encuestas la valoración sobre la monarquía, después de que Felipe VI suspendiera con un 4,34 sobre 10 ese mismo año, la primera y última vez que se realizó la pregunta desde que tomó posesión como rey.
El debate entre monarquía y república, sin embargo, sí parece estar decantándose en un sentido mucho más evidente para la sociedad española, cuyo apoyo a un cambio de régimen aumenta cada año. El foro de actualidad política Electomanía nos revelaba en una encuesta realizada el pasado 4 de octubre que entre los españoles ya hay un 54,1% de ellos que prefieren un régimen republicano frente a un 42,5% que todavía defiende la actual monarquía.
El estudio que realiza el foro arroja diversos datos con los que se puede seguir la evolución del apoyo que han recibido ambos tipos de regímenes desde 2019 hasta 2024. Como indica el gráfico, en los últimos 5 años han sucedido tres momentos clave donde el apoyo mayoritario viró hacia una tendencia más republicana o más monárquica. El único de ellos que significó un mayor apoyo a la monarquía fue el comunicado de la Casa Real criticando la actitud de Juan Carlos en septiembre de 2019. Desde ese momento, existe una tendencia a la baja que se ha mantenido constante hasta octubre de 2024 entre aquellos que prefieren una jefatura de Estado monárquica y no civil. Por otro lado, los partidarios por un régimen republicano no dejan de aumentar desde finales de 2020.
Si observamos el apoyo atendiendo a los partidos que votaron los encuestados, los resultados de Electomanía mantienen la lógica tradicional y demuestran que son principalmente las fuerzas conservadoras las que ejercen una mayor defensa del régimen monárquico. Unión del Pueblo Navarro (UPN), PP, Vox y Coalición Canaria (CC) son los partidos cuyos votantes se sienten más próximos a una España monárquica, con un 88,8%, 83,2%, 81,2% y 67,8% de apoyo, respectivamente. El partido Se Acabó la Fiesta (SALF) de Alvise sería el último de los partidos cuyos votantes prefieren la monarquía (55,5%), aunque por un estrecho margen, pues un gran porcentaje se inclina por un sistema republicano (33,8%) y otro 10,5% no se posiciona por ninguno. En el lado opuesto de la balanza se sitúan el resto de partidos, los progresistas y los nacionalistas (de izquierda y derecha). A la cabeza del republicanismo se sitúan los nacionalistas catalanes de CUP, con un 99,6%; lo siguen de cerca Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con un 99,4%, Podemos (98,7%) y el partido regionalista gallego BNG (97,7%). Otras fuerzas que optarían masivamente por el cambio de régimen según la encuesta son EH Bildu, Junts y Sumar, que comparten el porcentaje de 96,6%.
El último gráfico relevante trata la cuestión de la Monarquía/República a nivel geográfico. Echando un vistazo rápido al mapa, vemos que las comunidades autónomas que favorecen el paso a la república serían Catalunya y País Vasco. Otras regiones donde también prevalece un apoyo mayoritario al cambio en la forma de Estado serían Andalucía (con la excepción de la provincia almeriense), Zaragoza, Asturias y las provincias occidentales de Galicia, A Coruña y Pontevedra. Las comunidades que sostendrían con más fervor la monarquía de los Borbones son las dos Castillas, Murcia y La Rioja.
En una encuesta del día anterior, Electomanía también revelaba que el 64,6% de los españoles apoyaba la celebración de un referéndum para decidir la jefatura de Estado de España, entre monarquía y república, lo que demuestra la cada vez mayor conciencia republicana que hay entre los ciudadanos españoles y la esperanza de poder dejar en el pasado una institución medieval que las élites políticas de España quisieron conservar tras el restablecimiento de la democracia en 1978.