Presupuestos

El Gobierno llevará los presupuestos al Congreso sin tener los apoyos para presionar a los partidos de la investidura

La vicepresidenta Teresa Ribera y la portavoz Pilar Alegría en La Moncloa — Jesús Hellín / Europa Press
En Moncloa cuentan con tener que volver a prorrogar los PGE de 2023

Antes de que el Gobierno se tomara las vacaciones más largas de los últimos años, con casi un mes sin celebrar el Consejo de Ministros, vio cómo la votación del techo de gasto, paso previo a poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado, decaía en el Congreso por el voto en contra de Junts. Tras el acuerdo de investidura de Salvador Illa, resulta complejo pensar que la formación que dirige Puigdemont vaya a cambiar de criterio.

Conscientes en el Ejecutivo de la dificultad que puede entrañar aprobar los PGE en tiempo y forma, y asumiendo que lo más probable a día de hoy es que tengan que prorrogar las cuentas, en Moncloa y Ferraz parecen optar por una nueva estrategia para el inicio de curso. Según informa eldiario.es, uno de los medios más cercanos al PSOE junto a El País, los de Sánchez van a meter presión a los grupos parlamentarios para que se aprueben los PGE.

La ministra portavoz, Pilar Alegría, expresaba el martes en rueda de prensa del Consejo de Ministros la intención del Gobierno de aprobar las cuentas y recalcaba que “entrará también en juego la responsabilidad del resto de grupos políticos”. Esa frase subraya una intencionalidad clara del Gobierno de cara a los próximos meses, que consiste en hacer caer la responsabilidad de la aprobación de PGE en los grupos parlamentarios que hicieron posible la investidura.

Según la pieza de eldiario.es, “en el propio Ejecutivo reconocen que el 'Plan A', el de negociar, tramitar y aprobar las nuevas cuentas en otoño para que estén en vigor el 1 de enero, es ya, a día de hoy, una quimera”, por lo que cabe pensar que el hecho de intentar presentar las cuentas no tiene tanto como objetivo que sean aprobadas si no evitar desgaste del ejecutivo.

De este modo, y con la previsible ayuda de sus brazos mediáticos, el Gobierno intentará evitar el desgaste que supone el hecho de no contar con apoyos en el Congreso para aprobar las cuentas y diferentes textos legislativos. No es la primera vez que el Gobierno ve cómo pierde votaciones en sede parlamentaria este año y ante la posibilidad de que el escenario se repita, desde Ferraz y Moncloa intentarán descargar las responsabilidad en los socios.