Monarquía

Injurias a la Corona: El delito por el que Hasél fue condenado por decir que el rey pagaba con dinero público a sus amantes

Raúl Terrel / Europa Press

Las fotos publicadas por la revista neerlandesa Privé que confirman la relación entre Juan Carlos I y Barbara Rey vuelven a poner el foco en el delito de injurias a la Corona

A ver si voy a ser yo el culpable de que el rey financie sus cacerías con dinero público y a sus amantes", decía Pablo Hasél durante su juicio por injurias a la Corona y enaltecimiento al terrorismo en 2018. Un alegato que, a pesar de haber sido dicho hace seis años, cobra más importancia que nunca tras la revelación de las fotos del emérito junto con la vedette. Hasél fue condenado a pagar 10.800 euros por injuriar al rey, o más bien, por decir la verdad. El rapero tuvo que pagar varias multas por afirmar un hecho, que el rey utilizaba dinero público para agasajar a sus amantes. No solo usó el dinero de los contribuyentes, sino que también recurrió al Centro Nacional de Inteligencia para sobornar a la actriz e impedir la publicación de aquellas imágenes. Entre veinticinco y treinta millones de pesetas (180.000 euros) es la cifra del supuesto soborno que Barbara Rey niega haber recibido.

Servicios de inteligencia y fondos públicos para encubrir las actividades extramatrimoniales del antiguo jefe del Estado, y toda una maquinaria política y judicial para criminalizar a todo aquel que afirme lo evidente. Otra víctima destacada del delito de injurias a la Corona fue el acalde de Puerto Real (Cádiz), José Antonio Barroso, de Izquierda Unida. En junio de 2009, el entonces juez Fernando Grande-Marlaska condenó a Barroso a pagar 6.840 euros por calificar al rey de “corrupto”. Marlaska consideró en aquel momento “desproporcionado” el “ataque” del alcalde hacia el jefe del Estado y rechazó archivar la causa. La condena y el juicio mediático provocaron que, en las elecciones de 2011, Barroso, que llevaba 28 años en el Ayuntamiento de Puerto Real, pasara a ser la cuarta fuerza política con tan solo dos concejales.

El delito de injurias no es la única forma de silenciar a los críticos de la monarquía. La censura y el despido, sobre todo de periodistas, también son herramienta del poder político para acallar la disidencia. Que se lo digan a Jesús Cintora, despedido de Cuatro y RTVE por presiones políticas. El periodista, caracterizado por denunciar la corrupción tanto monárquica como política, ha sido censurado y vetado en varios medios de comunicación. 

Además de las imágenes, este martes conocíamos, gracias a la revista francesa Point de Vue, la futura publicación de las memorias de Juan Carlos I. Ocupan más de 500 páginas y recibirán el nombre de Reconciliación. El título del libro hace referencia al período de la Transición, del que se enorgullece el emérito. El padre de Felipe VI ha justificado la publicación de estas memorias con la siguiente frase: “Tengo la sensación de que me están robando mi historia”.