El cierre de Laura Arroyo

Netanyahu indetenible #ElCierre

Bombardeos, colonización, ocupación, invasión, hambre, muerte, desesperación. No es el rostro de Oriente Medio el que está cambiando, sino el del mundo entero

Algunas mañanas es difícil encontrarle el ángulo preciso a este momento de El Tablero. Tal vez porque siento que ya no sé cómo decir más contundentemente lo que quiero decir. La palabra ‘genocidio’ ha dejado de parecerme precisa. Ahora la siento pequeña. Casi me parece insuficiente. Y ya sabemos que cuando las palabras, incluso las que en su día describen a la perfección un contexto, dejan de ser útiles es porque algo pasa en nuestra comunidad de sentido. Ese ‘genocidio’ que denunciamos a diario y nos avergüenza cómo humanidad nos empieza a robar las palabras.  “Y por eso, a lo mejor, puede servir otra estrategia”, me digo. Porque no sé ya cómo se puede gritar en contra de la hipocresía y la complicidad de Occidente con su mejor resultado: Netanyahu. Me limitaré entonces a hacer una fotografía verbal de la pesadilla. Quién sabe si así queda claro.

Israel ha bombardeado tres países en menos de 72 horas. Tres países en menos de 72 horas.

Uno: múltiples masacres en 48 horas en Gaza. La cifra total ya asciende a 41.586 asesinados según el conteo oficial que, como sabemos, es sólo una limitada perspectiva. ¿Cómo se cuentan las extremidades destrozadas que siguen bajo los escombros? Hay lugares a los que nunca llegan las cifras oficiales. Aun así, se reportan 52 asesinados y 118 heridos. Ataque en Al-Maghazi & Nuseirat (Centro de Gaza): redadas aéreas y bombardeo a áreas residenciales dejan dos asesinados y múltiples heridos. Este de Al-Maghazi: drones del estado de apartheid abren fuego contra la población palestina, 1 asesinado. Al-Maghazi-Calle Burjei: bombardeo, 1 asesinado. Cercanías del campo de Nuseirat: bombardeo en la calle Salah al-Din, 1 asesinado. Al-Zeitoun (sureste de la ciudad de Gaza): un ataque causa notorios daños, no hay reportes oficiales de posibles asesinados; esto no es un consuelo. Al-Sira (Sur de la ciudad de Gaza): caen bombas sobre la ciudad, no hay reportes oficiales aún de posibles asesinados. Khan Younis (Sur de Gaza): artillería dirigida al vecindario de Al-Manara ha causado la destrucción de la zona.

Tal vez así, me digo, contando los lugares donde la ferocidad israelí ha destrozado todo, nos hagamos una mejor idea de lo que significa esa palabra que hoy parece tan pequeña: ‘genocidio’.

Dos: Líbano. Al menos 33 personas asesinadas y centenares de heridos por los ataques aéreos de Israel.  La campaña de bombardeos de Israel ha sido en todo el Líbano, con una oleada de nuevos ataques intensos sobre Beirut, el valle de Bekaa y el sur del Líbano, en particular el distrito de Tiro. La cifra de asesinados varía todavía, pero hay otras que no: un millón de personas están actualmente desplazadas, incluidas 600.000 del sur del Líbano y 400.000 residentes del congestionado suburbio Dahiyeh de Beirut. Un millón de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares por los intensos ataques aéreos israelíes. Hablamos del 20% de la población del país. El primer ministro de Líbano declaró que su país podría estar asistiendo a la mayor oleada de desplazamientos de su historia. Mientras tanto, Israel avanza indetenible. Las Fuerzas de Defensa anunciaron que atacarían infraestructura clave a lo largo de la frontera entre Siria y el Líbano para impedir que Hezbolá adquiera y mueva armas; el ejército israelí, además, ha anunciado que planea continuar sus operaciones en los próximos días: han dicho que "hay más capacidades para socavar a Hezbolá y más sorpresas que estamos preparando". El Primer Ministro Netanyahu y los funcionarios israelíes han afirmado que están decididos a destruir Hezbolá y destruir toda su capacidad militar. Mientras tanto, Joe Biden y Kamala Harris aplauden la operación en que asesinaron a Hasán Nasrallah por considerarla una “medida de justicia”. Les importa un pepino que en Oriente Medio la guerra parezca ya ser total e irreversible y que su protegido, Israel, esté cometiendo un genocidio. Les importa tan poco que ya ni nombran Gaza. Se limitan a decir que tienen un “inquebrantable compromiso con la seguridad de Israel”.

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Tres: Yemen. Caen bombas en Yemen y con ello hablamos de tres países bombardeados en una semana por Israel. Las cifras que siempre dan a la baja, son igual sangrantes: 1500 asesinados en tan sólo una semana. Luego de esto, Netanyahu avisa que se viene algo peor. Advierte a Irán de un “golpe duro”. Si esto no es duro, ¿qué clase de infierno nos espera?

Y esta es la radiografía del fin de semana, estimados amigos de El Tablero. ¿No sienten que la palabra ‘genocidio’, de pronto, se ha quedado corta? Habrá que crear una nueva palabra para el momento de inhumanidad que estamos atravesando porque horas antes de esta foto fija del terror que les he descrito, estuvo el genocida en la Asamblea de la ONU. Tuvo un micrófono a su disposición y los oídos atentos de algunas delegaciones que aceptaron validar ese esperpento. La española, por supuesto, estuvo atenta a sus palabras en lugar de tener un mínimo gesto de decencia y retirarse del recinto. Me pregunto entonces, ¿no sienten que la palabra ‘hipocresía’ también nos queda corta?

Bombardeos, colonización, ocupación, invasión, hambre, muerte, desesperación. No es el rostro de Oriente Medio el que está cambiando, sino el del mundo entero. Una cicatriz de sangre inocente avalada por las palabras que nuestros representantes han decidido vaciar de contenido en los foros inútiles a los que asisten. Porque a Netanyahu le dieron un micrófono cuando lo que merecía es que entraran a apresarlo las entidades pertinentes para juzgarlo por todos estos crímenes. Estuvo ahí y ninguno de ustedes hizo nada. El rostro del mundo ha cambiado y no hay palabras que puedan maquillar la monstruosidad. Hasta mañana.


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