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Chupas y Parkas: Una exposición que redescubre un fenómeno social incomprendido

El Museo de Antropología de Madrid acoge hasta finales de septiembre una muestra denominada ‘Chupas y Parkas’ sobre dos de las subculturas urbanas más icónicas del siglo XX en Gran Bretaña y Europa, que no dejaron de tener una notable proyección en España en los primeros años 80 y que reflejaban un innegable conflicto social en la Inglaterra de los 60

Fue, visto con la perspectiva del tiempo y desde un mirada absolutamente desprejuiciada, algo más que una mera confrontación entre tribus urbanas o bandas de delincuentes o marginados juveniles, aunque alguno de esos ingredientes también atravesara en parte aquel fenómeno. La histórica guerra entre mods y rockers, tan certeramente relatada en la película de los Who basada en su ópera rock ‘Quadrophenia’ que alcanzó su culmen en el enfrentamiento entre ambos colectivos en la primavera de 1964, hace 60 años en la playa de Brighton, es ahora el telón de fondo de una exposición fotográfica sumamente interesante que muestra motocicletas, prendas de vestir, complementos, fanzines, fotos o discos de ambas tribus que hasta el próximo 22 de septiembre podrán verse en esta interesantísima exposición.

Es posible que si se analiza este fenómeno desde una mirada meramente superficial, pudiera parecer que no tiene contenido ni significado más allá de una controversia meramente estética o de preferencias musicales proyectadas sobre un intento de reafirmación personal a través de la pertenencia a un colectivo. Nada más alejado de la realidad: cada cultura o cada subcultura, aunque sea desde un ángulo no siempre necesariamente político o ideológico, siempre refleja las contradicciones y las expresiones más sobresalientes de la sociedad en la que se desarrolla y en ese contexto, tal y como afirmaba Lenin en su conocido texto ‘La organización del partido y la literatura de partido’.

Dicho de otra manera: las expresiones más básicas y genuinas de la cultura e incluso de las subculturas populares informan el sentido de lo que debe ser la expresión cultural más genuina de un proceso de transformación revolucionaria, incluyendo a sus subculturas, que siempre reflejan un síntoma de las contradicciones inherentes a cualquier sociedad en conflicto, como es en esencia toda sociedad capitalista.

Los Rockers vestían cazadoras de cuero negras, vaqueros, camisetas y conducían motocicletas Triumph. Las chicas Rockers llevaban un estilo muy similar, optando algunas de ellas por pantalones capri negros ajustados, tacones altos y peinados en forma de colmena

Esta afirmación encuentra un ejemplo de su veracidad en la rivalidad entre Mods y Rockers, dos subculturas juveniles británicas enfrentadas en los 60  cuya mera existencia provocaron en la Inglaterra de aquellos años una suerte de pánico moral hacia una juventud británica cuyos mayores veían ahora entre la incomprensión y la incertidumbre. No obstante, a finales de los años 60, las dos subculturas habían desaparecido de la atención del público y la atención de los medios se centró en dos nuevas subculturas juveniles emergentes: los Hippies y los Skinheads. Sin embargo, durante un breve período entre 1963 y 1966, los Mods y los Rockers, ambas manifestaciones estéticas y culturales enraizadas en la clase trabajadora británica, dominaron la cultura pop y fue en ese contexto cultural en el que se desarrollaron la sonoridad, el estilo y la naturaleza de la invasión musical británica en Estados Unidos que convirtió a los Beatles en lo que fueron y se inventaron la moda y las tendencias culturales mundiales.

Los Rockers vestían cazadoras de cuero negras, vaqueros, camisetas y conducían motocicletas Triumph. Las chicas Rockers llevaban un estilo muy similar, optando algunas de ellas por pantalones capri negros ajustados, tacones altos y peinados en forma de colmena. Elvis Presley y las motocicletas estadounidenses de los años 50 fueron su inspiración, como lo fue Marlon Brando y su banda de moteros en la película ‘Salvaje’ de Laszlo Benedeck. Por el contrario, los chicos Mods solían llevar trajes extremadamente cuidados y coloridos, pantalones pitillo y zapatos puntiagudos mientras conducían Vespas y Lambrettas. Las chicas mods adoptaron todas las últimas tendencias, peinados "Sassoon", vestidos cortos y llamativos preferiblemente estilo Mary Quant y botas "Go Go".

Ambos grupos eran de extracción obrera y sufrían por igual precariedad laboral, rechazo social, incomprensión familiar sobre todo por parte de sus padres y cada uno de ellos a su manera representaban en cierta manera una expresión de rebeldía, de autoafirmación generacional y de rechazo al esquema social dominante. En el caso de los mods desde una perspectiva estética, tratando de superar la mediocridad a la que estaban condenados a vivir mediante una forma de vestir que si se quiere artificialmente, pero dentro de una convicción muy arraigada, quería ser un símbolo de distinción frente a la uniformidad y la vulgaridad del mundo en el que vivían y en el caso de los rockers haciendo suyo el papel del “outsider”, del “Rolling Stone”, incluso de los últimos beatnicks, ambos colectivos sentían entre sí una profunda animadversión mutua.

Si observamos la evolución de una banda como los Beatles podemos ver el impacto significativo de la cultura Rocker y Mod

Entendiendo esto sin caer en el presentismo y poniéndolo en el contexto de comienzos de los años 60, los rockers consideraban que los mods eran snobs afeminados y débiles, y los Mods veían a los Rockers como viejos desfasados, patanes, sucios y ridículos. Musicalmente no tenían prácticamente nada en común. Los Rockers preferían el rock & roll de los años 50, sobre todo de artistas como Eddie Cochran y Gene Vincent, mientras que los mods escuchaban ska, soul y R&B de los años 60, así como bandas como The Who, The Yardbirds y The Kinks. En cierto modo, dos generaciones, dos estilos y formas de ver la vida en cuya opción estética se encerraba toda una filosofía de vida.

Si observamos la evolución de una banda como los Beatles, por ejemplo, podemos ver el impacto significativo de la cultura Rocker y Mod. En sus inicios, los Beatles emulaban a los rockers y se vestían y peinaban como ellos sobre todo mientras actuaban en Hamburgo cuando empezaron a triunfar. Sin embargo, cuando aparecieron en el Ed Sullivan Show el 9 de febrero de 1964 de la televisión estadounidense, llevaban trajes mods y lucían sus famosos cortes de pelo de “mop head”.

El conflicto entre los Mods y los Rockers llevó al sociólogo Stanley Cohen a desarrollar el término “pánico moral” en su estudio ‘Folk Devils and Moral Panics’, que examinó y analizó la cobertura mediática que se hizo de los disturbios entre los Mods y los Rockers en los años 60. Aunque Cohen admite que tuvieron algunos enfrentamientos muy duros a mediados de aquella década, sostiene que no eran diferentes de las peleas nocturnas que ocurrieron entre jóvenes Teddy-Boys a lo largo de los años 50 y principios de los 60, tanto en los balnearios como después de los partidos de fútbol. Tras las violentas y multitudinarias peleas que tuvieron lugar entre bandas organizadas de ambas tendencias en la primavera de 1964 en Clacton, Margate y especialmente Brighton, la prensa satanizó a ambos colectivos y en algunos medios como el Birmingham Post llegó a decir en un editorial de mayo de 1965 que Mods y Rockers "provocarían la desintegración del carácter de una nación".

Un retrato testimonial muy acertado y documentado sobre un movimiento del que solo se conoció en su día su cara más superficial y menos implicada en el conflicto social que azotaba Gran Bretaña en los años 60.