Fútbol

Se retira Iniesta, el símbolo de una generación

El jugador Andrés Iniesta durante la rueda de prensa en la cual anunciaba el final de su carrera como futbolista — Lorena Sopêna / Europa Press / ContactoPhoto
Este pasado martes, Andrés Iniesta anunció su retirada como jugador de fútbol profesional en un acto multitudinario en Barcelona

Cada vez que se retira un jugador al que hemos admirado durante muchos años, se va con él algo de nosotros.

Nos hizo sentir tantos momentos felices que perderle duele porque supone tomar conciencia de que esa etapa ya no volverá, de que nosotros ya no volveremos a sentir aquello tal y como lo vivimos.

Y cuando además ocurre que los jugadores que se retiran empiezan a ser más jóvenes que nosotros es como un zarandeo de la vida, que nos pone de frente ante el vértigo que trae consigo el paso del tiempo.

Este pasado martes, Andrés Iniesta anunció su retirada como jugador de fútbol profesional en un acto multitudinario en Barcelona.

Una noticia de gran impacto de la que se ha hablado mucho estos días, destacándose especialmente el extraordinario palmarés de Iniesta y sus dos goles más famosos: el agónico gol en Londres frente al Chelsea en 2009, que supuso el pase del Barcelona a la final de la Champions y permitió poder ser, meses después, el primer club del mundo en lograr un sextete de títulos en el mismo año, y por supuesto el gol en la prórroga de la final del Mundial de Sudáfrica en 2010, que supuso un broche de oro a la historia del fútbol español.

Claro que todo eso es muy importante y merece ser recordado, pero hay otras cosas relacionadas con él que merecen la misma atención.

El propio Iniesta resaltó en su despedida que valoraba sobre todo haber cumplido “el sueño de ser futbolista” y estar “orgulloso de todo ese camino”. Me gustó especialmente escucharle decir que “el Barça no fue sólo lo que conseguimos, fue lo que disfrutamos”.

Valorar el cumplir un sueño, dar valor al camino recorrido y disfrutar con lo que se hace. Tres cuestiones relevantes en las que puso el foco una leyenda del fútbol y que desmienten, una vez más, a aquellos que tratan de convertir este deporte en sólo un resultado, con ese pobre discurso de que “ganar no es lo más importante, es lo único”.

Qué simboliza Iniesta                           

Apareció como jugador en una época en la que se insistía con eso de que “ahora el fútbol es más físico, hacen falta jugadores más físicos”.

Bajito, delgado y con pinta de oficinista aburrido, demostró por enésima vez que en el fútbol el talento es mucho más importante que los músculos.

Tenía todas las cualidades necesarias para ser un gran centrocampista: conocimiento del juego, colocación, distribución, intuición para la recuperación de la pelota, dinámica para moverse, pase en corto, pase en largo, regate y llegada al área. Tenía lo mejor de Guardiola, de Xavi y de Laudrup reunidos en un solo jugador.

Fue un símbolo para todos los amantes del buen juego, que gracias a él pudimos decir que el fútbol puede ser algo bello, trascender el deporte para convertirse en arte

Y además destacó por una cualidad particular e intangible: parecía que se deslizaba por el campo, como si flotara con la pelota, imposible de agarrar por los rivales.

Iniesta fue el símbolo de la generación del tiki taka, el jugador más talentoso de una selección española en la que destacaron otros jugadores que desafiaron el tópico del “fútbol físico”, como Silva, Fábregas, Cazorla y por supuesto Xavi, el otro gran abanderado del estilo de toque en el Barcelona y en España.

Fue un símbolo para todos los amantes del buen juego, que gracias a él pudimos decir que el fútbol puede ser algo bello, trascender el deporte para convertirse en arte.

Escribió Antonio Machado que “sólo recuerdo la emoción de las cosas y se me olvida todo lo demás”.

No me olvido de todos los títulos ni de los goles de Iniesta, pero, personalmente, lo que más resalto de él es que junto a Messi y Ronaldo Nazario es uno de los tres jugadores que más me han hecho disfrutar viendo fútbol, de los que más me han hecho emocionarme, y para mí eso tiene un gran valor, pues creo que la vida se trata esencialmente de quedarse con lo que a uno le hace feliz y eso no se trata de cifras sino de emociones.

¿El mejor jugador español de la historia?           

En esta sociedad se tiende a valorar el global de la historia según lo que hemos visto nosotros, a tomar la parte por el todo.

El legado que deja Andrés Iniesta es ser el símbolo de una generación de jugadores que abanderaron un estilo de juego a favor del buen fútbol, basado en apostar por el toque y en hacer brillar el talento

España ha dado grandes jugadores a los que sólo hemos visto en unos pocos vídeos, como por ejemplo Luis Suárez (el único Balón de Oro español, en 1960, y Balón de Plata en 1961), Gento (figura destacada en un Real Madrid en el que ganó 6 Copas de Europa) y Amancio (Balón de Bronce en 1964).

¿Fue Iniesta mejor que ellos? Si se mira su palmarés sí, pero la gran mayoría de nosotros no tenemos elementos para decir si jugaba mejor que esos otros cracks con los que, por época, no coincidimos.

Lo que podemos es decir si Iniesta es el mejor jugador español que hemos visto nosotros, y en mi caso desde luego que sí. Desde los 80 hasta ahora he visto grandes jugadores españoles con grandes trayectorias, como Butragueño, Martín Vázquez, Fernando Hierro, Raúl o Xavi, pero Iniesta me parece más completo y talentoso, con un toque de magia en su juego más rotundo que el de los demás.

Más allá de eso, el legado que deja Andrés Iniesta es ser el símbolo de una generación de jugadores que abanderaron un estilo de juego a favor del buen fútbol, basado en apostar por el toque y en hacer brillar el talento.

Su legado es que cuando se siga haciendo la famosa pregunta de “¿Qué es jugar bien?” podamos responder: “Como jugaba Iniesta”. No hace falta más.