La inminente caída de Ugledar, el dique de contención ucraniano en el sur de Donetsk

El sur de Donetsk, ante el precipicio. El que es el principal escenario de la guerra de Ucrania se encuentra contenido por varios diques que han evitado grandes avances rusos. Uno de los más importantes en el sur, tras la caída de la importante ciudad de Mariúpol, fue la pequeña localidad de Ugledar.

Gracias a la geografía, Ucrania no solo ha logrado resistir un asalto exitoso sobre este punto por parte de Rusia, sino que además logró asestar fuertes pérdidas a Moscú a nivel de hombres y de material bélico. Y han contenido esta vía no durante unos días como se ha visto en zonas del centro del óblast, sino durante más de año y medio. Sin duda, Ugledar ha funcionado como un dique de contención en el sur.

La geografía ha sido endiablada para los rusos en esta área. Y es que el avance se ha construido desde principios de 2023 por la vía sur, topándose con la ventaja ucraniana en las alturas de las minas al norte de Ugledar, concretamente siguiendo la carretera de Marinka.

En lugar de enfrascarse en asaltos infructuosos desde el sur, Rusia decidió consolidar su presencia en el este y en el norte de Ugledar y de las famosas minas

Cabe señalar que durante el año 2023 y, sobre todo, durante el 2024, Rusia ha ido modulando su estrategia para destaponar el frente sur. En lugar de enfrascarse en asaltos infructuosos desde el sur, decidieron consolidar su presencia en el este y en el norte de Ugledar y de las famosas minas. Tras el final de la batalla por Marinka, los rusos fueron presionando por todas las zonas adyacentes a la mencionada carretera Marinka-Ugledar y, tras muchos meses, se han encontrado con Ugledar por el noreste.

El cambio de estrategia se ha basado también en los “calderos” que Rusia ha ido creando en muchos otros puntos del frente. Este método consiste sencillamente en avanzar rodeando una localidad sin iniciar o finalizar su asalto, de modo que acabe quedando rodeada por tres de sus cuatro lados. Con el estrechamiento del cuello de botella correspondiente, los ucranianos se veían obligados a abandonar localidades con especial importancia a nivel de fortificaciones.

El punto más importante de esta estrategia estaba en evitar asaltos tan costosos como el de la batalla de Bajmut para acabar con localidades fortificadas. Sin esos asaltos se buscaba lograr de manera más rápida el fin de la utilidad de dichas defensas. El mejor ejemplo de esto fue Avidvka, otra de las batallas clave del oeste de Donetsk, que servía de contención a Rusia y, tras su caída, ha dejado un roto por el cual los rusos han avanzado hasta la importante batalla de Pokrovsk sin grandes problemas en cosa de meses.

Esto es lo que se quiere provocar en Ugledar. Los rusos ya tenían el sur y ahora, con el control de la carretera Marinka-Ugledar ya consolidada después de meses de batallas menores, también se han hecho con el este y el noreste de Ugledar. Después llegó el asalto a las famosas minas de carbón, garantizándose las alturas, clave para controlar las posibles vías de retirada por los campos del norte de Ugledar.

Al tiempo que se tomó todo lo comentado al noreste, los rusos fueron presionando por el oeste. Ya serían tres las direcciones en los flancos que iban consolidando. El cuello de botella se estrechó de manera crítica durante los días 25 y 26 de septiembre. Las rutas de escapatoria estaban bajo control de fuego ruso.

¿Cómo podía ser que Ucrania no hubiera construido grandes líneas de defensa detrás de sus localidades más fortificadas por si caían?

Si los ucranianos elegían retirarse, podría haber grandes bajas, pero al final el problema principal sería estratégico. Porque la posibilidad de abandonar esta plaza ya era algo que se comparaba con la importancia de Avdivka. ¿Cómo podía ser que Ucrania no hubiera construido grandes líneas de defensa detrás de sus localidades más fortificadas por si caían?

Si algo se ha visto con la estrategia ucraniana en Pokrovsk es que no tiene solo un problema de defensas, sino de hombres para fortificar esos puntos. Y si algo se ha visto con la estrategia ucraniana en Kursk es que una victoria temporal podía no servir para nada sin un plan estratégico. El frente había vuelto a ampliarse, Ucrania tenía la necesidad de no perder la presencia en Kursk al tiempo que defendía un larguísimo frente desde el norte de Jarkov hasta el sur de Donetsk.

Cabían varias opciones en el mapa ucraniano. Kiev podía apostar por atrincherarse en Ugledar, corriendo el riesgo de quedar embolsados definitivamente como en Mariúpol si los rusos cerraban el cuello de botella por el norte. Pero esta idea acarreaba la esperanza de que el atrincheramiento sirviera para asestar una nueva derrota a Moscú en Ugledar y seguir conteniendo el sur de Donetsk.

Sin duda alguna, conservar Ugledar era un buen plan estratégico para Ucrania. Pero para ello necesitaban nuevas capacidades materiales y humanas que rompieran el cerco o reforzaran la presencia urbana. La alternativa parecía una retirada a la siguiente línea de defensa.

El problema en esta zona es que Ugledar es la única localidad fortificada en el área de manera significativa. Si los ucranianos se retiraban de ahí, la situación podría evolucionar en peor sentido para Kiev de lo que ocurrió en el centro del óblast tras la caída de Avdivka. Aunque detrás de Avdivka no hubiera grandes líneas de defensa, al menos había una serie de cadenas de pueblos que requerían asaltos en mayor o menor medida. Detrás de Ugledar no hay apenas pueblos entre sus grandes campos.

Prácticamente todo lo que se encuentra detrás es vulnerable hasta los dos siguientes grandes focos: Kurajovo y Velyka Novosilka. Si ya se tiene que hablar de estas localidades es que la situación en Donetsk es crítica para Ucrania. Kurajovo ya se ve presionada por el avance en el centro del óblast, por lo que unificar este frente con el sur supondría un cambio notable con respecto a estos años. Y Velyka Novosilka se encuentra en los límites del óblast, como ocurre con Pokrovsk, pero por el borde suroccidental del óblast.

Es por esto que Ugledar es importante, no por su reducida población ni por sus infraestructuras, ya devastadas. Y todo ello ocurre mientras el presidente Zelenski se abre a negociar con Rusia en sus términos. Algunos pesos políticos occidentales han mencionado, sin embargo, que el momento en que Ucrania pudo conseguir un mejor acuerdo podría haber pasado. Y ahora es Rusia la que parece que va a exigir condiciones más ventajosas porque se ve con la capacidad de mejorar su mano negociadora con el paso de los meses.