Guerra en Oriente Medio

El próximo gran ataque de Israel: las opciones para evitar una escalada mayor

Yoav Gallant y Benjamin Netanyahu — Amos Ben Gershom/Israel Gpo / Zuma Press / ContactoPhoto
La escalada sigue en curso en Oriente Medio

El contraataque iraní frente a los asesinatos de Hasán Nasralá e Ismail Haniyeh, líderes de Hezbolá y Hamás respectivamente, podría haberlo cambiado todo. Israel ha ido cruzando líneas rojas una tras otra hasta finalmente conseguir que Irán lanzase una respuesta no limitada al mensaje interno.

Aun así, el ataque iraní no ha causado numerosos muertos y se ha concentrado en objetivos militares o de inteligencia. Los daños están en plena evaluación bajo el muro informativo israelí, ya que se trata de infraestructuras esenciales para el Estado.

El gobierno israelí está copado de perfiles mucho más belicistas que el propio Benjamin Netanyahu y que llevan meses buscando la escalada que tienen ante sí

Pero si algo parece evidente tras muchos ataques israelíes sin grandes respuestas del Eje de la Resistencia, es que al haberse producido uno de las dimensiones del que abrió el mes de octubre, Israel responderá. Ello requiere un análisis pormenorizado de los múltiples escenarios posibles.

Una respuesta con desescalada

Probabilidad: parece enormemente improbable que Israel apueste por dar una respuesta que muestre que se ha reequilibrado el punto de disuasión. El gobierno israelí está copado de perfiles mucho más belicistas que el propio Benjamin Netanyahu y que llevan meses buscando la escalada que tienen ante sí. El mismo Netanyahu ha señalado en varias ocasiones antes del 7 de octubre de 2023 su predisposición a atacar objetivos clave en Irán.

Estados Unidos es más proclive a apoyar a Israel en un escenario como este. No tendría que dañar seriamente las relaciones con su aliado, pero lograría evitar una guerra mayor donde podría ver comprometidos sus intereses

Interés de Israel: una respuesta que no escalase la situación podría venir por dos vías combinadas o aisladas: un informe de inteligencia sobre el riesgo de que Israel pudiera no ganar una guerra regional y una presión asfixiante de Estados Unidos para no ver una escalada. Sin embargo, la historia israelí frente a los países árabes ha dejado una impronta de victorias que incluso ha calado en el desarrollo de una estrategia sobre la conveniencia de lanzar ataques preventivos. Esto se haría aún más acuciante ante una sensación de amenaza existencial como la que actualmente aducen.

Papel de EEUU: también parece poco probable que Estados Unidos actúe frenando seriamente el ataque, aunque rechace verse implicado en una escalada regional en periodo electoral. De todos modos, Washington es el actor global con más posibilidades de lograr una respuesta desescalatoria.

Objetivos: Un ataque de estas características implicaría presumiblemente golpear activos iraníes en el extranjero, pero no en territorio nacional, o incluso golpear directamente a grupos del Eje de la Resistencia. Irán parece proclive a interpretar esta opción como una a la que no responderían con una escalada.

Una respuesta intermedia

Probabilidad: este tipo de ataque es viable pero improbable. Ya en el mes de abril de 2024, después del primer ataque iraní contra Israel, vimos un escenario similar. Teherán respondía a la violación de su soberanía tras el ataque israelí contra su consulado en Damasco, capital siria. Ante ello Israel lanzó un ataque contra territorio iraní de manera muy limitada, que Irán aceptó negando la escalada.

Interés de Israel: los incentivos en Israel están bajos para una respuesta contra Irán que no implicase contundencia. Las divisiones entre los sectores de la coalición de gobierno frente a los intereses militares y de inteligencia han implicado una sustancial ganancia de peso político de los sectores favorables a la colonización de más territorio. La opción intermedia no debe descartarse totalmente pero su probabilidad parece reducida.

Papel de EEUU: Estados Unidos es más proclive a apoyar a Israel en un escenario como este. No tendría que dañar seriamente las relaciones con su aliado, pero lograría evitar una guerra mayor donde podría ver comprometidos sus intereses. Si la información que se filtra se queda en que ha habido conversaciones mediadas por Washington o quejas ante el gobierno israelí, no se debe interpretar como un intento serio. Washington podría apretar notablemente más fuerte y forzar que si Israel actúa sea sin apoyo occidental de ningún tipo, en cuyo caso es más probable que mida su respuesta. En ese caso, sí se podría entender el intento estadounidense de contención de la escalada como serio.

Son muchos los escenarios en los que Israel podría responder con diferentes opciones, pero siempre uno de los puntos clave para entender lo que hace Israel es la relación privilegiada con Occidente

Objetivos: Un ataque de estas características podría golpear objetivos militares en territorio iraní sin tratarse de una salva a gran escala. Uno de los objetivos menos escalatorios de los que aparecen dentro de Irán sería el impacto contra infraestructura empleada para el lanzamiento de los casi dos centenares de misiles balísticos contra Israel.

Como se ve, son muchos los escenarios en los que Israel podría responder con diferentes opciones, pero siempre uno de los puntos clave para entender lo que hace Israel es la relación privilegiada con Occidente. En estos casos se ha mencionado la modulación de los mismos en base al comportamiento del que es el actor clave, Estados Unidos. Pero los países europeos también podrían facilitar con su postura la disposición más proclive de Israel a un punto más o menos de escalada.

Los objetivos más graves que implicarían la escalada serán analizados en un texto monográfico, quedando este como un repaso a los pasos menos desbocados de la retórica bélica. Aún así debe entenderse que incluso aunque Israel buscase una desescalada o una restauración de un equilibrio con Irán, ambas opciones podrían ser fácilmente solo un estadio temporal ya que nuevos ataques como el del consulado de Damasco, el asesinato de Ismail Haniyeh o la propia dinámica israelí de matanzas e invasiones en Gaza y Líbano podrían devolver a ambos actores al mismo dilema en un periodo desde la actualidad hasta un futuro no demasiado prolongado.