Las contorsiones de la prensa occidental para no hablar de «invasión» en Líbano

Un misil israelí impacta en suelo libanés — RTVE

Frente a la incursión hostil de tropas israelíes en territorio libanés y al continuo bombardeo de Beirut, periódicos y canales de televisión occidentales han decidido renunciar a los términos más precisos para describir los hechos

El punto de partida son los hechos. En las primeras horas de esta mañana, el ejército israelí declaró que sus fuerzas armadas habían entrado en Líbano. Una invasión terrestre que no ocurría desde 2006, que llega después de semanas de intensos bombardeos y más de mil víctimas. Las tropas de interposición de las Naciones Unidas (UNIFIL), que deberían garantizar la integridad de la frontera y evitar enfrentamientos, se retiraron a los búnkeres. Israel habla de una operación terrestre «limitada, localizada y dirigida». No está claro cuántos hombres ha enviado Tel Aviv más allá de la linea azul, la línea de demarcación entre los dos países, ni cuán profundo han llegado. La capital, Beirut, continúa sufriendo bombardeos intensos, y más de 150.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.

En este contexto, los medios de comunicación occidentales han optado en gran parte por una cobertura extremadamente tímida del ataque, evitando usar el término «invasión» a pesar de estar ante la entrada hostil de soldados extranjeros en un país soberano, Líbano.

La línea de la Casa Blanca en la prensa estadounidense (y europea)

«Los funcionarios estadounidenses están convencidos de que Israel no invadirá completamente el Líbano», titulaba ayer por la noche el diario New York Times en su versión en línea. Leyendo el artículo, era posible entender mejor el sentido de la noticia: los funcionarios anónimos citados por el periódico estaban en efecto convencidos de que Israel invadiría el Líbano, pero solo mediante «incursiones más pequeñas y dirigidas en el sur del Líbano». Esta mañana, el New York Times cambió de línea, hablando explícitamente de «invasión». Pero la gran mayoría de las grandes publicaciones estadounidenses y europeas, incluidas las progresistas, han optado por lo contrario.

«Los actos insondables del grupo terrorista expuestos en el informe mientras Israel desencadena la venganza» es el titular que Fox News, canal televisivo cercano a los republicanos, dedica al asunto. El ataque israelí se resume en el término «venganza», y el foco está en un oscuro informe producido por el propio gobierno de Tel Aviv. El británico The Guardian es un periódico de renombre y progresista, situado en el extremo opuesto de Fox News. Sin embargo, ha elegido un título conceptualmente similar: «Israel 'hará lo que sea necesario para evitar el ataque al estilo del 7 de octubre' mientras lanza incursiones terrestres en Líbano». Nuevamente, no se habla de «invasión», y nuevamente se elige la clave de lectura de la venganza o respuesta a los ataques de hace un año —ataques llevados a cabo por fuerzas palestinas, no libanesas—.

Le Monde en Francia habla de «operación terrestre», siguiendo el lenguaje utilizado en los comunicados del ejército israelí. Le Figaró, el otro gran periódico parisino, elige un título aún más ambiguo: «Israel pide a los habitantes de veinte aldeas del sur de Líbano que evacuen». El clima en la prensa italiana no es muy diferente. Corriere della Sera y Repubblica, los dos periódicos más leídos, hablan de «tropas israelíes en Líbano» y «operación terrestre». En Alemania, el país europeo más cercano a la opinión pública de Tel Aviv, los titulares de los grandes periódicos adoptan un tono celebrativo. «Hezbolá está debilitado pero no derrotado. Israel sigue adelante», escribe en grandes letras Bild, el tabloide más vendido en Alemania y Europa.

No todos los medios han decidido evitar el término invasión. Lo utilizan, por ejemplo, el Washington Post en Estados Unidos, el Telegraph y el Sun en el Reino Unido, y la emisora pública RAI en Italia. También la mayor parte de la prensa española ha decidido emplear este término.

No solo una palabra

Desde los ataques del 7 de octubre, se ha debatido sobre las elecciones periodísticas de la prensa occidental, a menudo explícitamente cercana a las razones de Israel. Polémicas que han aumentado con el incremento de muertos en Gaza —ya decenas de miles, en su mayoría civiles— y con la apertura de las investigaciones de la Corte Penal Internacional y la Corte Penal de Justicia contra Israel y su liderazgo, acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad (estas últimas acusaciones también se presentan contra los dirigentes del partido palestino Hamás).

Según un análisis de The Intercept, los tres grandes medios estadounidenses puestos bajo escrutinio —New York Times, Washington Post, Los Angeles Times— «mostraron un sesgo constante contra los palestinos». Explican los investigadores: «los principales periódicos estadounidenses enfatizaron de manera desproporcionada las muertes israelíes en el conflicto; utilizaron un lenguaje emotivo para describir las muertes de israelíes, pero no de palestinos; y ofrecieron una cobertura sesgada de los actos antisemitas en Estados Unidos, ignorando en gran medida el racismo anti-musulmán tras el 7 de octubre». La investigación del periódico es cuantitativa. Por cada dos muertes palestinas, se menciona a los palestinos una vez; por cada muerte israelí, se menciona a los israelíes ocho veces, o una tasa 16 veces mayor por cada muerte que la de los palestinos, se lee en el extenso informe. La elección de términos vuelve a ser central: «el término ‘masacre’ fue utilizado por editores y reporteros para describir la muerte de israelíes frente a palestinos en una proporción de 125 a 2, y ‘horrible’ se utilizó para describir la muerte de israelíes frente a palestinos en una proporción de 36 a 4».

La directora de investigaciones del Consejo Nacional Iraní Americano, Assal Rad, comparó en su cuenta de X un artículo del New York Times sobre los movimientos de tropas en Líbano con otro del mismo periódico sobre la invasión rusa de Ucrania. En el segundo caso, el término «operación militar especial», utilizado por el gobierno ruso en lugar de «invasión» o «ataque», se atribuye a Moscú y va entre comillas. En el primer caso, en cambio, la intención declarada de Israel de apuntar a objetivos de Hezbolá —desmentida por ahora por los bombardeos indiscriminados sobre Líbano y Gaza— se reporta como un hecho objetivo, sin comillas.

«Se limpia la imagen de una invasión ilegal»

Leila Belhadj Mohamed es una analista geopolítica italo-tunecina. Se especializa en Oriente Medio y enseña narrativa y uso del lenguaje para la Orden de Periodistas del Estado Italiano. «Estamos viendo en estas horas unas decisiones de titulares simplemente alucinantes», explica a Diario Red. «Recordemos los titulares relativos a la guerra en Ucrania, donde la operación rusa fue justamente descrita como invasión por todos los medios occidentales. Esos mismos medios hoy inventan fórmulas —'incursión', 'ataque limitado'— inadecuadas para representar la realidad. Estamos ante un intento de limpieza de la imagen de un ataque contrario al derecho internacional».

Para Belhadj Mohamed, el problema nace antes de las últimas noticias. «Ya con la ofensiva sobre Gaza hemos visto la deshumanización de las vidas árabes y la repetición del lenguaje del las Fuerzas de Defensa Israelíes. También pienso en la legitimación del asesinato político. Si creemos en el derecho internacional, Nasrallah debía ser procesado por un tribunal internacional, no asesinado extrajudicialmente. Él, como Netanyahu o Gallant».