Seguimos

No dependemos ni obedecemos orgánicamente ante nadie, pero siempre hemos dejado claras nuestras afinidades y siempre hemos pensado que todos los medios progresistas tienen afinidades políticas definidas, aunque no entendamos que algunos las pretendan enmascarar continuamente

Hoy me toca dejar algunas cosas claras. Canal Red tuvo adversarios en el espectro de la izquierda desde que nació. Primero nos quisieron presentar como el proyecto de un oscuro y malvado millonario. Definirnos como empleados de Jaume Roures, supuestamente hacía que no pudiéramos reivindicar diferencia alguna respecto a los medios de los que cobraban nuestros más ilustres “críticos”. Solo puedo decir que siempre trabajamos con absoluta libertad cuando hacíamos La Base en Público, tanto por parte de la directora como por parte del editor y que, gracias a lo que aprendimos allí, pudimos lanzar un proyecto como Canal Red sostenido por las aportaciones de nuestros socios, sin depender de nadie más que de ellos. Conseguimos algo que algunos de nuestros críticos no han podido conseguir; hacer nuestro propio medio y depender solamente de la comunidad que nos apoya con sus suscripciones y no de un salario como tertulianos en las grandes televisiones.

Después criticaron que los programas principales de Canal Red tuvieran una línea político-editorial definida. Canal Red podía tener una línea de izquierdas sí, pero no debía tener afinidades editoriales definidas. No bastaba con ser plurales, había que ser neutrales en el campo de la izquierda. Ni Podemos ni Sumar: unidad y equidistancia. No dependemos ni obedecemos orgánicamente ante nadie, pero siempre hemos dejado claras nuestras afinidades en España y en América Latina y siempre hemos pensado que todos los medios progresistas tienen afinidades políticas definidas, aunque no entendamos que algunos las pretendan enmascarar continuamente, como demuestra Manu Levin cada día en su sección de La Base. Tener afinidades y una línea editorial es legítimo. Lo que no es legítimo es mentir.

Y hoy quiero dejarlo muy claro, estamos orgullosos del trabajo de Willy que todos los días da voz a activistas y a conflictos que rara vez aparecen en los medios del mainstream. Estamos orgullosos del trabajo de Laura Arroyo y todo el equipo de El Tablero, de todos los colaboradores (Aníbal, Darko, Mari Tere, Víctor, Juantxo, Mar, Germán, Pablo, Josefina, Álvaro, Sara, Dani, Daniel, Noemí, Andrea, Sarah,  Bake, David...), de Cafeína y del equipo de Canal Red América Latina con Inna al frente (Dani, Alfredo, Juan, Alina y todos sus equipos...) del trabajo de Dina que pronto volverá a estar con nosotros con nuevos proyectos, del trabajo de Sasi que pronto regresará de México y del trabajo de Víctor en Noticias Básicas, del equipo de La Base (Inna, Irene, Paola, Manu...), de todos los redactores y redactoras que hacen posibles los programas (María Jesús, Raúl, Javier, Rober...) , del equipo de redes, de los técnicos, administrativos, productores, diseñadores, responsables de redes y editores que hacen todo posible (Xavi, Rocío, José, Guillén, Huascar, Edu, Ceci, Álvaro, Mario, Mikel, Isaac, Leo, Luda, David, César...)  de Centro de Gravedad Permanente con Raúl, Montse y todo su equipo, de Alfonso y de Mariano y sus espacios musicales, de Julián y su equipo de Pandemia, de Rubén y en La Diana, del otro Rubén y su espacio de Facua, de Silvia y de todo el equipo de Al lío, de todo el equipo y colaboradores de Diario.Red (Pablo, Sebas, Raquel, María, Lucía, Juanjo, Nacho, Carmela, Ada, Enric, Giuliano, Alejandro, Fonsi, Pedro, Eduardo, Luiso, Ferrán, Iván, Antonio, Martín, Albert, Álvaro, Anita, Rafa, Miguel Ángel, Aníbal, Belén, Mario...), de todos y todas los que trabajaron con nosotros y ya no siguen... Estamos orgullosos porque, en poco más de un año, hemos logrado armar un medio de izquierdas, modesto pero que sigue creciendo y que trabaja con una enorme ilusión.

Hoy nos acusan de lanzar a acosadores contra nuestra propia gente. Lo digo muy claro, cualquiera que menosprecie o insulte a Irene Zugasti o a Beatriz Gimeno, nos va a tener en frente, por mucho que pretenda ser más papista que el Papa. Mañana dirán que explotamos a los estudiantes que hacen sus prácticas con nosotros y repetirán que escribimos con caracteres cirílicos y que trabajamos a las órdenes de Putin, Maduro o Xi Jinping. Estamos acostumbrados a que nos insulten y a que nos pretendan desprestigiar, pero claro que los ataques y ciertas críticas nos duelen. Somos personas con un compromiso ético y militante con nuestro trabajo y pensamos que esa invulnerabilidad afectiva de la que muchos presumen en las redes sociales es poco más que un gesto machirulo falso. En estos días ha habido compañeros y compañeras que se han sentido dolidos, pero no tanto por haber recibido insultos en las redes provenientes de cuentas supuestamente afines, sino porque los odiadores habituales de Canal Red han pretendido usarlas, una vez más, para atacar y hacer daño al proyecto.

Somos un equipo y no solamente nos unen ya afinidades políticas e ideológicas, también nos une más de un año de trabajo colectivo. Trabajar juntos, recibir ataques juntos, reírnos mucho, enfadarnos a veces, tomar algunas cervezas, nos define cada día como colectivo. Y a mí me toca hoy, una vez más, volver a dar las gracias a todos los que hacen posible este proyecto y decir que seguimos.