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Isa Serra: “El nuevo partido europeo nace para disputar sin miedo los discursos de las derechas, pero también de la progresía”

Podemos ha impulsado junto a la Francia Insumisa y el Bloco de Esquerdas portugués un nuevo partido europeo que lleva por nombre ‘Alianza Europea de Izquierdas por los Pueblos y el Planeta’
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Diego Radamés / Europa Press

Isa Serra (Madrid, 1989), eurodiputada y coordinadora de Podemos en la Comunidad de Madrid, está todavía acostumbrándose a Bruselas y al Parlamento Europeo, donde tiene escaño junto con Irene Montero después de las últimas elecciones europeas, en las que los morados respiraron después de unos meses difíciles tras la ruptura con Sumar. En este poco tiempo, Podemos ha impulsado junto a la Francia Insumisa y el Bloco de Esquerdas portugués un nuevo partido europeo que lleva por nombre ‘Alianza Europea de Izquierdas por los Pueblos y el Planeta’.

El nombre no deja lugar a dudas. El nuevo partido se constituye como una fuerza popular anclada a los principios ideológicos de la izquierda verde, con el objetivo de vertebrar una alianza internacional que permita al progresismo no alienado con la socialdemocracia disputar el poder. Serra reconoce que no es nada fácil y que el precio a pagar por transformar es excesivamente alto. Ella misma fue condenada sin pruebas a 19 meses de prisión por un montaje policial que la acusaba de agredir a agentes de las fuerzas de seguridad durante un desahucio y que la obligó a dejar su escaño como diputada en la Asamblea de Madrid. Nos atiende nada más bajarse del avión en Barajas después de una semana con una agenda imposible en Bruselas.

¿Es este nuevo partido una forma de distanciarse de la izquierda clásica?

Es un partido necesario ante el avance de la extrema derecha y ante la cesión de fuerzas que se dicen de izquierda pero que no defienden los intereses de las mayorías europeas. Cesión a las élites y grandes poderes siempre ha habido, pero hoy también están aceptando y reproduciendo los marcos y las ideas reaccionarias.

Muy lejos del proyecto fundacional del proyecto de integración europea, ¿no?

Hoy es evidente que ha quedado atrás esa otra cara de Europa que nació tras la Segunda Guerra Mundial y el fascismo, que tenía los derechos humanos como un pilar, y lo que tenemos hoy es un proyecto europeo al servicio de la guerra como estrategia para enfrentarse a un mundo cada vez más multipolar y a la crisis neoliberal. La UE es hoy un proyecto al servicio de la estrategia de guerra de la OTAN y el fervor belicista de EEUU.

¿Y qué papel juega en este contexto la Alianza Europea de Izquierdas?

Este es un partido que tiene como proyecto defender una Europa de paz, y con ello de derechos sociales, justicia social, el feminismo, actuar contra la crisis climática, y defender los derechos humanos. Tenemos diferencias con otros proyectos de izquierdas, pero lo más importante es lo que políticamente puede unir a esta nueva Alianza de la Izquierda Europea, y es la defensa de la paz y los derechos y el fin del genocidio en Palestina. Nuestra tarea es a través de esa alianza, ampliar y llegar más lejos.

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¿Era necesario para defender todo esto fundar un nuevo partido?

Necesitamos crear un espacio para reunir y hacer alianzas entre las fuerzas que estamos dispuestas a transformar y enfrentar esa deriva. Fuerzas políticas que compartamos la necesidad de ofrecer un proyecto con claridad ideológica, transformador, que vaya al origen del malestar de las mayorías, el robo por parte de grandes poderes y grandes empresas de nuestro tiempo y de la riqueza que generamos, la manipulación y la violencia que genera el poder mediático y disputar con valentía y sin miedo los discursos de las derechas, pero también de la progresía.

De partida, la idea suena ambiciosa.

Queremos construir un espacio fuerte con una alternativa a la Europa de la gran coalición entre PP, PSOE y la extrema derecha, y de ensanchar por ello las fuerzas de la paz. Nuestras alianzas deben ir mucho más allá de Europa, en todo el mundo y en especial en Latinoamérica donde hay movimientos y gobiernos populares con fuerza. Petro en Colombia es un gran ejemplo, en México también con Claudia… es fundamental construir más allá de Europa, que es algo que en Podemos venimos haciendo desde que nacimos.

Queremos construir un espacio fuerte con una alternativa a la Europa de la gran coalición entre PP, PSOE y la extrema derecha, y de ensanchar por ello las fuerzas de la paz

¿Puede que el feminismo como centralidad discursiva sea uno de los elementos diferenciadores de este proyecto con respecto a otros partidos de izquierda?

Efectivamente, el feminismo para nosotras es central. Somos también resultado de la fuerza del movimiento feminista en los últimos años, de esta ola que no acaba y que ha conseguido en todo el mundo avances culturales y sociales, y también la conformación de gobiernos progresistas. Hemos aprendido del feminismo, y fuerzas como Podemos lo hemos situado en el centro de nuestro proyecto. Sin el movimiento feminista, los avances que hoy conocemos en políticas públicas, en conquista de posiciones de fuerzas populares y en cambios culturales, serían impensables.

¿Qué relación van a tener con la socialdemocracia?

Somos fuerzas populares que tenemos la voluntad de construir alianzas con otras izquierdas políticas y sociales, y con movimientos para ampliar las posibilidades de transformación, para defender con más fuerza los intereses de las mayorías sociales europeas. Pero por supuesto, y creo que esto nos diferencia, desde la certeza de que no valen en este momento cesiones a la socialdemocracia que pacta con PP y con Meloni, que copia sus discursos sobre migración como estamos viendo estas semanas a Pedro Sánchez y sus políticas de extranjería, y sobre todo, que defiende a los poderes económicos, las grandes corporaciones y los fondos buitre.

¿Entonces, en qué se diferencia la Alianza Europea de Izquierda con los partidos de la izquierda postcomunistas agrupados en el Partido de la Izquierda Europea?

Tenemos coincidencias programáticas importantes, pero tenemos clarísimo que hay que disputar el poder, aunque vengan con todo. Creo que es una lección del ciclo tras el 15M y creo también que es un mensaje fundamental del feminismo. Disputar los espacios de poder para transformar, asumiendo contradicciones, pero sin ceder en la disputa ideológica y en los objetivos.

Algo nada fácil, como ha podido comprobar Podemos en estos años.

Nos lo ponen difícil, sólo hay que ver Francia estos días, con Emmanuel Macron incumpliendo lo que han dicho los franceses y las francesas en unas elecciones que él mismo convocó, que votaron mayoritariamente a la Francia Insumisa. Hacen lo posible para que no gobernemos, aunque ganemos, y cuando ganan generan mucha desafección y sensación de que hay poco que hacer.

¿Y qué se puede hacer?

Muchísimo, tenemos la capacidad de hacer frente al avance de fuerzas de extrema derecha, cuyo denominador común es la defensa de genocidas, el odio a las migrantes, feministas, personas LGTBI y la gente trabajadora. Siempre hay espacio para defender con valentía nuestras ideas y hacerlas realidad en política concretas, aunque luego vengan con todo y ese sea el precio que nos hagan pagar.

Otro precio que tienen que pagar a veces es pactar con la socialdemocracia.

Se puede pactar con la socialdemocracia sin aceptar sus marcos y su manera de gobernar, porque eso sólo hace que crezcan las fuerzas reaccionarias y que la gente no tenga una vivienda digna para vivir sin dejarse la vida trabajando. Por ejemplo, en Podemos defendemos gobernar con el PSOE, pero no dejando que gane el PSOE. Esta es una forma de entender la política tras la experiencia de estos años que es clave para ganar posiciones hoy y creo que es una novedad respecto a cómo habían operado en las décadas anteriores otras izquierdas. Pero no es eso todo lo que nos une, es mucho más.

Se puede pactar con la socialdemocracia sin aceptar sus marcos y su manera de gobernar, porque eso sólo hace que crezcan las fuerzas reaccionarias

¿Qué más?

Somos fuerzas políticas hermanas que en los últimos diez años hemos tenido la capacidad de impulsar políticas transformadoras y representar los intereses de las mayorías sociales, de las mayorías trabajadoras. Que hemos trabajado conjuntamente para conseguir esos objetivos, y en realidad, es la alianza más en forma de partidos de las fuerzas de izquierda en Europa. Desde Podemos hemos impulsado este nuevo espacio porque la tarea más importante hoy, defender la paz y los derechos humanos, sólo puede ser con alianzas internacionales. Estamos con fuerza en Europa, con una persona tan relevante como Irene Montero, y vamos a aprovecharlo para avanzar.

¿Ha influido la guerra de Ucrania y el genocidio en Gaza en la creación de este nuevo partido?

Por supuesto. En Gaza hay 40.800 palestinas y palestinos asesinados, casi 100.000 heridos, el 96% de la población no puede alimentarse. Y no viene de ahora, viene de 17 años de bloqueo y de décadas de ocupación y limpieza étnica por parte del sionismo.

¿Qué valoración tenéis del papel jugado por la UE en el genocidio de Gaza?

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es la principal aliada de un genocida y con ello está destruyendo décadas de avances en derechos humanos. La UE es también cómplice y sostenedora de esa situación. Por apoyar a Netanyahu cuando ya estaba bombardeando población civil tras el 7 de octubre, por no aplicar sanciones, entre ellas el embargo de armas para poner fin a este genocidio. No podemos permitir que no haya una alternativa contundente desde la izquierda a esa dinámica.

A la industria armamentística le está yendo muy bien.

Y tanto que sí. Llevamos dos años asistiendo a la ridiculización de la paz, por parte de las extremas derechas, de los medios, y con ello al aumento vertiginoso de los presupuestos públicos para hinchar los bolsillos de las empresas armamentísticas. Esta alianza se ha constituido con una declaración política que tiene como uno de los principales puntos en común la defensa de la paz y del fin del genocidio contra el pueblo palestino.

Lleva usted poco tiempo en el Parlamento Europeo y quizás todavía sea pronto, pero ¿en qué van a poner los diputados de este nuevo partido el foco en la legislatura europea que recién comienza?

Defensa del pueblo palestino, paz, derechos humanos, derechos sociales, feminismo, combatir la austeridad que viene de Europa, pero que vamos a ver en España muy pronto en forma de recortes. Es decir, defender a las mayorías trabajadoras, a la gente que tiene que trabajar para sostener su vida y las de su familia. La crisis climática y llevar conflictos de los movimientos a las instituciones europeas para hacer crecer las fuerzas que nos permitan avanzar. Y, por supuesto, los derechos de las personas migrantes.

El debate migratorio es ahora mismo el gran protagonista de la agenda mediática y política española, ¿no teme que finalmente gane el marco migratorio de la ultraderecha?

La deriva que estamos viviendo es profundamente preocupante. Asusta que Pedro Sánchez utilice el eufemismo de la economía circular para decir en realidad que defiende lo mismo que Abascal, cuando éste dice que hay que expulsar a personas en situación administrativa irregular. Eso sólo nos lleva a un sitio: al avance del odio ultraderechista, a la normalización de sus ideas para generar chivos expiatorios y así defender a los arriba.

En el Parlamento Europeo, la unión de los tres grupos de ultraderecha sería el segundo grupo de la Eurocámara si estuviesen unidos, por encima incluso de la socialdemocracia. ¿Cómo frenar este avance?

¿Por qué crece la ultraderecha a pasos agigantados? Porque unas izquierdas han cedido a la progresía, y porque otras fuerzas como la de Sara Wagenknecnt en Alemania, que tienen un proyecto alineado con la extrema derecha en materia de migración, están ocupando un espacio nuestro, de la izquierda. Esos nuevos proyectos que no son ya de izquierdas, pero sí ocupan el espacio que hace unos años tenía la defensa del derecho a migrar como central, y eso es enormemente preocupante.

Unas izquierdas han cedido a la progresía, y porque otras fuerzas como la de Sara Wagenknecnt en Alemania, que tienen un proyecto alineado con la extrema derecha en materia de migración, están ocupando un espacio nuestro, de la izquierda

Syriza ha propuesto cambiarse el nombre para pasar a llamarse ‘Partido de la Izquierda Contemporánea’ en lugar del ‘Partido de la Izquierda Radical’, Los Verdes están entregados al belicismo y uno de los líderes del Die Linke alemán ha aparecido con una camiseta en apoyo al genocidio en Gaza. ¿Qué está pasando en los partidos de la izquierda europea?

Existe una derechización de todo el arco político, una victoria cultural de las derechas. El Gobierno alemán de socialdemócratas, verdes y liberales defiende al genocida Netanyahu y está suspendiendo derechos y libertades fundamentales, como cuando la juventud se moviliza por Palestina y se la reprime o cuando la filósofa feminista Nancy Fraser y otros académicos son censurados en las universidades cuando ejercen su derecho a la libertad de expresión diciendo que están en contra de la OTAN.