Murcia

López Miras “se olvida” de reclamar 36 millones de euros a Sacyr, ElPozo y la familia Montoro Muñoz

El juez desestima la reclamación del pago de la liquidación por el Aeropuerto de Corvera, ya que fue presentada “fuera de plazo” por el Gobierno regional de Murcia
15-07-24 El presidente de la región de mUrcia, Fernando López Miras anuncia nueva composición de Gobierno tras la ruptura con Vox. Edu Botella / Europa Press
Edu Botella / Europa Press

El aeropuerto de Corvera, en la Región de Murcia, continúa siendo un pozo sin fondo para las arcas autonómicas. El último varapalo ha venido desde los juzgados con la desestimación de la reclamación que el Gobierno regional había interpuesto para cobrar la liquidación de la infraestructura, valorada en 36,2 millones de euros. La sociedad Aeromur, formada por el gigante de la construcción Sacyr junto a otros accionistas como el Grupo Fuertes (ElPozo) o la familia Montoro Muñoz (Monthisa), no tendrá que abonar ni un solo euro a la tesorería murciana, ya que el gobierno de López Miras presentó la reclamación del cobro fuera del plazo legal. Un “descuido” que supondrá que dicha sociedad mercantil formada por las grandes fortunas de la Región de Murcia, se ahorre decenas de millones y cause un nuevo agujero en las cuentas autonómicas.

El Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia basa la desestimación de la reclamación de la Comunidad Autónoma a Sacyr en que la liquidación y la sanción por incumplimiento de contrato se presentó en 2019, cuando la relación entre Aeromur y la administración regional finalizó en 2013. El plazo para reclamar este tipo de indemnizaciones es de tres meses tras la rescisión del contrato, por lo que, al haber tardado más de seis años en plantear la sanción, la sala ha decidido que los socios no deben devolver ni un euro a las arcas públicas.

Desde Podemos-IUVRM-AV consideran que se trata de "todo un favorazo" a Sacyr, al grupo Fuertes y a la familia Montoro Muñoz, todos ellos socios de Aeromur y que "figuran, además, entre las mayores fortunas de la Región". El diputado Víctor Egío ha recordado que si a un ciudadano de a pie le ponen una multa “a la administración no se le olvida”, mientras que cuando hay que liquidar más de 36 millones de euros a Sacyr y los empresarios súper ricos de la Región, “entonces surgen los problemas". Por ello, desde Podemos van a solicitar la creación de una comisión de investigación en la Asamblea Regional con la que buscan “identificar a los responsables de esta liquidación fallida y reclamarles hasta el último euro".

El Aeropuerto de Corvera: Pérdidas de 300 millones y descenso de vuelos y pasajeros

La polémica ha acompañado al Aeropuerto de Corvera desde que se anunció su construcción. Y es que la Región de Murcia ya contaba con un aeropuerto, el de San Javier, premiado en varias ocasiones como el mejor de Europa en su categoría, además de estar a poco más de 40 minutos del aeropuerto de Elche (Alicante). Para construir la nueva infraestructura, el ejecutivo del Partido Popular cerró el Aeropuerto de San Javier para los vuelos comerciales (quedando únicamente para uso militar) y proyectó una gran obra en un páramo que no cuenta con comunicaciones con los grandes núcleos de población de la Región de Murcia.

Son los ecos de otros tiempos en los que la burbuja inmobiliaria aún llenaba de grúas antiguos terrenos de cultivo, transformándolos en campos de golf y resorts a los que iban a venir legiones de jubilados europeos. En pleno delirio del pelotazo, aún con Ramón Luis Valcárcel como presidente de la Comunidad Autónoma, políticos y constructores escribieron su propia versión del cuento de la lechera, que incluía un parque de atracciones de la Paramount a pocos kilómetros del nuevo aeropuerto. Aquella fue la excusa con la que el PP murciano presentó el proyecto, acusando de estar contra el progreso y la creación de riqueza a todos aquellos que señalaron que aquello era un disparate. Tampoco hacía falta mirar muy lejos para darse cuenta. En la vecina Comunitat Valenciana, los gobiernos de Zaplana y Camps ya habían promovido ese modelo con el Aeropuerto de Castellón (o el “aeropuerto del abuelo”, como lo bautizó Carlos Fabra) y con Terra Mítica. Dos proyectos ruinosos que diez años después trataron de copiar en la Región de Murcia.

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Así, en 2006, el Gobierno adjudicó las obras por 550 millones de euros a la sociedad Aeropuertos de la Región de Murcia (Aeromur), formada inicialmente por el Grupo Fuertes y las desaparecidas Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y CajaMurcia, a las que se unió posteriormente Sacyr Vallehermoso (hoy simplemente Sacyr), presidida entonces por el empresario murciano Luis del Rivero. En julio de 2008 comenzaron las obras, con la previsión de abrir al público el aeropuerto dos años después. En 2009, sin embargo, la falta de financiación hizo que las obras tuvieran que detenerse, ya que los bancos negaron nuevos préstamos a Sacyr. Para no asumir el escándalo político de una infraestructura de comunicaciones que ya olía a fracaso antes de su apertura, el Gobierno de Valcárcel decidió avalar con 200 millones a la sociedad empresarial para terminar la obra en 2012. Una vez finalizada, en 2013 ante los impagos, el contrato fue rescindido, el aval, ejecutado y esa deuda pasó a ser responsabilidad de la Comunidad Autónoma. Y por si fuera poco, además del aval, la Región de Murcia tuvo que asumir el pago de más de 22.000 euros diarios que costaba el mantenimiento de las instalaciones, a pesar de que el aeropuerto no se encontraba en funcionamiento. En 2015, tras varios juicios con Sacyr por la rescisión del contrato, el aeropuerto de Corvera pasó a ser propiedad de la Comunidad Autónoma. Dos años después, el dirigente del Partido Popular Jaime García-Legaz —también murciano— es nombrado presidente de Aena, que en diciembre de 2017 se hace con el control de la gestión del aeropuerto como concesionario. Fue en enero de 2019, más de una década desde que empezó su construcción y 7 años después de que las obras finalizasen, cuando el aeropuerto de Corvera finalmente se puso en funcionamiento.

Los números de pasajeros desmintieron rápidamente la ilusión de que un aeropuerto más grande se traduciría en más vuelos y visitantes a la Región de Murcia. A día de hoy, Corvera tiene un 30% menos de viajeros de los que tenía el aeropuerto de San Javier. De hecho, la apertura del nuevo aeropuerto significó un notable descenso tanto de viajeros como de rutas disponibles desde la Región de Murcia. Empresas como Jet2.com, Ryanair o British Airways suprimieron los vuelos directos a Edimburgo, Newcastle, Eindhoven, Francfort, Londres o Dublín que sí estaban operativos desde el aeropuerto de San Javier y que no se trasladaron al de Corvera tras su apertura. La pérdida de vuelos fue tal que, tratando de quitarle hierro, el Presidente anunció en TVE que desde Murcia saldrían vuelos directos diarios a Manchester… United. El “lapsus” de López Miras —convertido en meme viral en cuestión de segundos— simplemente fue muestra del nerviosismo de una administración que se quedaba sin poder justificar ante los ciudadanos y ciudadanas el gasto de cientos de millones de euros —se estiman más de 300— de las arcas públicas para construir una infraestructura innecesaria e inoperativa.

Polémica hasta en el nombre

La huida hacia adelante del Gobierno regional hizo que buscasen estrategias para que la ciudadanía dejase de hablar del enorme agujero en las arcas públicas que la ruinosa infraestructura estaba causando. Para desviar el tema de conversación sobre el aeropuerto y tratar de situar el foco en un debate mucho menos desfavorable para el Partido Popular, el ejecutivo de López Miras decidió, pese a las advertencias de ilegalidad por parte del Gobierno central, bautizar a Corvera como “Aeropuerto Juan de la Cierva”. Si bien es cierto que el ingeniero murciano fue quien inventó el autogiro, precursor del helicóptero, también lo es que jugó un papel destacado en los preparativos del Golpe de Estado de 1936: De la Cierva ayudó a poner a disposición de Francisco Franco el Dragón Rapide, avión con el que el futuro dictador escaparía en secreto de Canarias con destino a Marruecos para ponerse al frente de la rebelión militar contra la legalidad democrática republicana, por lo que la Ley de Memoria Histórica impide que dé su nombre a una infraestructura como el aeropuerto. Finalmente, el Gobierno de España no autorizó la denominación del aeropuerto que pretendía López Miras.