¿València, Cap i Casal, o Nueva Madrid?

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida — Rober Solsona Europa Press — ContactoPhoto
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida — Rober Solsona / Europa Press / ContactoPhoto
Los ciudadanos de València, estamos siendo abocados al modelo madrileño de ciudad a marchas forzadas. Los gobiernos del PP que, a diferencia de los Socialistas, vienen a hacer lo que dicen, no pierden el tiempo y saben que el espejo donde se tienen que mirar es el de la Madrid de José Luis Martínez-Almeida e Isabel Diaz Ayuso

La turistificación salvaje iniciada por la anterior alcaldía de València, de PSPV y Compromís, dejó abonado el terreno para que la alcaldía de PP y Vox, con María José Catalá a la cabeza continuara la senda, pero metiendo una marcha más. Esa marcha se traduce en convertirse en el chiringuito de Europa y en echar a la gente de su ciudad, renunciando a una línea política autónoma y apostándolo todo al modelo Almeida-Ayuso, que tan “buenos frutos” le ha dado al PP en la capital de España.

Los paralelismos con Madrid también se repiten a nivel político. En el lado de la oposición un partido socialista de bajo perfil y una marca regionalista como Compromís (Mas Madrid seria su equivalente en Madrid) más centrada en hacer política a golpe de chascarrillo y apariencia, que con propuestas alternativas o siquiera propósito de enmienda, tras el panorama dejado tras su cuestionable gestión. La única oposición con propuesta, al igual que en Madrid, es Podemos, fuerza que desgraciadamente se encuentra fuera del ayuntamiento y lejos del foco de los medios, pero que por el contrario tiene un plan serio para València y su ciudadanía. Un plan cuyo objetivo principal es devolver la ciudad a la ciudadanía, que las viviendas sean para vivir, no para especular y que València recupere su prestigio tanto en el ámbito nacional como internacional, lejos de la imagen de ciudad rendida al turismo y a los fondos buitre, a la que nos tratan de abocar.

María José Catalá está empeñada en someterse a la fuerza gravitacional de las políticas del PP de Madrid, hasta tal punto que no seria nada bizarro que decidiera rebautizar a la ciudad con el nombre de Nueva Madrid. Lejos de frivolizar con un tema tan serio, hay que señalar como las políticas centralistas que están poniendo en marcha, fomentan una ciudad cada vez mas volcada con el turismo y con la especulación urbanística, donde la ciudadanía valenciana no tiene cabida en su propia ciudad, principalmente porque a Catalá le importa la ciudadanía bien poco. La alcaldesa tiene claras sus preferencias y estas son poner las cosas lo más fácil posible al capital extranjero y a las elites valencianas para que utilicen la ciudad de València como su cortijo. Sin importarle, que las personas que realmente dan vida a la ciudad estén siendo expulsadas, o próximas a ello, ante los precios desorbitados a la hora de adquirir o alquilar una vivienda y lo molesto que se esta convirtiendo el vivir en la ciudad, para los afortunados que habitan una casa.

Fuera de este modelo de ciudad subalterna de Madrid hay más bien poco. El trabajo de la alcaldía en el resto de ámbitos, se centra en ideas estrambóticas como poner cuatro Arboles fotovoltaicos o importar un abeto de Italia, ambas ideas con unos costes para el erario público insultantes. Ni siquiera la seña de identidad de Vox, que se supone que es mejorar la seguridad, la han podido cumplir. La inseguridad en València aumenta sin parar, especialmente el tráfico de drogas y las violaciones. De los pocos servicios públicos mejor ni hablar, degradación o eliminación, al mas puro estilo del Partido Popular de toda la vida.

A pesar de que Catalá se esfuerza en ser una Almeida de marca blanca en la Comunitat. Catalá ha de tener una cosa clara, los y las valencianas no van a tolerar que convierta a València en una ciudad zombie, que se arrastre al ritmo que marque el PP de Madrid. Somos un pueblo acogedor y generoso, pero con una identidad bien definida, por lo cual no vamos a aceptar ser tutelados desde otra autonomía. Menos aun cuando sus políticas expulsan a los valencianos de sus hogares.

Nada de esto sería posible sin suscriptores

La función no ha hecho más que empezar y un PP envalentonado, echado al monte de la mano de la extrema derecha y con una oposición en el ayuntamiento más preocupada de salir bien en las fotos que en intentar ser útiles, puede hacer mucho daño a la ciudad.  Desde la oposición valiente y constructiva que Podem València ejerce, somos consciente de ello y de la gravedad que representa y por eso asumimos la responsabilidad que nos corresponde como fuerza de izquierdas y comprometida. Siempre estaremos de parte de la ciudadanía, haciendo oposición a las políticas que echan a las personas de sus casas, de su propia ciudad, para que unos pocos se forren. Recuperemos València, recuperemos el hogar de los y las valencianas.