CCOO rechaza las “autobajas” de Mónica García
La “autobaja” de Mónica García parece encontrar cada vez más detractores ante su posible aplicación: el sindicato Comisiones Obreras, a través de su Secretaría de Políticas Públicas y Protección Social y de la de Secretaría de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental ha emitido un comunicado en el que se posiciona en contra de la medida estrella de Sanidad con la que el ministerio de Mónica García busca abordar el colapso sanitario.
CCOO comienza su comunicado pidiendo ser consultados como agentes sociales ante una medida, que, según dicen, “afecta a los intereses de las personas trabajadoras”, y afirma que éstas precisan de “garantías y certezas” cuando se ausentan de un puesto de trabajo por motivos de salud. Por ello, señalan desde el sindicato, la mayor garantía para que esa ausencia quede justificada es que una persona profesional de la salud establezca “que el estado de salud de una persona es incompatible con el trabajo que desempeña”, es decir, que sean las y los médicos quienes prescriban las bajas y no las personas trabajadoras por su cuenta y riesgo.
De este modo, el sindicato se une a las críticas vertidas en redes sociales a lo largo del día desde que se hiciera pública la propuesta. Muchas de ellas advertían de los riesgos de implantar la medida, tanto para la seguridad laboral de los y las trabajadoras, como ante el derecho a la asistencia médica pública garantizada que quedaba comprometido bajo el modelo de “autodiagnóstico” que defiende el equipo de Sanidad.
CCOO continúa afirmando en su comunicado que las bajas no se “cogen”, sino que se “prescriben” y por tanto, la responsabilidad del autodiagnóstico no puede ponerse sobre la espalda de las personas enfermas, que ni tienen capacidad de prescribirse bajas, ni tampoco de recetarse fármacos.
El sindicato puntualiza además que en la situación propuesta, —los tres días primeros de enfermedad común o accidente no laboral— se pone en riesgo no solo el diagnóstico de la persona que pudiera “autoprescribirse” la baja, sino que se la deja “sin prestación, sin salario, sin diagnóstico de atención primaria y sin garantía de su ausencia y respaldo asistencial” ya que no es hasta la cuarta jornada de baja cuando se percibe el 60% de la base reguladora, hasta el 20 inclusive.
Como muchas de las críticas en las redes han señalado, CCOO apunta también otro de los argumentos contra esta medida, y es que no sirve para abordar el colapso de la atención primaria que “no puede aliviarse con la desprotección de las personas” evitando que acudan a sus profesionales médicos. Para el sindicato, el déficit de personal se soluciona “con más inversión y mejor gestión de los recursos públicos” y es ahí donde “dar la batalla” y advierte del fracaso que suelen suponer las “iniciativas no acordadas” como la que parece haber puesto Sanidad sobre la mesa.
Por su parte, UGT también ha enviado un comunicado en el que también recela de la falta de diálogo y considera que una medida como ésta “sería complicada de aplicar” en base a la Ley General de la Seguridad Social, que exige un informe emitido por parte de una persona profesional de la Sanidad Pública para iniciar un periodo de baja médica.
