El Gobierno de Sánchez filtra a la prensa que el nuevo jefe de la Casa del Rey es "muy conservador" y "va a ir al choque"

Sectores del Ejecutivo temen que Villarino quiera imponer sus tesis en las relaciones con la monarquía
El jefe de gabinete de Josep Borrell, Camilo Villarino, interviene durante la sesión 'Seguridad y crecimiento económico', en la primera jornada del XXVII encuentro de economía ‘Consecuencias económicas de la guerra en Ucrania’, a 11 de noviembre de 2022, en S’Agaró, Girona, Catalunya (España). En esta edición las jornadas incluyen un amplio listado de ponentes de primer nivel y un homenaje a John Hoffman, consejero delegado de la GSMA, la entidad organizadora del Mobile World Congress. Las jornadas llegan marcadas por las diferencias entre el Gobierno, por un lado, y el sector bancario y el BCE, por otro, respecto al impuesto a la banca.,Image: 736742006, License: Rights-managed, Restrictions: , Model Release: no, Pictured: CAMILO VILLARINO, Credit line: Lorena Sopêna / Europa Press / ContactoPhoto
Camilo Villarino — Lorena Sopêna / Europa Press / ContactoPhoto

El nuevo jefe de Casa Real, Camilo Villarino, en sustitución de Jaime Alfonsín, que ha sido el máximo colaborador de Felipe VI en los últimos 30 años, no ha sentado igual de bien a todos los miembros del Gobierno.

Según informa El Confidencial, hay sectores del Ejecutivo que califican a Villarino como “muy conservador” y mientras que otros ministros consideran que “no tiene adscripción ideológica”.

Los miembros del Gobierno de Sánchez más críticos con Villarino anticipan que “va a ir al choque”, “va a dar la batalla” y “va a querer imponer” sus tesis en la relación entre Casa Real y el Ejecutivo.

Villarino es un viejo conocido para el PSOE, no en vano es el actual jefe de gabinete del socialista Josep Borrell, Alto Representante para la Política Exterior de la UE, puesto que ya ocupó con la exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, que contó con los servicios del nuevo jefe de la Casa del Rey que ya había sido jefe del equipo del último canciller de Mariano Rajoy, Alfonso Dastis.

Con quien Camilo Villarino no parece tener muy buenas relaciones es con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien cuando llegó al Ministerio, en sustitución de González Laya, lo vetó para que fuera embajador en Moscú por su implicación en la investigación judicial por haber permitido dejar entrar en España al jefe del Frente Polisario, Brahim Ghali, por motivo sanitarios, hecho que le costó el puesto a la exministra y una crisis diplomática con Marruecos. 

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