Los y las estudiantes rompen el silencio: Los desafíos en la educación para la Igualdad de Género

Mirella, Verónica y Diana, representantes de la juventud, comparten experiencias marcadas por la desigualdad, subrayando la urgencia de transformar la educación y la sociedad
Varios niños y niñas participan en una concentración convocada por la Asamblea Feminista, en la inmediaciones del Puente de Serranos, en Valencia, Comunidad Valenciana (España), a 8 de marzo de 2021. Este es uno de los actos que se celebran con motivo del Día Internacional de la Mujer que este 2021 está marcado por la ausencia de grandes movilizaciones, como en años anteriores, que han sido sustituidas por concentraciones en la calle con restricciones de aforo o protocolos de seguridad contra el coronavirus.,Image: 596045392, License: Rights-managed, Restrictions: , Model Release: no, Credit line: Rober Solsona / Europa Press / ContactoPhoto
Estudiantes participando en manifestaciones feministas - Rober Solsona / Europa Press / ContactoPhoto

En la víspera del 8 de marzo, las voces vibrantes de Mirella, Verónica y Diana — estudiantes que han querido compartir su experiencia estudiantil sobre la igualdad de género en las aulas—, adolescentes españolas, resuenan con fuerza, destacando la urgencia de una educación más equitativa en las aulas. Estas jóvenes, representantes de las generaciones futuras, comparten sus experiencias, desafíos y aspiraciones, subrayando la importancia de la igualdad de género desde temprana edad.

A pesar de sus éxitos académicos y sus perspectivas profesionales en campos como la ciencia y el diseño, las tres han enfrentado obstáculos marcados por la desigualdad. Desde elecciones de disfraces en el colegio que refuerzan estereotipos de género hasta roles asignados en actividades escolares, Mirella, Verónica y Diana son testigos de la persistencia de normas perjudiciales que limitan las opciones de las mujeres.

Para este 8 de marzo, Mirella reflexiona sobre la lucha histórica de las mujeres, reconociendo los avances, pero haciendo hincapié en los desafíos continuos. Tanto ella como Diana insisten en la importancia de rendir homenaje a las mujeres pioneras que allanaron el camino hacia los derechos actuales. Además, destacan la necesidad de que el Día de la Mujer tenga un papel más significativo en la educación, no solo como celebración, sino como recordatorio de la lucha continua por la equidad de género.

Aunque las jóvenes expresan su deseo de que el 8 de marzo se celebre con más énfasis en las escuelas, lamentan la falta de enfoque en este tema. Mirella propone actividades para concientizar a las nuevas generaciones sobre la importancia del Día de la Mujer, mientras que Verónica destaca la necesidad de seguir celebrando esta fecha para manifestarse en apoyo de los derechos de la mujer.

En cuanto a la educación, Mirella plantea la discrepancia entre las afirmaciones de apoyo y la realidad de las desigualdades persistentes, particularmente en campos como la ciencia. Diana aboga por una enseñanza que destaque el valor individual más allá del género, subrayando que cada persona es un ser humano con derechos igualitarios.

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En definitiva, las voces de Mirella, Verónica y Diana no solo resaltan la necesidad apremiante de abordar la igualdad de género en la educación y la sociedad, sino que también reafirman que el 8 de marzo no debe ser solo una celebración anual, sino un recordatorio constante de la lucha continua por la igualdad de género y la necesidad de un cambio tangible en las actitudes y prácticas cotidianas.