Cultura de la violación

La revista satírica francesa Charlie Hebdo se mofa de la violación de Gisèle Pélicot por parte de 70 hombres

El semanario de humor gráfico utiliza el caso de la agresión sexual en Mazan para bromear sobre la situación política en el país

charlie hebdo_16x9-recortada
Twitter (X)

Este miércoles la revista francesa Charlie Hebdo ha publicado dos viñetas en las que, a través de la sátira gráfica, ironizaba sobre el nombramiento del nuevo primer ministro. Para hacerlo, Hebdo utilizaba el caso de agresión sexual a Gisèle Pélicot, parodiando la imagen de la superviviente de un brutal caso de violencia sexual que se hizo público esta semana y que ha sacudido al país.

Pélicot, que fue sedada y violada durante una década por su marido Dominique y casi un centenar de hombres en el municipio francés de Mazan, aparece en las páginas de Hebdo siendo directamente violada por un grupo de hombres en una de las viñetas, en una metáfora sobre la candidata del Frente Popular. En otra de las viñetas, la mujer aparece tendida con las marcas de una agresión sexual.

La reacción del feminismo francés ha sido unánime: no hay humor ni sátira que justifique el uso que Charlie Hebdo ha hecho de víctima y su situación.

Las críticas a la revista califican la viñeta de Hebdo como cultura de la violación. También han señalado que la representación de Pélicot revictimiza a la víctima de la agresión, y banaliza la misma y a sus perpetradores.

Nada de esto sería posible sin suscriptores

Hebdo, en su línea habitual, no se ha pronunciado sobre la polémica ni rectificado su publicación. El semanario satírico, fundando en 1992, se autodefine como “de izquierdas y laico”, sin embargo, el sesgo racista y machista en su humor no ha pasado desapercibido en muchas ocasiones. Algunos usuarios en redes han comparado la solidaridad que la revista recibió tras el atentado 2015, representada en el hashtag #JeSuisCharlie, con la insensibilidad mostrada por la publicación ante el caso de Mazan. Este juicio y la dignidad mostrada por la superviviente en sus declaraciones se ha convertido en un caso histórico para los derechos de las mujeres víctimas de violencia machista en Francia. “No habéis aprendido nada —afirmaba una twittera francesa— Je Ne Suis Charlie”.