¿Crisis habitacional? ¿Qué crisis?

Podemos afirmar que una parte muy importante del votante progresista ha asumido que ser rentista no hace daño a nadie

Mientras la mayoría de la juventud ve la emancipación como una utopía, el Partido Socialista vela por el interés de los rentistas con uñas y dientes.  Un colectivo que en ningún momento se ha visto amenazado, pero al cual el PSOE mima y protege, por puro interés partidista. Así es el PSOE, capaz de vender cualquier ideal con tal de mantenerse en el poder. De poco les vale que el derecho a una vivienda digna este recogido en el artículo 47 de la Constitución. Mas bien, parecería que el redactado del artículo fuera el siguiente: “Todos los rentistas tienen derecho a disfrutar del máximo beneficio mediante la especulación con el derecho a la vivienda. Sera obligación del Partido Socialista velar por la consecución de tal fin.” Dejando frivolidades aparte, hay que conocer las razones por la que el PSOE evidencia un posicionamiento tan claramente a favor de los rentistas.

La mayoría de cargos del propio partido son rentistas, ellos mismos ni si quiera creen en que la vivienda sea un derecho

La primera razón es obvia, y todo el que sea capaz de reflexionar lejos de la miopía partidista, se dará cuenta que el PSOE de izquierdas se quedó en la Segunda República. En la transición el PSOE se refundo en una agencia de colocación, debía y debe alimentar a mucha gente que se quedaría en la calle, si osara contradecir a las élites. Ya hemos visto que a los poderes en la sombra no le sientan muy bien los que amenazan su poder y como ejemplo ya tenemos a PODEMOS. Eso lo sabía el PSOE de la transición y por eso se ha convertido en el partido que mejor ejemplifica el “stablishment”. En todos los años de gobiernos del PSOE que hemos tenido desde la transición, su apuesta por la vivienda pública ha sido irrisoria. Luego lo de ahora no es nada nuevo. Es más , viendo el proceder de Sánchez, capaz de decir una cosa y hacer la contraria, casi que se le disculpa.

La segunda razón, es que la mayoría de cargos del propio partido son rentistas, ellos mismos ni si quiera creen en que la vivienda sea un derecho; más bien lo ven como una inversión segura para garantizarse un salvavidas para ellos y sus familias en caso de dejar la vida política. ¿Por qué iban a legislar en contra de sus propios intereses? Las élites políticas no están diseñadas para trabajar, eso es de plebeyos. Si no pueden vivir de la política, tendrán que vivir de algo que no manche sus manos y si no es una puerta giratoria, ¿Qué mejor que especular con el derecho de la ciudadanía a la vivienda?

Nadie propone que un propietario no alquile su casa, tan solo se propone que se imponga la cordura en los precios mediante la ley

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Y la tercera razón es que el PSOE, como perfecta maquinaria política, conoce muy bien a su electorado. El grueso de su electorado son personas de “clase media”, me van a permitir que me tome la licencia de llamarlos clase media para simplificar, ya que para mí realmente solo existen los que viven trabajando y los que viven del trabajo de los demás. Esta “clase media” los cuales a costa de sacrificio y esfuerzo han logrado tener un piso y seguramente heredar algo de patrimonio, han interiorizado y aceptado que vivir de especular con un derecho no es algo tan malo. Porque ya lo dijo Ábalos, la vivienda es un derecho, pero también un bien de mercado y oye si yo tengo un pisito heredado de mis padres que alquilaba por 600 euros, ¿quién me prohíbe a mi subirlo a 1200? “Es el mercado amigo”. “No voy a perder dinero mientras otros lo tienen al doble de precio”. Solidaridad de clase, sí señor. Y es que la verdad que el capitalismo tuvo una idea genial, crear categorías entre los pobres como la cacareada “clase media”, para poder pisar a tu igual por ser un poco más desgraciado que tú.

Así que con estos mimbres podemos afirmar que una parte muy importante del votante progresista ha asumido que ser rentista no hace daño a nadie. Para mi aquí está el problema más grave, ya que hunden a los jóvenes y aúpan a las élites validando los paradigmas especulativos. La clase media tiene en gran parte la solución y debe reflexionar si se pone de lado de las élites, hipotecando el futuro de la juventud, o se pone de lado de la juventud y exige que la vivienda sea por encima de todo un derecho para todas y todos. Nadie propone que un propietario no alquile su casa, tan solo se propone que se imponga la cordura en los precios mediante la ley. No se puede entrar en una espiral especulativa con un derecho vital que, en teoría, solo en teoría, esta blindado por la constitución. ¿Aceptaríamos que se especulara con el derecho a la salud? ¿Y por qué lo permitimos con el derecho a la vivienda? Tal vez estemos poniendo los medios para que en un futuro ocurra.