Ceuta

Rafael David Guerra, profesor en Ceuta, a sus alumnos: “Sois unos moros que deberíais estar todos en vuestro país”

Alumnos y alumnas de 2º de la ESO de un instituto público de Ceuta han sido víctimas de descalificaciones racistas por parte de un profesor de la asignatura Valores éticos, que ahora se encuentra a la espera de ser expedientado

A la izquierda, Rafael David Guerra, profesor de la asignatura "Valores Éticos" — Diario Red
A la izquierda, Rafael David Guerra, profesor de la asignatura "Valores Éticos" — Diario Red

El pasado viernes, en un instituto público de Ceuta, tuvo lugar un episodio deplorable cuando Rafael David Guerra, quien imparte la asignatura Valores éticos, decidió dedicar descalificativos racistas a su alumnado de 2º de la ESO. En un aula repleta de adolescentes de confesión musulmana, el docente tuvo a bien decir lo siguiente: “Sois unos moros que deberíais estar todos en vuestro país. No tenéis vergüenza ni educación y sois el reflejo de vuestros padres y madres”.

“El profesor mandó callar a unos compañeros, y uno de los chicos, procedente de Tánger y que no habla del todo bien nuestra lengua, le dio una respuesta que no le pareció correcta”. Ante esto, según la estudiante, Guerra le recriminó al chico que “los moros os pensáis que por ser musulmanes podéis responder como queráis a los profesores”

Tras haber tenido conocimiento del hecho, y de que por parte de la dirección del centro escolar la intención no era otra que la de quitarle hierro al asunto a través de un “no volverá a ocurrir”, la FAMPA se puso rápidamente en contacto con la Dirección Provincial de Educación. Mohamed Ali, presidente de la asociación de madres y padres, declara lo siguiente: “Nos han dicho que remitamos un escrito en el que aparezcan recopiladas las quejas de los padres de los y las estudiantes para, a partir de ahí, proceder a la apertura de un expediente”. Ali tiene claro que un hecho de tal gravedad, “que no ha sido negado en ningún momento”, no puede zanjarse con una disculpa. “Es alucinante que esto siga ocurriendo en nuestra ciudad”, finaliza. 

Una alumna ha relatado a este medio cuál fue el inicio de todo: “El profesor mandó callar a unos compañeros, y uno de los chicos, procedente de Tánger y que no habla del todo bien nuestra lengua, le dio una respuesta que no le pareció correcta”. Ante esto, según la estudiante, Guerra le recriminó al chico que “los moros os pensáis que por ser musulmanes podéis responder como queráis a los profesores”. La chica intercedió por su compañero y reprochó al adulto su comentario, que no dudó en tacharla de “maleducada”. Fue entonces cuando quien tiene la labor de promulgar entre los chavales los valores que han de sustentar la convivencia social, inició su discurso acerca de quienes sí y quienes no deben “vivir en nuestro país”. La estudiante de Secundaria recalca que “sus palabras no fueron producto de ningún enfado o ataque de ira, sino que dijo lo que dijo con total sangre fría”.

Pero el asunto no termina aquí, pues esta chica ha tenido que sufrir las consecuencias de plantarse ante el docente y la reacción (al menos inicial) de la dirección del centro. Su madre narra lo siguiente: “Este martes, al saber que se iba a recabar información para abrir un expediente al profesor, le dije a mi hija que, mientras tanto, no compartiera espacio con él. Por ello, se ha negado a entrar en su clase. Lo sorprendente es que tampoco le han dejado entrar en las clases siguientes, quedándose desde cuarta hora sola en la biblioteca”. Es decir, quien ha mantenido una postura beligerante contra el comportamiento racista de su profesor es la que, de momento, ha sido sancionada sin recibir la Educación a la que tiene derecho. “Es vergonzoso que sea ella la que tenga que recibir reprimendas”, sostiene su madre, que no oculta su indignación ante todo lo ocurrido.

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En un pasaje de su ensayo “Islamofobia: nosotros, los otros, el miedo”, Santiago Alba Rico lleva a cabo un ejercicio revelador consistente en seleccionar declaraciones públicas islamófobas y sustituir los términos “islam” o “musulmanes” por “judaísmo” o “judíos”. Al hacerlo, el filósofo obtiene, por ejemplo, esta sentencia de boca de la reina Margarita de Dinamarca: “El judaísmo lleva años desafiándonos a escala mundial y local (…) tenemos que mostrar nuestra oposición al judaísmo (…) porque hay cosas ante las que no debemos mostrarnos tolerantes”. O esto, procedente de un líder de la extrema derecha belga: “Cuando observo la cultura judía creo que la nuestra es superior; nuestros valores, nuestra forma de vida, son superiores y tenemos que decirlo. No considero que la manera de vivir de los judíos sea compatible con la nuestra”.

La normalización de la deshumanización del colectivo musulmán hace estragos y conlleva consecuencias desastrosas desde mucho tiempo atrás

Todos y todas nos estremecemos porque, automáticamente, pensamos en el horror de Auschwitz y las cámaras de gas. Pero ni la monarca ni el ultra atacaban al pueblo hebreo, sino al musulmán, algo, por desgracia, mucho más aceptable y aceptado en nuestros días. Algo así debió de pensar el viernes este profesor, licenciado en Filosofía. Es posible que Rafael David Guerra considerase que sus degradantes comentarios no recibirían ningún tipo de contestación. No en vano, en las últimas semanas hemos sido testigos de la total impunidad que ha disfrutado José Félix Ramajo, el tertuliano del programa Cuarto Milenio, tras hacer un llamamiento a la limpieza étnica en vivo y en directo. “Todo alrededor de Israel son terroristas y basura humana que debería ser exterminada”, afirmó sin rubor. Nadie en el plató levantó una ceja.

La normalización de la deshumanización del colectivo musulmán hace estragos y conlleva consecuencias desastrosas desde mucho tiempo atrás. En Ceuta, territorio en el que la mitad de la población profesa la fe islámica y en el que Vox ostenta nada más y nada menos que un 20 por ciento de la representación parlamentaria, esta forma de discriminación debe ser combatida, si cabe, con mucha más determinación que en cualquier otro lugar del país. En ese sentido, es todavía más inexplicable que, recientemente, el PSOE decidiera unir sus votos a los del PP y la ultraderecha para rechazar una propuesta de la formación de izquierdas Ceuta Ya! relativa a poner en marcha un Plan contra la Islamofobia. Según dijo el portavoz socialista, “en Ceuta no hay islamofobia”. Que se lo digan a los alumnos y alumnas del señor Guerra.