Frenen el genocidio, ustedes pueden

Ione Belarra es ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos

En unas horas tendrá lugar la cumbre internacional organizada por Egipto para abordar la situación del conflicto entre Israel y Palestina. En ella participará el presidente del Gobierno de España en funciones, Pedro Sánchez, el presidente francés, Emmanuel Macron, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el secretario general de la ONU, António Guterres y también el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, así como una numerosa delegación de líderes y altos cargos de una veintena de países.  Se trata de una reunión clave tras la visita fallida a la región del presidente estadounidense, Joe Biden, que se produjo durante esta semana.

Es el momento de actuar, es ahora o nunca. El Estado de Israel, amparado por los EE.UU. y por la Unión Europea, está llevando a cabo un genocidio sobre la población palestina de la franja de Gaza con bombardeos masivos sobre población civil, incluyendo un hospital cristiano en el que se refugiaban centenares de personas, según afirman las propias organizaciones y periodistas desplazadas en terreno. También se han producido ataques a escuelas, lugares de culto y edificios de viviendas. En total, más de 3.000 personas han perdido la vida de momento, de las cuales un tercio de las víctimas son niños y niñas y entre las que se incluyen trabajadores de Naciones Unidas y periodistas. Se mantienen los cortes de agua y luz y el bloqueo a toda ayuda humanitaria. Según la propia UNRWA, los niños y niñas palestinos están viéndose obligados ya a beber agua sucia. La situación es desesperada y no caben reuniones cara a la galería. Necesitamos que la cumbre internacional de hoy sea lo que nunca son estos encuentros: operativa.

Quienes se sientan hoy en la mesa pueden obligar a Israel a un alto el fuego, a que deje de bombardear a la población civil y a que ponga fin a los crímenes de guerra que está cometiendo. También pueden obligarle a abrir corredores humanitarios para que la gente pueda salir y la ayuda humanitaria pueda entrar. Debemos exigir al Estado sionista que restablezca el agua y la luz, acabando con esta vulneración flagrante del derecho internacional humanitario que va a provocar una muerte lenta y dolorosa a miles de personas. Y, si las exigencias no funcionan, todos estos países que asisten a la cumbre internacional pueden aplicar mecanismos disuasorios como los que se usaron contra la cúpula rusa de Putin cuando invadió ilegalmente Ucrania. Suspendan la venta de armas a Israel, inmediatamente, hoy. Apliquen sanciones económicas ejemplares, que Netanyahu y su gobierno no pueda mover un solo dólar o euro de sus cuentas en el extranjero. Creo que no hace falta recordar que la venta de armas a países en conflicto es algo que está prohibido en la legislación española y también en la de muchos otros países del mundo.

Deseo que todos los líderes que se sientan hoy en esa mesa sean conscientes de que la historia nos está mirando. Hoy se crea un precedente entre defender el derecho internacional o permitir la barbarie, la ley del más fuerte. Piensen quiénes desearían ser si hubiesen vivido durante la Guerra Civil española, si los asesinos totalitarios que dieron un golpe de estado y tiraron a la gente en cunetas, si quienes bombardearon Gernika o quienes defendieron el Estado democrático hasta el final. Si quisieran ser las naciones de Europa que miraron hacia otro lado, o las naciones como México que acogieron a las víctimas y estuvieron del lado de la República.

Es imprescindible que el Estado de Israel sepa que sus crímenes de guerra no quedarán impunes, que no se cometerán con el silencio de la comunidad internacional. Hoy es imperativo ese alto al fuego, como lo es trabajar a medio plazo en establecer una paz justa, duradera y estable en la región, que acabe con la política de ocupación ilegal y de apartheid por parte del Estado de Israel sobre el pueblo palestino. Se lo ruego, frenen el genocidio, ustedes pueden.

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