El PP no quiere que hablemos del Campo de Gibraltar en el parlamento andaluz

El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz, atiende a los medios tras el acto de Juramento a la Bandera Nacional en El Rocío. A 16 de marzo de 2024, en El Rocío, Huelva (Andalucía, España). Más de 700 civiles han participado en el Juramento o Promesa de Fidelidad a la Bandera Nacional celebrado en el Mirador de las Marismas de la aldea de El Rocío. El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz, ha asistido al acto.,Image: 857326098, License: Rights-managed, Restrictions: , Model Release: no, Pictured: ANTONIO SANZ, Credit line: Rocío Ruz / Europa Press / ContactoPhoto
Antonio Sanz, consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía — Rocío Ruz / Europa Press / ContactoPhoto
La democracia exige un debate abierto y honesto sobre los problemas que afectan a la sociedad, y el veto a la comparecencia de Paco Mena es un insulto a esos principios fundamentales

Hace unos años, siendo diputado en el Congreso, tuve el privilegio de solicitar y presenciar la comparecencia de Francisco Mena en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, donde nos brindó una valiosa visión sobre la situación del Campo de Gibraltar en relación con el narcotráfico y todos los problemas que genera en la provincia de Cádiz. En aquel momento, su testimonio fue fundamental para entender la complejidad de la problemática y buscar soluciones efectivas. Siempre he sido partidario de la participación en la vida parlamentaria de todos los agentes sociales, porque entiendo que su contribución ensancha la democracia y acerca la política a la vida real de la gente. Ahora, como representante en el Parlamento de Andalucía, pretendía hacer lo mismo: invitar a Mena para que compartiera su experiencia y conocimientos con todos los diputados, ampliando así el debate y enriqueciendo la democracia parlamentaria.

La negativa del Partido Popular a permitir la comparecencia de Francisco Mena es un golpe a la transparencia y al deber de rendición de cuentas que deben prevalecer en cualquier gobierno democrático. Esta acción, respaldada únicamente por la mayoría parlamentaria del PP, evidencia una falta de compromiso con los ciudadanos andaluces y un desprecio por abordar de manera efectiva problemas graves como el narcotráfico en el Campo de Gibraltar.

El argumento utilizado por el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz, basado en el supuesto incumplimiento del reglamento de la comisión, no es más que un intento de justificar una decisión que busca evitar el debate y la exposición de una situación que resulta incómoda para el partido en el gobierno de la Junta. Resulta especialmente indignante que se rechace la presencia de una figura como Francisco Mena, reconocida por su labor en la lucha contra el narcotráfico, mientras se permiten otras comparecencias de menor relevancia política.

La actitud del consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, al negar la comparecencia de Mena, además de cuestionable y reflejar una falta de voluntad política para abordar un problema que afecta gravemente a la seguridad y el bienestar de los ciudadanos andaluces, nos recuerda a lo ocurrido hace unos meses con Miguel Delibes, al que también vetó para hablar de la situación de Doñana. El contraste entre esta negativa y la disposición del gobierno a comparecer ante otros temas de menor relevancia es revelador y pone de manifiesto las verdaderas prioridades del partido en el gobierno.

Además, la hipocresía de Sanz queda patente al recordar su propia solicitud de comparecencia en el Parlamento de Andalucía para abordar el trágico asesinato de dos guardias civiles en Barbate. Aunque carecía de competencias directas sobre el tema, hoy queda claro que Sanz buscaba obtener rédito político y hacerse la foto ante la opinión pública. Este comportamiento oportunista demuestra la falta de coherencia y la priorización de intereses partidistas sobre el bienestar y la seguridad de los ciudadanos.

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La negativa del PP a permitir la comparecencia de Francisco Mena mientras se otorgan privilegios a otros representantes afines al partido demuestra una falta de integridad y un desprecio por el deber de servir al interés público.

Los ciudadanos demandan responsabilidad y transparencia a sus representantes políticos y rechazan cualquier intento de manipulación y censura en el ámbito parlamentario. La democracia exige un debate abierto y honesto sobre los problemas que afectan a la sociedad, y el veto a la comparecencia de Paco Mena es un insulto a esos principios fundamentales.

Que el PP vete a los colectivos a participar en el Parlamento de Andalucía, refleja la verdadera cara de la derecha andaluza, este no es el primer veto, ya lo hicieron con Miguel Delibes, para impedir que hablara de Doñana. Ese es el talante del PP, o dicho de otra manera, los señoritos de toda la vida.