Serigne Mbaye: La lucha contra el fascismo y la xenofobia

Serigne es dirigente de Podemos, pero como otros compañeros de partido, no es un político profesional; es un luchador que encarna los valores de justicia, igualdad y solidaridad. He visto a todo tipo de personas, mujeres y niños llegar a nuestras costas en pateras, buscando desesperadamente una vida mejor. He sentido la impotencia y el dolor de no poder hacer más por ellos, y sé que Europa necesita a alguien que haya vivido esta realidad y que la comprenda desde el corazón, no solo desde la teoría.

La trayectoria de Serigne ha sido un ejemplo de lucha incansable por los derechos de los más vulnerables. Su propia experiencia como inmigrante le permite ver más allá de las cifras y las estadísticas. En un momento donde el discurso de odio y el rechazo al diferente se están normalizando, su voz es más necesaria que nunca.

Enfrentamos grandes desafíos en Europa: el cambio climático, la creciente desigualdad y el régimen de guerra. Pero también enfrentamos un peligro aún mayor: la amenaza del fascismo y la intolerancia. Serigne representa todo lo contrario a estos males. Su compromiso transformador ofrece una alternativa real y esperanzadora. Él entiende que la diversidad no es una amenaza, sino una riqueza que nos hace mejores.

 Su presencia en el Parlamento Europeo sería un reflejo fiel de la realidad de millones de personas que ya viven en Europa, personas que, como él, han venido a contribuir y a luchar en unidad por un futuro mejor

Además, su capacidad para unir a la gente y trabajar por un bien común es inmejorable. Mientras otros buscan dividirnos, Serigne apuesta siempre por lo que nos une, por el diálogo y la cooperación. Su presencia en el Parlamento Europeo sería un reflejo fiel de la realidad de millones de personas que ya viven en Europa, personas que, como él, han venido a contribuir y a luchar en unidad por un futuro mejor.

No podemos permitir que el miedo y el odio impongan el futuro de Europa. Necesitamos personas que nos recuerden que la humanidad y la solidaridad deben estar en el centro de nuestras políticas. Serigne, con su compromiso y su empatía, es exactamente el tipo de representante que Europa necesita.

En estas elecciones, apoyar a Serigne no es solo un acto político; es un acto de dignidad ética. Es decir no al fascismo y sí a una Europa inclusiva, justa, democrática y comprometida. Es respaldar a alguien que entiende que cada vida tiene valor y que cada persona merece ser tratada con respeto.

Como alguien que ha visto el rostro del sufrimiento y la esperanza en las costas de Cádiz, sé que Europa necesita a Serigne en el Parlamento Europeo. Su candidatura es una oportunidad para avanzar hacia un futuro donde la solidaridad y la honestidad sean nuestras guías. No debemos dejar pasar esta oportunidad.