Abraza a un fotoperiodista
Esta es una oda a los olvidados. Ni Iniesta de mi vida ni de tu vida. Ni vamos Rafa ni no vayas Rafa. Quiero hablar de Diego, Alberto, David, Sergio, Lere, Ricky, Dani, Jesús, Juan Carlos, Eva, Edu, Feria, Álvaro y tantos y tantas. En este caso son fotógrafos pero podría ser cualquier alienígena que arrime el hombro y que pase desapercibido porque hace un trabajo sordo, mudo, pero lleno de matices y realidades. En su cuarto oscuro se rebela (con b) todo.
Esta cuadrilla de foteros se pasan la vida en lugares a donde no va casi nadie (especialmente los plumillas o periodistas). Desahucios, manis pro palestinas, mani, mani, mani (que no money). Se saludan entre ellos, charlan entre ellos, se cuidan, te cuidan, se involucran. Se llevan el curro y las penas a casa. Son los esenciales aunque los que llenan platós y portadas son los otros, los periodistas, las “estrellas”, los “muñecos”.
Muchos fotoperiodistas son autónomos, falsos o no tan falsos, otros tienen contrato y no tienen que estar a la última pregunta pero lo que salta a la vista es el compromiso, el contrato con las causas justas. La calle sí es suya. Con ellos te sientes además arropado cuando un mamarracho intenta ponerte la mano delante del objetivo de tu cámara o te dice eso de “prensa española manipuladora” (lo dicen también en Madrid, tierra trágame).
Todo esto me lleva a hablar también de otras cosas que importan. De como el otro día mientras me tomaba una pizza en el local de un amigo napolitano sonó un estallido feroz y volaron cristales. Dos niños que estaban sentados con su abuela y su madre se pusieron muy nerviosos porque estaban rodeados de cristales de todos los tamaños. —Mamá me da miedo moverme, hay cristales por todas partes, dijo uno de ellos. Yo pensé en Gaza, en que esa imagen (si todavía quedan pizzerías en Gaza) podría estar ocurriendo allí. No fue una bomba (ETA no existe, os lo juro por Snoopy) sino una estantería que venció por el peso de la cantidad de vasos y botellas allí almacenados. La diminuta trattoria quedó reducida a cristales. Es difícil no pensar en Gaza cada día de tu vida pero cuando te acaricia el tímpano un estruendo semejante… te teletransportas. Malditas las guerras, maldita la metralla, maldita las noches, las mañanas y las madrugadas de cristales rotos. Desde 1938 hasta 2024.
Todavía hay gente que habla del 7 de octubre, de la rave, de que si la abuela de Hamas fuma. Que sí, que la perra gorda para ti (los números cantan por soleares) pero sobre todo para las palestinas que han volado por los aires mientras iban al cole o esperaban en un pasillo de hospital a que le cosieran una pierna, un brazo o la crisma a su hija.
Igual soy un poco o muy iluso pero lo que está ocurriendo en Gaza durante este último año va a perseguir a Israel durante el resto de su existencia. La etiqueta de “mataniños” ya la tiene colgada, de ahí su rabia. Como siempre es mucho más fácil la huída hacia delante (fusil y misil en mano) que parar, reflexionar, disculparse y convivir con tu vecino en la casa que le arrebataste y echarte una partida de backgammon compartiendo un té, o dos.
Lo he dicho muchas veces en estas chapas anarquistas (ya no se puede decir libertarias): ya nadie se disculpa. Se ven las costuras de quien no cumple a rajatabla sus supuestos valores. A Marx rogando… y con Rosa Díez dando.
Esta semana hemos visto a Mónica García (la ministra que no deroga la 15/97) en el programa 59 segundillos no mover una ceja cuando en uno de esos test absurdos tiene que elegir entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias
Esta semana hemos visto a Mónica García (la ministra que no deroga la 15/97) en el programa 59 segundillos no mover una ceja cuando en uno de esos test absurdos tiene que elegir entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. —Pedro Sánchez, dijo sin inmutarse. Entiendo que un día en casa del ex vicepresidente se intentara sentar en un sofá y tuviera que hacerle hueco a su perro Tirso y que lo llevara mal. Entiendo que sea alérgica a los pelos de perro, aunque al parecer a los de Perro Sanxe no. Entiendo que la temperatura de la cerveza Alhambra 1925 no fuera de su agrado en su última visita a Galapangrado (si es que alguna vez fue). Entiendo que Pedro está todo bueno (le llaman en Europa Mr. Handsome, en el Sáhara Occidental no creo), pero no hay que olvidar nunca de dónde viene uno o una. Igual querida Mónica no venías del 15-M, igual simplemente pasabas por allí o ni siquiera asomaste tu nariz de anestesista por Sol. No sé, me pierdo, para variar. Pero si estás en un supuesto partido de izquierdas y entre Pedro y Pablo eliges a Pedro… acabas de quitarte la careta. Si a estas alturas del partido no sabes que te van a usar en Moncloa y cuando estés amortizada te van a dar la patada de Charlot… No te van a llevar en su Peugeot 407 a conocer la Playa de Genoveses ni siquiera Famara. Quirón es más de montaña, montaña rusa, ruleta rusa. Cálzate tus Chiruca y huye mientras puedas. Para las ampollas de los pies lo mejor es el Vicks Vaporub.
No te han preguntado con quién te irías de copas o con quién compartirías el colchón de Moncloa. Yo tampoco conozco el carácter que tenía García Oliver, igual iba de sobrado, pero si tengo que elegir entre García Oliver y Azaña me quedo con García Oliver, mire usted. No se debería meter una en política para hacer amigxs y para alimentar cuchi pandi alguna, creo yo. Hablamos de proyecto de país. El del PSOE ya le conocemos (más cal que arena). Me quedo en todo caso con su programa electoral. El único partido que (entre otras miles de cosas) ha permitido que en el Congreso merodee con un móvil gente que no podría regentar ni el puesto de pipas de la esquina, con todo los respetos para el puesto de pipas de la esquina. Como dijo José María García sobre Ayuso: —Pero coño, si no hay una cosa mejor, vamos a cerrar la tienda—. Pues eso, por muy mal que te caiga Iglesias si te cae mejor un androide como Sánchez (que le pone una vela a Gaza y siete a Tel Aviv) has de llamar a Houston lo antes posible y que te renueven el carnet de la UCD. Siempre puedes hacerte colega de Sánchez Illana, risas garantizadas. Bueno, puedes llamar a Houston o a Kamala directamente. De Sanidad Pública saben mucho por aquellos lares. Te lo juro por Ramón y Cajal.
Da miedo preguntar por ciertas personas, por ciertos conflictos. La respuesta nunca es la esperada. La llamada de la humanidad siempre da comunicando
El otro día discutíamos unos amigos, tomando unas enchiladas de mole, si las manifestaciones valían para algo. —¿Cuántas manis y concentraciones contra el genocidio en Gaza llevamos y cada vez está todo peor?, decía una amiga mía. —No valen para nada, es una mierda pinchada en un palo, hay que ir a Gaza directamente, porfiaba otro amigo. Y así estamos sin poder pagar el alquiler, viviendo con seis personas en un piso de tres, viendo como ingresa en prisión gente que defiende que hay que hacer algo urgente contra el cambio climático. Huracán Milton que estás en los cielos, help. Agua de remolacha 0, Leonas del Congreso 1. Y así seguimos. Con la mordaza en los talones. Ya no quiero preguntar por la niña saharaui de un año y medio que vive o vivía en la sala de no admitidos de la T-1 de Barajas. Aeropuerto Adolfo Suárez Marcha Verde Albares. Da miedo preguntar por ciertas personas, por ciertos conflictos. La respuesta nunca es la esperada. La llamada de la humanidad siempre da comunicando.
Precisamente esta semana en la que hemos visto a Felipe González en un par de platós recordando Suresnes (ese golpe de estado encubierto) pero sin mencionar una palabra de lo qué pasó realmente el 23-F. En la semana en la que vimos a Alfonso Guerra en un plasma (como M punto Rajoy) diciendo chorrada tras chorrada. Le quieren hacer la cama a Pedro y llevarse al huerto a Aznar. Pedro les parece bolchevique, imagínate el delirio de estos dos elementos. Estamos en el punto que si a estos dos les preguntan: —¿José Antonio o Aznar?— balbucearían antes de contestar convencidos: —Aznar—. Hasta el emérito ha reconocido que no había pan para tanto chorizo. Un visionario el hijo predilecto del genocida. Marca España.
Lo mejor de esta semana ha sido la contestación de Rufián a Pili y Mili al ser preguntado (por enésima vez) por ETA: —He comprado a Cubarsí por 50 kilos en el Fantasy y ya me estoy arrepintiendo—. No olvidemos que según la locuaz Ayuso… ETA está más fuerte que nunca. Días y semanas de plomo. Tenemos los días contados con tanto atentado. Nos pasamos el día mirando debajo del coche y solo vemos colillas. No hay día que el IRA no reviente un fish & chips en Londres, no te jode.
ETA de entrada sí, Txapote en vena. Tenemos gente en la cola del pescado que vota a este despropósito andante, ojo cuidado. Hay que chapar la tienda como decía El Butano y ponerle silicona a los candados del cierre. De todas maneras yo no sé qué hace Rufián fichando a Cubarsí cuando podría fichar a Isi Palazón. Este mismo diputado pedía a los de Junts que le miraran durante su alocución en el hemiciclo. Puede esperar sentado en el Parque Güell. Ni miran, ni sonríen, ni ná de ná. Están y se les espera. La burguesía catalana duerme a las ovejas y aburre a las cabras. El día que tire de las ramas (Brancas) Pujolet será un paso para la democracia y un gran paso para la humanidad. Porque, hay que decirlo todo, cuando en octubre del 44 se intentó la reconquista de “España” desde los Pirineos (pese a que los aliados nos dieran una patada en el culo) esta gente de Junts seguramente se hubiera puesto del lado de la Guardia Civil. Maquis de mis amores, os necesitamos más que nunca. Sierra Maestra, Canfranc, Casa Viejas, Cartagena…
Y sí, si me dan a elegir entre Jesús Monzón y Santiago Carrillo no lo dudo. Entre la nube de humo del Ducados y el gulag ambulante me quedo con el navarro, me quedo con los 15,000 que intentaron conquistar Vielha y seguir bajando para sacar a Franco a hostia limpia de nuestra tierra. 90 años han pasado y aquí seguimos, sacudiéndonos el fascismo día sí y día también. El PSOE no ayuda con sus medias medidas (half measures le dicen en inglés). Tellado de ministro de Interior en dos años, es para tirarse desde el faro de Suances en Cantabria contra el acantilado o el mar, sin mirar atrás. Carrillo ese gran bluff de la “democracia”. Fumando espero.
Así que me despido (que luego dicen que escribo de más) con un recordatorio. Si vais a una mani y os encontráis a un fotógrafo (o fotógrafa) dadles un abrazo de mi parte, de parte de todo el planeta. Esta gente huye de los focos, de los platós, no nacieron para jugar en el Real Madrid, ni ganar cinco tours (dopados tampoco)… nacieron para morir revelando, para hacer click y mejorar la especie. Yo les he llegado a llevar un bocadillo de tortilla al Calderón (no el teatro, el estadio) para hacerles la faena más amena. Las penas con tortilla…
Pero antes de irme (como hacía el teniente Colombo) quería hablaros de una película que me recomendó hace poco el crítico de cine de este diario (Iván Reguera). Se trata de “The Insider” (está en Filmin) y con un Al Pacino sublime habla del periodismo que contrasta sus fuentes, del periodismo que se lo curra, del periodismo noble. Pacino es un productor del mítico programa “60 Minutes” y tiene que pelearse con medio planeta (incluyendo a los dueños de la CBS y la mujer de una de sus fuentes) para sacar una entrevista que debería cambiar la vida de mucha gente. Y ahí lo dejo. Frente al periodismo que pasa de puntillas por la verdad y lanza bulos indiscriminadamente (sin rectificar cuando se demuestra en sede judicial que era todo una farsa) saquemos a pasear (con un micrófono si es posible) a la gente que no cae presa de su propia cuenta corriente o de la moqueta que no quiere dejar de pisar. Hay 7291 razones para seguir informando con honradez y otras 7291 para abrazar a un fotoperiodista y seguir durmiendo a pierna suelta.