“El mar no cesa”, nace la leyenda de Héroes del Silencio

Héroes del Silencio consiguieron entrar en el imaginario de un país con este álbum. Su imagen pétrea, oscura, misteriosa caló de manera inmediata en la juventud de los años 90
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El 31 de octubre de 1988 es una fecha para recordar. Se publica en nuestro país “El mar no cesa”, álbum debut de Héroes del Silencio. El panorama musical español estaba a punto de sufrir uno de los mayores terremotos que se conocen. Un seísmo con epicentro en Zaragoza. Un movimiento de tierras que llevaría de manera abrupta a cuatro chicos de una capital de provincia a ser el grupo de rock más internacional de nuestro país hasta la fecha.

Viajemos hasta 1987 para ver cómo Enrique “Bunbury”, Juan Valdivia, Joaquín Cardiel y Pedro Andreu daban sus primeros coletazos por las salas, para más señas una en concreto..."En Bruto", sala que se encontraba en una calle que posteriormente llevaría el nombre de la banda. El boca a boca había hecho crecer la expectación ante una nueva formación de pop/rock con aspecto y maneras góticas, que estaba trayendo un soplo de aire fresco a la movida musical local maña. Unos jovenzuelos que ya provenían de otras bandas de la escena local de Zaragoza... Zumo de Vidrio, Proceso Entrópico etc.. y que desde 1985 funcionaban como grupo oficialmente.

En esa época tener una banda en una capital de provincias limitaba mucho el radio de acción de la misma. Un mundo que todavía no se encontraba globalizado, giraba en torno únicamente a los grandes núcleos urbanos, es decir... dónde se cocía todo. En nuestro país claro está, salvo alguna excepción en Barcelona, Madrid era el agujero negro que atraía cualquier movimiento cultural, musical que tuviera relevancia. Héroes del Silencio necesitaba un punto de apoyo para salir de la periferia y conquistar la capital y, por ende, todo el país. Aparece un personaje en esta historia clave: Gustavo Montesano.

El músico miembro de Olé Olé y cazatalentos de EMI se fijó en los 4 músicos zaragozanos por medio de unas maquetas que pudo conseguir. Tras escucharlas se trasladó a la capital de Aragón para asistir a un concierto de Héroes en la sala antes comentada. Al ver la reacción del público y la presencia del grupo en escena, no dudó en firmarles un contrato allí mismo y comenzar a crear el gigante musical que estaba a punto de eclosionar.

La condición que se le puso a Héroes del Silencio fue grabar un EP de tres canciones “El Mar No Cesa”, “La Lluvia Gris” y Héroe de Leyenda”, con el objetivo de despachar 5.000 copias. Este EP homónimo de la banda vendió 30.000 copias. Conseguido el reto entraron a grabar su primer álbum.

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El primer álbum de Héroes del Silencio toma como base dicho EP, y le da nombre un tema que en principio estaba destinado a ser una rareza. El mar se convertiría en el eje sobre el cual pivotaría todo el álbum, portada incluida, dando un toque evocador, nostálgico y oscuro a toda la obra. Porque es eso, Héroes en un principio nos muestran un puñado de temas muy influenciados por la escena gótica/new age pop/rock inglesa. Oscuridad, letras enrevesadas, en donde Bunbury ya hacía de las suyas, dejándote ojiplático ante tanta poesía tenebrosa y existencial a la vez. La figura de Valdivia se erigió como el otro puntal del grupo. Sus riffs límpios, afilados, y directos fueron los que asentaron el sonido del grupo, creando una marca propia. Podías saber que eran Héroes del Silencio con solo escuchar una nota de su guitarra. Una guitarra que se fue endureciendo al tiempo tornando el sonido de Héroes en algo más que rock.

Héroes se presenta al gran público con estas credenciales anteriormente comentadas, pero que fueron cambiadas de manera total en su segundo álbum “Senderos de Traición”. Pocas veces en la música nacional se había visto un viraje tan directo de una banda, que en un principio tenía muy claras las cosas. De un ámbito pop/rock gótico se pasa casi al hard rock. Perdieron a muchos fans con ese paso, pero ganaron al triple... sobre todo, a nivel internacional. Algo tuvo que ver en esa transformación; Phil Manzanera. Pero nos estamos desviando del inicio. Volvamos a “El mar no Cesa”.

Llegamos al momento de la grabación del álbum. La producción del primer larga duración de Héroes del Silencio fue a cargo de su valedor Montesano y Roberto Durruty. No soy mucho de echar mierda al trabajo de los demás. Prefiero destacar las virtudes... pero la producción de este disco no estuvo a la altura de los temas que se ofrecían. Con una producción más apropiada “El mar no cesa” hubiera tocado el cielo de las obras maestras. En mí opinión es un gran disco pero que quedó muy por debajo de sus aspiraciones. Un sonido muy sobreproducido, baterías sin fuerza, con un sonido pop chicle que tiraba para atrás, etc... Aún así, la fuerza de las canciones pudo mantener a flote el barco. Por suerte la banda recurrió a un nuevo productor en su segundo álbum, una historia que ya todos conocemos. La propia banda para quitarse el mal sabor de boca por el sonido del primer álbum, grabarían un EP “En directo” para adecuar dichas canciones al estilo que ellos querían que tuviesen.

Un álbum que contiene himnos generacionales y, por otro lado, canciones que con el paso del tiempo se le han visto algo las costuras. Aún así, pocas bandas del panorama nacional tienen un álbum debut tan potente como éste. Como curiosidad, comentar que la primera edición cuenta con once cortes y que la edición en CD trajo consigo dos nuevos temas “Olvidado” y “La isla de las iguanas”. Sin más dilación, nos adentramos en las aguas oscuras de “El mar no cesa” y nos sumergirnos en la propuesta de estos zaragozanos de leyenda.

Aunque era una canción que en un principio iba a quedar como rareza del repertorio de Héroes, por arte de magia pasa a ser uno de los principales himnos. El tema que da título al disco, es una oda de espíritu rock gótico, con una de las mejores intros que se recuerdan en el panorama pop rock nacional. Valdivia nos coge del cuello a la primera y no nos suelta hasta el final del tema. Ese riff limpio, ese rasgueo de las cuerdas de la guitarra ponían un sello del grupo a las primeras de cambio, anunciando que algo fantástico estaba a punto de empezar. Sexualidad en las letras y todo el universo bunburyano vertido en una canción maravillosa.

“Hace tiempo”. Puro desamor y nostalgia nos regalaban los Héroes del Silencio con este tema. Con ínfulas góticas se nos presentaban en este corte que venía acompañado de una percusión con tintes tribales. Quien brilla en el tema es Valdivia con un solo fino lleno de rock y distorsión, dejando entrever cuál iba a ser el futuro inmediato de la banda.

“Fuente esperanza”. Uno de las canciones que más representan el primigenio sonido de los zaragozanos. Una especie de medio tiempo penetrante con vocación inmortal. Siempre estamos buscando una fuente para poder respirar, una canción con el sello de la formación marcado a fuego.

Uno de los temas más infravalorados del álbum es “No más lágrimas”. Cierto es que puede ser uno de los cortes que más se resintieron con la desafortunada producción a la que fue sometido el disco, pero en lo personal, me parece una gran canción. Su épico final volvería a ser usado por Héroes en su amplio repertorio.

Valdivia se lanzó al ruedo con “Olvidado”. Un tema que desentona con el conjunto pop/gótico que representa este álbum. Un corte que en directo cobra nueva vida y se aleja de los convencionalismos pop para abrazar el rock en toda su extensión. La guitarra de Juan empezaba a marcar el camino por el que la banda debía ir.

Una de las primeras canciones grabadas por la banda y que fue incluida en su primer EP fue “La lluvia gris”. Es fascinante ese flirteo con la guitarra que nos realiza Valdivia. Bunbury comenzaba a marcar su impronta y a lanzar sus maravillosos gorgoritos al horizonte. Se estaba forjando una estrella en la figura de Enrique y solo fue cuestión de tiempo ver su eclosión.

Uno de los mejores temas del disco, probablemente el mejor, es sin duda alguna “Flor Venenosa”. Un comienzo colosal que hace que te sientas ante una canción maravillosa, llena de ensoñación etílica que hace que se descubran nuevos lugares. La búsqueda de la soledad para ahogar las penas que nos atenazan y no nos dejan vivir. Sin duda una canción legendaria del repertorio de los maños.

Mi canción preferida del álbum es “Agosto”, ya que me suele transportar a esos veranos interminables, llenos de esperanza, mundos por descubrir y amores perdidos. Las referencias al mar son de una gran belleza y consiguen zambullirte en el mar que más disfrutaste en la vida. El mar es un elemento que se repetiría en otras canciones de la formación, sin ir más lejos “Despertar,” en su archiconocido “Senderos De Traición”. Esa tierra prometida que nos pertenece y que llevaré siempre en el corazón.

Una de las grandes maravillas del disco es “El estanque”. Un corte acústico instrumental que en su primera parte se ha vuelto inmortal al ser el inicio de los conciertos de Héroes del Silencio. Todavía recuerdo verles tras el telón rojo haciendo sonar los primeros acordes del tema y, al cambiar el compás, ver caer el telón y estallar la locura. Qué grandes. Los comienzos de sus conciertos eran para no olvidar y estarán para siempre atesorados en mi memoria. Puta maravilla.

“La visión de vuestras almas” es un tema algo accidentado. Bunbury no estaba muy satisfecho con él y decidió reescribirlo antes de grabarlo definitivamente. No es un mal tema, pero no está a la altura de los otros que he comentado. Se trata de un corte que nunca llegó a convencer del todo a los integrantes de la banda.

Tema peculiar “La isla de las iguanas”. Instrumental (quitando algún fraseo de Bunbury) en donde Valdivia y Cardiel llevan el peso de la composición creando un tema con estilo surf, aromas costeros... directo a pasar un día cerca del mar y disfrutar de su inmensidad. Sonido Héroes cien por cien.

“...16” es uno de los temas más extraños del conjunto que compone “El mar no cesa”. Sonido "The Cure" por los cuatro costados. Amor, sexo, búsqueda de la pareja perfecta. Ignoramos por qué se llama “16”, quizá haga referencia a la juventud, a cómo vivir en un mundo como el nuestro, con esa tierna edad. Sea como fuera, considero que se trata de una canción preciosa.

Llegamos al final. Y dejamos este gran álbum con una canción que sería el himno de la banda. Un tema que los marcará en toda su carrera. “Héroe de leyenda”, que sirve a su vez de plataforma para dar nombre a la banda y homenajear a aquellos artistas que nunca pueden hacerse oír. Valdivia hace un punteo de los que hacen época y la voz de Bunbury te sumerge en uno de los mejores temas de la historia del pop/rock de nuestro país.

Héroes del Silencio consiguieron entrar en el imaginario de un país con este álbum. Su imagen pétrea, oscura y misteriosa caló de manera inmediata en la juventud de los años 90. Los odiabas o los amabas, no había termino medio. Nadie podía esperar el giro casi copernicano que nos ofrecería con su segundo álbum. Todos tuvimos la sensación de que fue un caballo de Troya que no vimos venir y nos cogió a todos por sorpresa. Phil Manzanera les estaba esperando para llevarlos a lo más alto, a la gloria más absoluta. Pero esa es una historia que os contaré en otro momento.