Los alquileres absorben todo el salario de los jóvenes

Los jóvenes de entre 16 y 34 años tienen que destinar hasta el 92,1% de su salario a pagar el alquiler, cuyo precio ascendió al más alto de su historia en diciembre de 2023: 968 euros al mes, un 10 % más que un año antes. Esto hipotéticamente y en promedio, claro, porque con estas cifras la inmensa mayoría simplemente no lo pueden pagar. Son datos del último informe del segundo semestre del pasado año del Observatorio de Emancipación, publicado por el Consejo de Juventud de España.

Este informe alerta que, pese a que la tasa de emancipación ha ascendido hasta el 17%, hasta el 83% de las personas jóvenes seguía viviendo en casa de sus familiares sin poderse independizar. Incluso el informe revela que hasta 7 de cada 10 personas jóvenes que trabajaban en España (el 70,4%) seguían viviendo en la vivienda familiar. Y es que cada vez es mayor la falta de acceso a la vivienda de los jóvenes, incrementándose la edad media en los 30,4 años, a diferencia de la media europea que se sitúa en los 26,3 años.

Los precios de los alquileres, en su máximo histórico, suben 2,5 veces más que los salarios de las personas jóvenes. A su vez, los salarios se sitúan en el cuarto trimestre de 2023 en una media de 1.050,77 euros netos en 12 pagas. Esto significa que ni siquiera el sueldo de una persona alcanza para alquilar una vivienda de forma individual.

Pero es que incluso alquilar una sola habitación también supone un gran gasto para los jóvenes. En España el precio mediano de alquiler de una habitación es de 380 euros al mes, es decir, hasta el 36,2 % del salario neto mensual de una persona joven. Un dato que se ve disparado en grandes ciudades con altos índices de turistificación como Málaga, Sevilla, Barcelona, Valencia, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria o Palma de Mallorca, donde el gasto medio en alquiler de una habitación supera el 40% del salario.

Y si el alquiler ya es complicado, el acceso a la compra de una vivienda es prácticamente imposible. Los precios se han encarecido un 5,3% en un solo año. Para poder pagar la entrada de una vivienda —algo más de 55.00 euros de media— una persona joven tendría que dedicar su salario íntegro de hasta 4,4 años. Esto es 4,4 años de la vida de una persona sin destinar dinero a nada más que la vivienda, ni a cubrir otras necesidades básicas, ni ocio, ni transporte… nada más que la entrada de la vivienda.

Asimismo, señalan que muchos de los pocos jóvenes que se han emancipado se han visto obligados a desplazarse hacia otras ciudades porque en sus municipios de origen no tenían la posibilidad de encontrar trabajo o seguir con sus estudios. Además, el informe apunta a que la emancipación aún no se ha recuperado a valores anteriores al Covid-19, situándose todavía a 1,6 puntos de antes de la pandemia y hasta casi 9 puntos por debajo de la gran crisis financiera de 2008.