Bipartidismo reforzado: PP y PSOE se reparten el CGPJ #ElCierre

El régimen ha conseguido por fin lo que quería desde 2015 y que llamó gran coalición, geometría variable o triple alianza

laura-arroyo-cierre-26-junio

Hay quien esta mañana nos está diciendo que el Consejo General del Poder Judicial ha sido desbloqueado por un acuerdo entre el Partido Popular y el PSOE. Vamos a ser un poco más rigurosos, el Consejo General del Poder Judicial no se ha desbloqueado, se ha repartido como un botín entre las dos fuerzas políticas del bipartidismo de régimen que, pasada la campaña, se ha puesto ágilmente de acuerdo. Pero no para mantener lo que ya antes resultaba necesario de democratizar, sino para, peor aún, reforzar su distanciamiento de la correlación de fuerzas expresada en las urnas. Es decir, de la democracia. 

Hay una gran diferencia entre decir “acuerdo entre el PP y el PSOE” que decir “reparto entre ambos partidos”. Este reparto que, por cierto, deja fuera a las fuerzas políticas que sostienen al gobierno, pero también a las opositoras, que no pertenecen a ese bipartidismo. Un bipartidismo reforzado en nada menos que en cambios en el sistema judicial de este país. Un bipartidismo reforzado que nos recuerda, en aquella foto entre González Pons y Félix Bolaños sonrientes que, el atado y bien atado, se sostiene. Ese bipartidismo envalentonado hoy, pues ven que su crisis abierta en aquel 15M que fue capaz de decir “PSOE Y PP…” —termine usted la frase— va llegando a su fin granadas a la cesión vergonzosa de ciertas izquierdas que han preferido ser el coro del régimen. Coro, ni siquiera potentes dentro del régimen, un mero coro decorativo y periférico que les ha devuelto el poder a ambos partidos que se han repartido el CGPJ como si fuera un botín.

Van tres apuntes al respecto:

El primero: El CGPJ de facto sigue bloqueado. De hecho, más bloqueado que ayer. Cambian rostros y nombres, pero su acuerdo no resuelve, perpetúa. Por un lado, el reparto de vocales es de diez para cada partido. Si uno de ellos deja de estar, claro que habrá una balanza inclinada —y muy fácilmente—. Por otro lado, todas las decisiones del CGPJ en adelante, y en particular el nombramiento de los magistrados de los altos tribunales, se harán por una mayoría de tres quintos. Ellos te lo venden como independencia política y como una vía para forzar los acuerdos. Sabemos que lo que han hecho en realidad es que, de facto, los vocales del PP tienen poder de bloqueo ahora. Y, por cierto, insisto, ¿Acaso son los únicos partidos que han sido votados para ejercer su peso político en la toma de decisiones? Porque el CGPJ sigue siendo —y muy— político en este momento, es tan político que se han encargado de dividírselo sólo entre dos partidos. Anda que no es político. Han callado de golpe a todas las fuerzas que son incómodas, ¿Verdad? Y, en tercer lugar, ahora será el mismo CGPJ el que elaborará una propuesta de reforma del sistema de renovación, en la que defienden que buscarán una mayor participación de los jueces. Amén. Cerrado el círculo. Ahora son, de facto, también una suerte de poder legislativo desde la judicatura. Y lo de que entre jueces se den más poder, ¿Qué quieren que les diga? En el país de la contrarreforma de la ley del sólo sí es sí, de la judicialización del sindicalismo, de las condenas contra antifascistas como los 6 de Zaragoza o las de la Suiza y de la persecución contra activistas medioambientales, suena bastante mal ¿Verdad? 

Segundo apunte: El régimen ha conseguido por fin lo que quería desde 2015 y que llamó gran coalición, geometría variable o triple alianza. El régimen ha conseguido que su bipartidismo reforzado le permita sostener y fortalecer la estructura sobre la cual se erige. Y por eso hacen bien, fuerzas políticas como ERC o Podemos en apuntar que hay una gran coalición pero, sobre todo, que acaba de empezar una nueva legislatura. Repito: Ayer ha sido un nuevo proceso de investidura. El 23J no está representado en el acuerdo ni en la foto y los socios de gobierno, SUMAR, ha demostrado que tampoco le importa que el resultado del 23J se cumpla. Pero esto es un tema de fondo. El bipartidismo ha logrado su cometido para sostener al régimen, gracias precisamente al cambio de paradigma que ayer se ha terminado de cristalizar en el acuerdo de repartición del CGPJ. Han logrado hacer su nuevo 135 en clave judicial, precisamente porque han pulverizado a quienes forzaban al PSOE a tener que abandonar el brazo de su principal aliado, el Partido Popular. Y esto no empezó con el CGPJ, ni ayer, esto fue evidente cuando dejamos de tener a una izquierda estatal capaz de entender que no bastaba con una cuestión aritmética en el Congreso de los Diputados para forzar al PSOE a romper esa alianza nefasta para los intereses de las mayorías sociales; sino que resultaba necesario construir otras alianzas que pudieran neutralizar la bipartidista. Esa otra alianza era necesariamente progresista y plurinacional. En el momento en que esa tesis cambia, ese paradigma se rompe, ese proyecto se demoniza, el régimen volvió a respirar con cierta paz. Eso fue la operación Yolanda Díaz y luego SUMAR. Eso fue la reforma laboral pactada antes con la geometría variable del PSOE y del régimen en lugar de hacerlo con el bloque de estado que frenaba al régimen, es decir, con las fuerzas soberanistas, independentistas y progresistas. Ese fue el primer indicador de que el régimen sabía ya por dónde tenía que ir para recuperarse. Su medicina, su remedio, su cura, se llamó SUMAR. Ese partido que por eso celebra este acuerdo. ¿Cómo no lo van a celebrar si son los que le han permitido nacer? Y lo más terrible es que le han permitido al bipartidismo fortalecerse y con ello suicidarse. Bueno, a menos que decidan ya evidenciar su pertenencia al PSOE que, lo mismo, no debería sorprendernos. 

Nada de esto sería posible sin suscriptores

Tercer apunte: Queda claro que cuando Pedro Sánchez escribía cartas exigiendo al PP desbloquear el CGPJ o anunciando medidas de regeneración democrática o tomándose días de reflexión para denunciar la máquina del fango, no estaba enviando un mensaje a España, siempre estuvo enviando un mensaje al PP. Les estaba recordando que ambos reman juntos, les estaba recordando que la vía para cerrar su crisis es recuperarse entre ambos. Les estaba recordando que ambos son régimen, que es más lo que les une más que lo que les distancia. Que para sacarse de encima la aritmética parlamentaria compleja actual, para neutralizar a los Podemitas que empiezan a ganar nuevamente terreno frente a su régimen de guerra infame, que para incluso volver a pactar un eventual 155 cuando corresponda, o un 135 ahora que los ajustes económicos volverán a ser necesarios “por la guerra”, necesitan mirarse a los ojos y reconciliarse. Por el régimen. Por España. Y el Partido Popular respondió. Pero nos dejó con esta idea, la crisis de régimen no está cerrada, pero sí es verdad que la están cerrando cada vez con más éxito por las razones que acabamos de enumerar. Es más urgente que nunca construir una alianza anti-régimen, que es necesariamente anti-régimen de guerra también. Es decir, recuperar la herencia del 15M que fue capaz de decir la verdad que hoy la progresía mediática obvia, que hoy te venden un acuerdo bueno para la justicia y la democracia. Esa alianza existió ya en la legislatura anterior. Es decir, ya tenemos precedentes. Fuerzas políticas dispuestas a construir frente a su régimen del 78, una alianza democrática y democratizadora. Plurinacional y progresista. La receta ya existe, los ingredientes también. Sólo hace falta tener claro con quien podemos andar. Y en las últimas horas ha quedado claro quienes desde el servilismo han decidido renunciar incluso a fingir que, alguna vez, fueron distintos del régimen. Las caretas están en el suelo y con el escenario sincerado, se puede andar.


Puedes ver el cierre de hoy en El Tablero por Canal Red aquí: