Moha Gerehou: “El racismo es un consenso, da igual que existan gobiernos más progresistas o conservadores”

“Son dos años de impunidad”, así empieza su intervención Moha al ser preguntado sobre este segundo aniversario desde que España y Marruecos, violando sus obligaciones legales, atacaran desde ambos lados de la frontera a un grupo de 2.000 personas intentando cruzar.

Continúa al respecto de aquel 24 de junio de 2022: “Estamos hablando de una masacre que tuvo numerosas víctimas que se sepa, y de toda la lista de desaparecidos, podemos intuir, por nuestra experiencia en las situaciones migratorias de este tipo, que lo más probable es que se trate de personas fallecidas, pero no hay interés en esclarecer esa parte”.

Sobre la respuesta y responsabilidades políticas sobre lo que sucedió aquel día: “A pesar de que las imágenes dieron la vuelta al mundo, provocó que Pedro Sánchez se posicionara, no olvidemos que al principio él dijo que había sido una buena actuación de las autoridades. A pesar de todo ello ha habido reportajes de la BBC que han agregado mucha más evidencia sobre lo que sucedió allí, a pesar de todo ello, lo que tenemos hoy, es impunidad, no ha habido absolutamente ninguna responsabilidad ni política ni a nivel de justicia ni en ninguno de los planos”.

Así mismo, entiende que la masacre se da en un contexto de la reciente aprobación del nuevo Pacto Migratorio Europeo: “Es la constatación de que esto va a ser la tónica y se va a permitir que siga habiendo muertes en las fronteras y al mismo tiempo se blinda a las autoridades políticas, judiciales y sociales para que no tengan ninguna responsabilidad sobre todo ello”.

Moha también hace un análisis a nivel continental al ser preguntado por Laura Arroyo sobre las medidas de la clase política europea. Por un lado, acerca de las propias políticas, asegura que “el racismo es un consenso en las políticas europeas, da igual que existan gobiernos más progresistas o conservadores, esa defensa de las fronteras en contra de las vidas del sur global es una constante”.

Esto lo relaciona con cómo la extrema derecha se alimenta de estas políticas: “También el creciente discurso social en contra de la migración, esto es algo que podemos encontrar en todos los países y que de ahí es de donde la extrema derecha precisamente lo que busca es obtener votos, traducir todo ese racismo estructural en votos, explotan ese descontento, esas exclusiones, esas discriminaciones en votos”.

Recalca cómo partidos como Vox se alimentan más de esto en aquellas regiones donde hay una alta concentraciones de población migrante, e incluso menciona a la recientemente entrada en el Parlament, Aliança Catalana: “No es casualidad que por ejemplo, Aliança Catalana haya crecido donde hay una fuerte presencia de población musulmana y que a parte es de donde salieron los terroristas de los atentados de Barcelona, […] todo eso viene legitimado de un racismo estructural que ya existe”.

Así mismo, señala a los gobiernos europeos tanto progresistas como conservadores y cómo ni siquiera una iniciativa tan sólida como la Regularización que en estos momentos está en el Congreso de los Diputados cuenta con el respaldo de este gobierno progresista: “Ni siquiera la regularización que ha tenido el apoyo de casi 700.000 personas, que instituciones como la Conferencia Episcopal o Caritas han apoyado y aun así, el gobierno progresista no ha sido capaz de sacar esto adelante, ¿Qué esperanza queda? […], estamos hablando en que hay un consenso del racismo en las instituciones y que, aunque gobiernen partidos más progresistas, no piensan romper ese consenso”.

Por último, Laura Arroyo le ha preguntado acerca de qué herramientas tienen las personas migrantes y las organizaciones que les apoyan contra estas medidas hegemónicas y racistas en Europea: “Creo que, por un lado, tenemos que aprender e identificar que lo que pasa en situaciones como la masacre en Melilla y situaciones como la falta de regularización de personas en España, están fuertemente conectadas, todo forma parte de la misma cadena y que dentro de esta cadena de alguna manera va cayendo y pagando con su vida los efectos de este racismo estructural”.

Moha relaciona esta cadena con distintos hechos históricos, como el colonialismo que se sigue expresando a día de hoy mediante la política de no otorgamiento de visados a personas procedentes de África junto a la falta de vías seguras para migrar, que obliga a estas personas a saltar la valla o a embarcarse en pateras, de igual manera acerca de los siguientes pasos de esta cadena declara: “Luego dentro de las fronteras las dificultades de obtener la documentación o los papeles, y que, por lo tanto, te conduce a una exclusión continua en materia como la sanidad, educación, empleo y demás cuestiones. En este contexto es donde nace la regularización que, aunque lo entendamos solo como lo de tener la documentación, es una enmienda a la totalidad a toda esta cadena”.

Entre estas herramientas, Moha destaca como hay movimientos sociales que, aunque no son propiamente migrantes, hablan de ello y finaliza su intervención declarando: “Yo creo que se está generando una activación de movimientos sociales que es bastante potente y creo que ahí es donde nos tenemos que agarrar como sociedad, creo que es donde nos podemos agarrar y apoyarnos, compartiendo análisis entre periodistas racializados migrantes. Las investigaciones que ha habido sobre la masacre de la valla de Melilla, con la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, IRIDIA, Border Foresincs ha sido superinteresante como muestran que toda la masacre de la valla de Melilla ha sido una trampa, como se condujo en los días previos a los migrantes hasta ese lugar para que fuera esa situación tan caótica y mortal como se ha demostrado, yo creo que es ahí donde tenemos que poner los huevos, en esa cesta”.

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