Guía de excelentes películas para la vuelta al cole

Las películas de profesores y alumnos dan para una guía y también para todo un voluminoso un libro. Este tipo de filmes se llevan rodando desde hace décadas y muchos de ellos han sido tan buenos como grandes éxitos. También es una temática muy dada al cliché: enrollado profesor con revolucionaria fórmula educativa se enfrenta a los rígidos estándares del centro y cambia la mentalidad de sus alumnos. Por eso hemos evitado americanadas como Mentes peligrosas, El club de los poetas muertos, El club de los emperadores o La sonrisa de Mona Lisa. Estas son las elegidas:  

Esta tierra es mía, 1943. Película de Jean Renoir para al RKO rodada en plena II Guerra Mundial. Charles Laughton interpreta a un maestro que da clases en una localidad ocupada por los alemanes. Para el recuerdo un diálogo hoy muy compartido en redes: “Me temo que esta es mi última clase. No sé cuánto tiempo tengo. Si esta debe ser una lección corta, creo que he encontrado el mejor libro. Voy a leerles algo que fue escrito por grandes hombres en una noche de entusiasmo hace mucho tiempo, hace 150 años”. Y se dispone a leer a sus alumnos la Declaración de los Derechos del Hombre antes de despedirse con un precioso “Adiós, ciudadanos”. En Acontra+.

La versión Browning, 1951. Muy british y dirigida por Anthony Asquith, tiene un guion (del dramaturgo Terence Rattigan y premiado en el Festival de Cannes junto a la delicada interpretación de Michael Redgrave) excelente. Con este clásico estamos ante lo contrario de las películas antes citadas de profesor enrollado y revolucionario. En La versión Browning, película nada complaciente, el maestro protagonista no seduce desde los primeros minutos y es antipático y hasta amanerado. Aquí el profesor Andrew Crocker-Harris es un hombre riguroso y que respeta su profesión, pero roto por dentro porque él no es respetado. Ni por sus colegas, ni por sus alumnos, ni por su mujer, una arpía que practica con él una insoportable violencia psicológica. Y lo peor de todo: tampoco él se respeta, resignado a vivir con la arpía, a retirarse sin una pensión digna, a ser ridiculizado por sus alumnos. Magnífica. En Filmin y en Acontra+.

Los 400 golpes, 1959. Una obra maestra sobre hacer pellas y uno de los más redondos finales de la historia del cine, preciso. El niño Jean-Pierre Léaud creó un gran Antoine Doinel en prodigio de interpretación gracias a la magistral dirección de actores de François Truffaut. Su trama es muy sencilla, pero tremendamente poética y realista.
Los 400 golpes ha sido muy mal imitada por directores que buscan un “cine social” pero no vivieron, como Truffaut, algo tan duro y auténtico. Porque viendo esta película se nota que todo lo que vemos Truffaut lo vivió, cada detalle. En Filmin.   

La calumnia, 1961. Vivimos en tiempos de calumnias y de bulos que pretenden arruinar la vida de personas incómodas. A veces esas calumnias logran su objetivo.
Que un director ruede el remake de su propia película es una verdadera rareza en la historia del cine y es lo que hizo el gran William Wyler (también lo hizo Cecil B. DeMille con Los diez mandamientos) con su magnífica película Esos tres, de 1936 y basada en una obra de teatro de Lillian Hellman. La trama: las directoras de una pija escuela para niñas sufren la calumnia de una alumna despechada por un castigo.
Audrey Hepburn y Shirley MacLaine están sencillamente fabulosas en este drama pionero en tratar abiertamente el lesbianismo. En Filmin.

El milagro de Ana Sullivan, 1962. Segunda película de Arthur Penn, nos presenta la tremenda lucha de Anne Sullivan para enseñar a comunicarse a una niña sordociega. Penn había ganado un Tony por dirigir la producción teatral, escrita por William Gibson y también protagonizado por Bancroft y Patty Duke. Este gran drama en excelente blanco y negro logró dos Oscar para sus protagonistas Anne Bancroft y Patty Duke.
Estamos ante otra película valiente que se aleja de los personajes estereotipados (la niña es de armas tomar), el mensaje cursilón y la lágrima fácil. En Filmin.

Rebelión en las aulas, 1967. Doce años después de Semilla de maldad, en la que Sidney Poitier hacía de alumno problemático, se pasó al bando de los profesores en un drama ambientado en la revolución juvenil, política, cultural y sexual que llegó a finales de los años sesenta. Después de escribir clásicos como La mosca o La gran evasión, el novelista y cineasta James Clavell logró un rotundo éxito con esta película cuyo tema es el respeto y la tolerancia entre alumnos y profesores. Tres décadas después, Poitier rodó una olvidable secuela para la televisión bajo la dirección de un Peter Bogdanovich sumido en la pura decadencia. En Prime Video y Filmin.

Adiós, muchachos, 1987. Relato autobiográfico del director de Louis Malle ambientado en el invierno de 1943, durante la ocupación alemana de Francia y en un internado católico para chicos. Malle vivió de cerca como se los nazis se llevaban a un amigo por ser judío, algo que, lógicamente, no olvidó jamás. En Filmin y Acontra+.

La lengua de las mariposas, 1999. Don Gregorio es uno de los mejores personajes que interpretó el gran Fernando Fernán Gómez. Bordó a aquel buen profesor que enseña a un niño llamado Moncho lo que sabe de la literatura, de la naturaleza, del mundo y de la vida. La tragedia es que esta película de José Luis Cuerda está ambientada en 1936, el nefasto año en el que una panda de asesinos fascistas respaldados por la Iglesia católica y la banca se cepillaron toda esperanza de una educación laica, humana y digna.
Logró 13 nominaciones a los Goya, pero solo ganó el premio al Mejor guion adaptado.
Podéis verla en Netflix, Disney+ y FlixOlé y haceros un programa doble con El maestro que prometió el mar. No es tan buena, pero tiene una gran interpretación de Enric Auquer como el maestro (en Movistar Plus+).

La ola, 2008. Más actual que nunca ante la evidente amenaza de futuros totalitarismos. En Alemania, a un profesor de instituto se le ocurre hacer un experimento para explicar a sus alumnos el funcionamiento de un régimen totalitario. En pocos días, lo que parece una inofensiva prueba basada en la disciplina y el sentimiento de colectividad deriva hacia una desagradable situación. La película, buen material docente, ayuda a recordar que no es exagerado pensar que estamos avanzando hacia una sociedad autocrática con graduales recortes en nuestros derechos y libertades. Y puede que cuando nos demos cuenta sea demasiado tarde. En Apple TV.

Uno para todos, 2020. Dirigida por David Ilundain, director de B, estupenda película indie sobre la declaración de Luis Bárcenas en la Audiencia Nacional, es otro ejemplo de película que se sale de los cánones del profe enrollado. Aquí no hay niños pijos ni niños delincuentes, sino chavales que viven en una España vaciada a la que acude un joven y precario profesor suplente. El argumento es original y sus dos principales temas, el cáncer infantil y el bullying, están bien fusionados. En Max, Disney+ y Movistar Plus+.

Otra ronda, 2020. Con excelentes diálogos y secuencias brillantes, esta película de Thomas Vinterberg, y con un estupendo Mads Mikkelsen, tiene las hechuras de una película de Hollywood, con personajes que sufren una transformación y a su vez ayudan a otros a transformarse (son profesores que ayudan a sus alumnos a ser respetados, a ser alguien), pero su idea principal (el alcohol nos hace mejores en lo laboral, social y sexual) es demasiado punki para Hollywood. Solo por eso merece la pena. En Max, Movistar y Filmin.