Kamala Harris se alinea con Israel, renuncia a prohibir el fracking y endurece su discurso sobre la inmigración en su primera entrevista
Desde que Biden anunciara su renuncia para presentarse a las elecciones de noviembre contra Donald Trump y ceder el testigo a Kamala Harris, la vicepresidenta y aspirante a la Casa Blanca no había hecho entrevistas en medios de comunicación hasta la noche del jueves, donde acudió a CNN para en una entrevista grabada concretar y definir sus posiciones políticas. Harris, desconocida para gran parte del electorado si se la compara con la fama de Trump y Biden, acudió a la cita con su ticket electoral, el gobernador de Minnesota, Tim Walz.
En la entrevista, tuvo que concretar sus posiciones políticas sobre varios temas como Israel, la inmigración y el medio ambiente, y por sus declaraciones se puede apreciar que su postura está completamente alineada y tiene un carácter seguidista con la Administración Biden. Pese a que desde el ala más a la izquierda del Partido Demócrata encarnada en Bernie Sanders y Alexandria han intentado que Harris tenga posicionamientos diferentes sobre el genocidio en Gaza, en su entrevista con Dana Bash ha quedado claro que la candidata va a llevar la misma posición que el Presidente.
Asimismo, la vicepresidenta de los Estados Unidos ha asegurado que como presidenta no prohibirá el 'fracking' (fracturación hidráulica) porque cree que se puede construir una "economía próspera de energía limpia" sin una prohibición. "La crisis climática es real, es un asunto urgente. Tengo muy clara mi postura", ha asegurado. La fracturación hidráulica es un método de extracción de gas que consiste en fracturar mediante agua a presión mezclada con otros elementos zonas rocosas del subsuelo en las que están alojadas las reservas de hidrocarburos. Los progresistas se han opuesto a este proceso debido a las preocupaciones por el cambio climático.
En cuanto a la migración, ha sostenido que el país tiene "leyes que deben cumplirse y aplicarse" y ha señalado que es la única persona en la contienda que ha procesado a organizaciones criminales transnacionales, haciendo referencia a su pasado como fiscal general de California.
En resumen, la primera entrevista importante de la ya candidata demócrata ha dejado como mensaje principal su voluntad firme de girar su proyecto ideológico hacia la derecha. Algo que ha enfatizado al contestar afirmativamente cuando la periodista le preguntó si incluiría a algún político republicano en su futuro gabinete.
