Genocidio en Gaza

Los países occidentales que siguen vendiendo armas a Israel

Los países que más armamento han vendido a Israel desde 2019 hasta 2023 han sido Estados Unidos, como principal socio y aliado de Tel Aviv, y Alemania
Foto: CNN
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Uno de los principales problemas que Israel ha tenido que enfrentar con su campaña militar en Palestina y Oriente Medio ha sido la ruptura del discurso del mundo basado en normas que Occidente se había esforzado en vender durante los últimos años. Israel ha realizado todo tipo de actos incompatibles con el derecho internacional humanitario con total impunidad e incluso con apoyo de sus socios occidentales.

La mayoría de ellos no solo le han dado cobertura diplomática y política, defendiendo el “derecho a defenderse” de Israel, incluso cuando sus líderes han planteado medidas de exterminio o limpieza étnica pública y explícitamente, sino que también han mantenido el apoyo armamentístico o han aprobado paquetes especiales para impulsar dichos envíos.

Los datos accesibles principalmente aducen a los negocios que muchos países habían comprometido con Tel Aviv durante los años anteriores a la intensificación de la campaña contra los palestinos tras el 7 de octubre de 2023, pero no se han producido cancelaciones notables a posteriori sobre los envíos acordados previamente.

Según la Base de Datos de Transferencia de Armas SIPRI, Israel se encontraba entre los 15 países con mayor volumen de importaciones de armas a nivel mundial entre los años 2019 y 2023

Algunos países sí han alcanzado a suspender sus envíos, otros han buscado subterfugios y otros solo han cancelado nuevos paquetes pero mantienen lo acordado con Israel hasta la fecha. En general, si nos atenemos a los datos de la Base de Datos de Transferencia de Armas SIPRI, actualizada en el mes de marzo de 2024, Israel se encontraba entre los 15 países con mayor volumen de importaciones de armas a nivel mundial entre los años 2019 y 2023. Este Instituto de Investigación Internacional para la Paz, con base en Estocolmo, recoge ciertos datos que merece la pena observar con detenimiento y que se exponen a continuación.

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En ese periodo más de un 2% de las armas que se vendían en el mundo tenían como destino Israel, aumentando un 5% con respecto a los cuatro años anteriores (periodo 2014-2018). Los países que más armamento han vendido a Israel desde 2019 hasta 2023 han sido Estados Unidos, como principal socio y aliado de Tel Aviv, y Alemania. Además, para entender la dimensión de lo que estamos hablando, hay que atender al dato siguiente: entre Washington y Berlín vendían un 99% de las armas que importaba Israel, concretamente Estados Unidos era responsable del 69% y Alemania del 30%.

La distancia con el resto del mundo es tal que el siguiente país en la lista, que es Italia, aparece con un 0’9% de las importaciones israelíes de armamento, incluyendo helicópteros y artillería naval. Aun así, Italia aseguró en el mes de mayo que habían suspendido las nuevas autorizaciones de exportaciones de armas a Israel, con los últimos pedidos entregados en noviembre de 2023. Sin embargo, al hacer referencia a las nuevas autorizaciones, parece que realmente Roma siguió enviando armas previamente acordadas, buscando que no se usasen contra civiles.

Estados Unidos no solo ha comprometido un comercio armamentístico por valores milmillonarios con Israel, sino que recientemente aprobó un paquete muy polémico, ya que supuso una negociación entre demócratas y republicanos para incrementar la ayuda militar, no solo a Israel, sino a Ucrania o Taiwán. El paquete, por valor de 26.000 millones de dólares, incluye por ejemplo unos 5.200 millones para la restauración de los sistemas de defensa antimisiles israelíes -como la Cúpula de Hierro-, 3.500 millones a modo de apoyo financiero para la compra de armas y 4.400 millones para la reposición de los suministros agotados.

Estados Unidos e Israel firmaron un memorándum para la década 2018-2028 donde se aseguraban 38.000 millones de dólares en ayuda militar

Además del paquete ad hoc, Estados Unidos e Israel firmaron un memorándum para la década 2018-2028 donde se aseguraban 38.000 millones de dólares en ayuda militar, de los cuales 33.000 millones serían para la compra de equipo militar y 5.000 millones para los sistemas de defensa antimisiles. De hecho la Cúpula de Hierro fue desarrollada conjuntamente mientras que Washington ayudó a financiar el desarrollo de la Honda de David, otro de los sistemas que Israel emplea para su defensa.

El líder mundial en envío de armas a Israel no solo ha reforzado su posición sino que ha defendido que Israel respeta el derecho internacional a la hora de valorar que otros países cercanos a su línea hayan cambiado de postura sobre dicha venta. Entre ellos destaca claramente el caso de Reino Unido.

El gobierno laborista no ha seguido ni de lejos la línea que sus ex miembros de la línea corbynista defendían, mucho más partidarios de Palestina, sino que ha sido monopolizado por el ala derechista del partido. Keir Starmer ha hablado sobre la necesidad de limitar sus envíos a Israel, pero como ocurre en otros países, solo se ha hecho parcialmente.

Reino Unido acaba de anunciar la denegación de 30 licencias de las 350 de exportación que existen en el sector, ya que allí se realiza a través de licitaciones a las empresas. Se estaría afectando, eso sí, a aviones de combate, helicópteros y drones, por ejemplo. El exasesor de seguridad de Donald Trump ha amenazado veladamente a Reino Unido con consecuencias por la caída de algunos envíos a Israel desde octubre de 2023, que en ese año alcanzaron los 50 millones de dólares.

Otros países que han realizado grandes ventas a Israel son Francia, Rumanía, República Checa, Eslovaquia, Bulgaria, Austria, España, Bélgica o Países Bajos

Alemania, como se ha mencionado, ha sido el segundo gran suministrador de armas a Israel, con más de 350 millones de dólares en 2023. No solo se mostró un cierre de filas en favor del derecho de Israel a lanzar los ataques cuando se veían diariamente muertes de civiles sino que además se aceleraron los permisos después del 7 de octubre, destacando los componentes para los sistemas de defensa aérea, municiones y armas antitanque.

Otros países que han realizado grandes ventas a Israel son Francia, Rumanía, República Checa, Eslovaquia, Bulgaria, Austria, España, Bélgica o Países Bajos; aunque estos últimos tres, siguiendo la línea italiana, habrían suspendido los envíos en distinto grado. Especialmente críticos han sido los casos de España y Bélgica, implicados en crisis diplomáticas con Israel tras su propuesta para reconocer el Estado palestino, medida que finalmente solo realizaron Madrid, Oslo, Dublín y Liubliana.

Canadá fue el primer gran país occidental que anunció un parón en sus envíos de armas a Israel, seguido de Italia, España y Países Bajos. Sin embargo, La Haya ha defendido la postura israelí y no se prevén cambios notables dada la llegada de una extrema derecha especialmente sionista al nuevo gobierno neerlandés.

El caso francés es uno de los más controvertidos puesto que, según fuentes turcas como Anadolu y TRT, París sería realmente el mayor proveedor europeo de armas para Israel, por encima de Alemania y alcanzando cifras milmillonarias. Pero en 2023 aún seguían permitiendo licencias de exportación masivas. Según datos oficiales, Francia solo destina un 0’2% de sus exportaciones armamentísticas a Israel, y se trataría de exportaciones “defensivas” como componentes para la Cúpula de Hierro, equipos que podrían emplearse para blindaje, obtención de imágenes por infrarrojo y observación satelital.

Según cita Le Monde, Francia ha negado el envío de armamento ofensivo y de la posibilidad de que los sistemas de observación puedan emplearse para detección de objetivos o como parte de operaciones de bombardeo. El enfoque de este equipo armamentístico viene dado por la premisa de la que parte el ministerio: “Partimos de la base de que Israel tiene derecho a defenderse según el derecho internacional”.

Y es que, como decía el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, sobre el valor que algunos altos cargos le daban a su institución en Occidente, también parece que las llamadas “normas del mundo” solo están hechas para imponerse ante los países africanos y gente como Putin.