Una periodista fue detenida 32 horas por no querer revelar sus fuentes a la policía en Francia en una manifestación contra Israel

El medio asegura que no es la primera vez que se enfrentan a esta situación y lo denuncian como una violación del derecho al secreto de las fuentes a pesar de su cobertura legal

Comisaría de Policía del Distrito 11 de París - Página Web de la Prefectura de Policía francesa
Comisaría de Policía del Distrito 11 de París — Prefectura de Policía francesa

La periodista del medio Blast fue detenida el 18 de junio por la mañana y fue liberada la tarde del 19 de junio, después de más de 30 horas retenida en la Comisaría del Distrito 11 de París.

Su detención se cometió mientras cubría una manifestación frente a la empresa armamentística Exxelia, la cual está siendo investigada en Francia por complicidad con los crímenes de guerra cometidos por Israel debido a que una familia palestina la denunció en 2016. La policía le aseguraba que su carnet de prensa no le autorizaba a estar en las protestas. También se detuvieron en esta manifestación a otras siete personas.

En 2014, Israel lanzó un misil sobre el tejado de la casa de tres niños relacionados con esta familia en Gaza, ocasionando su muerte. Cuando revisaron la escena encontraron componentes que, al ser analizados por expertos en la materia, consiguieron averiguar que eran piezas fabricadas por Exxelia, con lo cual, por no considerarse la casa de una familia un objetivo legítimo, este ataque constituiría un crimen de guerra.

Durante su detención, la policía pretendía que la periodista diera sus códigos de su móvil con el fin de poder acceder a sus comunicaciones, además, rechazó dejarse hacer una muestra de ADN, ante esto, la policía alargo su detención por otras 24 horas. Fue liberada sin cargos después de dos días y una noche detenida, poco después de que el medio amenazara vía telefónica con hacer una concentración frente a la comisaría.

Tanto la Federación Internacional de Periodistas (FIP), como la Asociación Europea de Periodistas (AEP), así como diversos sindicatos a nivel nacional francés han denunciado la acción, asegurando que esto constituye una flagrante violación de la confidencialidad de las fuentes periodísticas y una detención arbitraria.

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El Secretario General de la AEP declaraba: “La ley francesa y los estándares legales europeos de protección de fuentes, establecen claramente el derecho a los periodistas a no revelar información confidencial. Su liberación no borra este nuevo ataque a la libertad de información. La detención arbitraria y la presión a la periodista para revelar sus fuentes los últimos dos días es escandaloso”.

Por otro lado, el Secretario General de la FIP aseguraba: “Los periodistas tienen una obligación ética y legal de proteger a sus fuentes, así como su confidencialidad y las autoridades francesas deben respetar eso. Nos alegramos de su liberación, pero estamos muy preocupados por el arresto de una periodista, lo cual supone una clara falla en la libertad de prensa. Recordamos al Gobierno sus obligaciones haciendo cumplir la ley, manteniendo la libertad de prensa y asegurando que los periodistas pueden trabajar de manera segura en público”.