Sáhara Occidental

Victoria legal para el pueblo saharaui: la justicia europea anula acuerdos con Marruecos

El gobierno argelino ha señalado que esta decisión es un reconocimiento de los derechos de los saharauis sobre sus recursos naturales 
Foto Dani Gago
Foto Dani Gago

Ha llegado una sentencia que podría suponer un punto de inflexión en la relación de la Unión Europea con Marruecos. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha anulado los acuerdos entre Bruselas y Rabat del año 2019 en torno a cuestiones clave que afectan directamente a España como la pesca y la producción agrícola.

¿La discordia? La Unión Europea ha estado negociando con Marruecos sobre las materias provenientes del espacio económico del Sáhara Occidental controlado por Marruecos, después de la ocupación y anexión que en la práctica ha realizado de gran parte de su extensión.

El etiquetado deberá marcar los productos agrícolas saharauis de forma distintiva, contando el Sáhara Occidental como territorio diferente de Marruecos. Además, el punto más importante quizá sea la anulación de los acuerdos agrícolas, tan disputados por sectores agrícolas europeos y españoles ante la dificultad de competir con un sector con otro sistema regulatorio.

El motivo esgrimido para esta anulación es la falta de consentimiento de la población saharaui con la negociación de sus recursos desde instancias ajenas. Y es que el Sáhara Occidental es uno de los territorios a nivel mundial que tiene mayor reconocimiento de su derecho a la autodeterminación, con la existencia incluso de una misión de paz de la ONU específica para la realización de un referéndum en el Sáhara Occidental, la MINURSO.

Aunque durante décadas la potencia administradora de iure que debía mediar este proceso, España, ha evitado proceder en dicho mandato, el estatus legal a nivel supraestatal estaba ampliamente acordado en la misma ONU. Los países de la Unión Europea técnicamente no reconocen la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental aunque algunos como España o, más recientemente, Francia, han apoyado explícitamente el plan de paz marroquí que incluye su soberanía plena con una autonomía saharaui.

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Es por ello que la Unión Europea, al negociar la explotación de los recursos saharauis sin su pueblo o un representante directo se habría saltado dicho derecho reconocido. Además, no es la primera vez que la justicia europea se pronuncia en contra de que el club comunitario emplee a Rabat como interlocutor directo para la negociación de acuerdos que afectan al territorio saharaui.

Sus efectos no empezarían a sentirse hasta pasado un año para evitar graves distorsiones de las decisiones en política exterior de la Unión Europea y para evitar supuestos de inseguridad jurídica

En el año 2021 el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ya anuló los acuerdos pero no se aplicaron medidas cautelares sino que se mantuvieron en vigor hasta la resolución de la siguiente instancia. Frente a la petición del Frente Polisario, llegó el turno del TJUE que ahora toma esta decisión. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha rechazado los recursos que presentaron el Consejo Europeo y la Comisión Europea para mantener los acuerdos con Marruecos.

Con esta sentencia, la anulación es definitiva. Sin embargo, sus efectos no empezarían a sentirse hasta pasado un año para evitar graves distorsiones de las decisiones en política exterior de la Unión Europea y para evitar supuestos de inseguridad jurídica. Sin embargo, cabe señalar que los acuerdos concernientes a la pesca, donde España era el principal implicado en la relación europea con Marruecos, ya se encontraban finalizados y debían entrar en una nueva fase de negociación desde el año 2023.

Ahora mismo se abre un escenario donde la Unión Europea ya no solo debe volver a negociar los acuerdos pesqueros bajo la nueva jurisprudencia sino que también deberá hacer lo propio con los acuerdos agrícolas en un momento especialmente crítico para el campo europeo. Durante los últimos meses distintos movimientos de campesinos han realizado fuertes protestas en países como Alemania, Países Bajos, Bélgica, Francia, Polonia o España.

Marruecos, por su parte, ha criticado la decisión de la justicia europea, considerando que ellos no han sido parte del proceso legal

Aunque el contexto se ha ido modulando y algunos picos de capitalización política se han desinflado, como es el caso del Movimiento Campesino-Ciudadano neerlandés, estos llegaron a entrar en el nuevo gobierno de Países Bajos. Y parte de las demandas incluían el fin de ciertas restricciones regulatorias y climáticas, por lo que un nuevo acuerdo con países como Marruecos podría ser problemático bajo según qué términos. Una de las principales críticas sobre la competencia con estos productos viene dada por la regulación laboral y climática más laxa fuera de la Unión Europea.

Marruecos, por su parte, ha criticado la decisión de la justicia europea, considerando que ellos no han sido parte del proceso legal ya que en dicho litigio han participado el Frente Polisario y las instituciones europeas. Por ello exigen el cumplimiento de los acuerdos bilaterales y la aplicación de las medidas necesarias para mantener los términos acordados.

Para el Frente Polisario esta decisión de la justicia europea supone un espaldarazo por la protección jurídica que podría añadir a su reclamación histórica. La Unión Europea, con España a la cabeza, podía explotar las aguas saharauis bajo los términos marroquíes, que siempre ha apostado por asentar su política de “hechos consumados”.

El gobierno argelino ha señalado que esta decisión es un reconocimiento de los derechos de los saharauis sobre sus recursos naturales

Esta idea se sustentaba en una paulatina aceptación del statu quo por parte de los países occidentales, como logró con el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Además, cabe señalar que este reconocimiento se llevó a cabo a cambio del establecimiento de relaciones diplomáticas y la normalización entre Marruecos e Israel. Pero tras varios vaivenes discursivos, Estados Unidos ha titubeado a la hora de desdecirse sobre dicho reconocimiento de soberanía y sigue sin quedar claro qué estatus confiere al territorio saharaui.

Por otro lado, Argelia, país clave para la Unión Europea y muy implicado en cada proceso político sobre el Sáhara Occidental, ha expresado su satisfacción ante la sentencia europea. El gobierno argelino ha señalado que esta decisión es un reconocimiento de los derechos de los saharauis sobre sus recursos naturales y ha llamado a su implementación para evitar que, como en el año 2021, la Unión Europea ignorase y contestase la decisión de la justicia.