El medio que llamó 'genocidio' al genocidio desde el primer día

Desde el primer momento, ha sido un compromiso inalienable de Canal Red y Diario Red el informar de forma rigurosa, con respeto a la verdad y a los hechos históricos y desde una perspectiva de izquierdas y de derechos humanos

Programa de La Base del 16/10/23

Ayer se cumplía un año desde el inédito ataque de Hamás contra Israel que se saldó con más de 1200 personas asesinadas y más de 200 rehenes israelíes capturados. Hoy se cumple un año desde que el gobierno de Benjamin Netanyahu inició en la Franja de Gaza el peor genocidio del siglo XXI. Doce meses después de que el ejército de Israel empezara a bombardear la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, los palestinos asesinados superan los 41.000 —más de la mitad, mujeres y niños—, hay todavía más de 10.000 desaparecidos bajo los escombros —con lo cual, la cifra de fallecidos sería todavía mayor—, más del 60% de las edificaciones de Gaza han sido destruidas —incluyendo la práctica totalidad de las escuelas, universidades y hospitales—, alrededor del 90% de la población ha tenido que huir de su casas y los crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo palestino incluyen también el corte de suministros de agua, de electricidad, de comunicaciones y de alimentos. Como hiciera el Tercer Reich alemán con los judíos durante uno de los peores genocidios del siglo XX, el gobierno de Netanyahu —que no representa a los judíos, sino solamente a los sionistas— ha puesto en marcha una maquinaria de aniquilación industrial de un pueblo entero en clave de limpieza étnica. La diferencia es que, hace algo menos de un siglo, Estados Unidos y los países libres de Europa hicieron frente a Adolf Hitler, situándose del lado correcto de la historia. En nuestra época y por desgracia, los mismos pueblos que lucharon contra la oscuridad nazi hoy apoyan comercial, diplomática y militarmente a los genocidas.

Para la mayor parte de la gente decente y demócrata de nuestro país lo que está haciendo Israel en la Franja de Gaza es un genocidio y no puede estar, en ningún caso, justificado como respuesta al ataque inicial de Hamás

Después de todo lo contemplado a lo largo del último año, resulta evidente para la mayor parte de la gente decente y demócrata de nuestro país que lo que está haciendo Israel en la Franja de Gaza es un genocidio y no puede estar, en ningún caso, justificado como respuesta al ataque inicial de Hamás. Sin embargo, el 8 de octubre de 2023 era muchísimo más difícil para cualquier ciudadano o ciudadana defender esta posición, y el motivo es que la inmensa mayoría de los medios de comunicación —con muy pocas excepciones en algunos digitales de izquierdas— justificaba por completo la reacción de Netanyahu como el "derecho de Israel a defenderse". Del mismo modo que, durante la guerra de Ucrania, la práctica totalidad del ecosistema mediático —desde la extrema derecha a la progresía— abrazó el discurso otanista sin matices que decía que estábamos ante una lucha entre civilización y barbarie, que Ucrania podía ganar y que lo que había que hacer era enviar más y más armas aunque eso pudiera acercarnos a un conflicto nuclear en suelo europeo, de la misma manera que los medios de la OTAN fraguaron mediante la violencia política y mediática —acusando, de hecho, de ser pro-ruso a cualquiera que defendiera la paz— un aplastante consenso propio de un régimen de guerra, durante los primeros meses del genocidio en la Franja de Gaza intentaron hacer exactamente lo mismo y no era difícil encontrar acusaciones de antisemitismo hacia aquellos que se atrevieran a denunciar lo que estaba ocurriendo.

Incluso a medida que fueron pasando las semanas y —en un nuevo mundo, en el que casi todas las personas tienen un terminal móvil con cámara en la mano— se hizo evidente que el asesinato masivo de niños que estaba teniendo lugar en la franja era una aberración absolutamente incompatible con los supuestos 'valores europeos', cualquier crítica a la actuación de Israel en los medios de comunicación empezaba de forma compulsiva con una condena rotunda al 'atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre'. Una vez cumplido el ritual y siempre por ese orden, podíamos encontrar —a veces— tímidas críticas sobre la 'falta de proporcionalidad' de la respuesta o la necesidad de 'cumplir con el derecho internacional' (como si hubiese una forma de implementar ese cumplimiento durante una limpieza étnica). Lo que jamás se escribía o se pronunciaba en la inmensa mayoría de los medios de comunicación —y todavía sigue siendo así un año después— era la palabra 'genocidio'. A pesar de que era evidente que asistíamos a una operación en la que, de un lado, teníamos uno de los ejércitos regulares más poderosos y más avanzados del mundo y, del otro lado, civiles siendo asesinados de forma masiva bajo las bombas, apenas unos pocos modestos digitales se atrevían a llamar 'genocidio' al genocidio. La inmensa mayoría hablaban —y hablan— de una 'guerra' entre Israel y Hamás.

Solamente Podemos se atrevió a llamar a las cosas por su nombre aunque ello supusiera recibir toda la violencia mediática habitual desde la extrema derecha a la progresía

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En el ámbito político, ocurría algo parecido. Ninguna figura relevante del PSOE —y tampoco de Sumar— se atrevió a llamar 'genocidio' al genocidio durante los primeros días de la matanza. El presidente del gobierno todavía no ha pronunciado esa palabra y Yolanda Díaz la ha empezado a pronunciar apenas hace unos pocos meses. En el ámbito estatal, solamente Podemos se atrevió a llamar a las cosas por su nombre aunque ello supusiera recibir toda la violencia mediática habitual desde la extrema derecha a la progresía. Por poner tan solo un ejemplo entre miles, El País publicaba el 19 de octubre de 2023 un artículo de opinión del periodista y tertuliano habitual de la televisión, Daniel Gascón, titulado "Ione Belarra y el genocidio", en el que criticaba duramente a la entonces todavía ministra por ser la única miembro del ejecutivo junto con Irene Montero que se atrevía a utilizar la palabra. En una pieza infame que se ha vuelto más y más inmoral a medida que los genocidas han ido ejecutando su sangrienta operativa, Gascón describía la utilización del término 'genocidio' por parte de Belarra como "un intento cínico y frívolo de llamar la atención a costa de la tragedia". En octubre de 2024 es mucho más difícil mantener una posición tan indecente desde la progresía y el tiempo ha ido colocando a cada uno en su sitio, pero todavía sigue siendo muy poco habitual encontrar medios de comunicación que rechacen y desmonten de forma activa la propaganda sionista.

Uno de los ejemplos más llamativos tuvo lugar la semana pasada cuando Pablo Echenique confrontó en directo y por primera vez en todo un año al portavoz del ejército de Israel, Roni Kaplan, en el programa Todo es Mentira, presentado por Risto Mejide, del que Echenique es colaborador habitual. Lo sucedido en el plató fue inédito básicamente porque, hasta que Risto dio la palabra a Echenique, Kaplan se había paseado por todos los medios de comunicación de nuestro país durante 12 meses y nadie lo había llamado 'genocida' en su cara.

Además de llamativo, el ejemplo es relevante porque no es casualidad que Pablo Echenique sea uno de los coordinadores de Diario Red. En este periódico, apenas una semana después de que se iniciara la operación militar por parte de Israel y ya teniendo datos suficientes sobre su alcance, ya se publicó un editorial hablando de 'genocidio'. Lo mismo ocurría apenas dos días después en el capítulo 4x24 de La Base. Desde el primer momento, ha sido un compromiso inalienable de Canal Red y Diario Red el informar de forma rigurosa, con respeto a la verdad y a los hechos históricos y desde una perspectiva de izquierdas y de derechos humanos sobre el que sin duda está siendo el capítulo más pavoroso de nuestra época: el genocidio ejecutado por Israel en la Franja de Gaza. Desde aquellos primeros días, han sido incontables los programas y las piezas periodísticas que hemos elaborado para desmontar la propaganda que los sionistas martillean desde la mayoría de los medios de comunicación cómplices. Hoy, gracias también a la potente movilización popular en las calles a favor de la causa del pueblo palestino, y aunque la derecha y la extrema derecha todavía apoyan abiertamente la operativa genocida, la progresía mediática se ha visto obligada a rectificar parcialmente su indecente posición inicial que les estaba arrastrando hacia la incineración de su capital político y reputacional.

Aunque todavía somos un proyecto mediático modesto, pensamos que, desde la humildad y el buen trabajo, hemos contribuido a que la marea en algún momento pueda empezar a cambiar. Y, si hemos podido hacerlo con libertad, si nos hemos podido mantener firmes ante la presiones —en estos días, el propio Roni Kaplan está difamando públicamente a Pablo Iglesias y a Canal Red—, si hemos podido dar la batalla ideológica para empujar la ventana de Overton y que cada vez más gente tenga que reconocer algo tan básico como que un genocidio es un genocidio, ha sido fundamentalmente por el apoyo de nuestros socios y socias. Por eso, si ya colaboras con una cuota mensual, te queremos agradecer de todo corazón que formes parte de este proyecto y, si todavía no te has decidido, te animamos a que lo hagas. Ellos tienen todo el poder militar, económico y mediático, pero nosotros estamos comprometidos con la verdad y somos más.