Pedro J. compara a Pedro Sánchez con un asesino en serie y dice que no lo ha hecho

En una pieza de opinión en El Español, el director del digital ultraconservador compara durante varios párrafos —y también en el título— al presidente del gobierno con Richard Kuklinski, un asesino en serie de más de 100 personas, pero niega, en el mismo artículo, haberlo hecho
El presidente del Gobierno de Aragón Jorge Azcón, el presidente del Partido Popular Alberto Núñez Feijóo, el director de El Español Pedro J. Ramírez y el coordinador general del Partido Popular Elías Bendodo, durante la entrega de premios Los Leones de EL ESPAÑOL 2023, en su VIII aniversario, en el NH Collection Real Casino de Madrid, a 16 de octubre de 2023, en Madrid (España). La jugadora del Real Madrid y la Selección Española de Fútbol, con la que ha ganado el Mundial 2023, Olga Carmona, ha recibido el Premio del Deporte de Los Leones de EL ESPAÑOL 2023 en el octavo aniversario del periódico.
A. Pérez Meca / Europa Press
16/10/2023
Pedro J Ramírez junto a Alberto Núñez Feijóo, Jorge Azcón y Elías Bendodo en los premios de El Español — A. Pérez Meca / Europa Press

En su columna periódica 'Cartas del director' en El Español, el digital que dirige, Pedro J. Ramírez publicó este domingo una pieza de opinión titulada "La amnistía del 'Hombre de Hielo'" en la cual comparaba en todo lujo de detalles y durante varios párrafos —de hecho, como se puede ver, ya desde el título— a Pedro Sánchez con un asesino en serie bautizado por el FBI como el 'Hombre de Hielo'.

En el segundo párrafo de la pieza, el periodista explica el motivo detrás del apodo: "Cuando en 1985 la Fiscalía de New Jersey y el FBI crearon un equipo especial para llevar a cabo la Operación Hombre de Hielo no perseguían otro cometido que localizar y detener a un asesino a sueldo de la mafia que congelaba los cadáveres de sus víctimas hasta dos años para que no se pudiera averiguar la fecha en que los había matado."

Según recoge Pedro J., el FBI tardó aproximadamente un año y medio en identificar y capturar a Richard Kuklinski como culpable de los crímenes. "Kuklinski confesó haber matado "a más de cien personas" a lo largo de treinta años de carrera criminal. Primero había matado por ridículos motivos personales —que si uno le había mirado mal, que si otro le había seguido— y luego como lucrativo modo de vida", añade a continuación, para luego recrearse en los métodos del asesino: "Podía decirse que no había habido técnica criminal que no hubiera practicado: Kuklinski era un virtuoso del ametrallamiento, el ahorcamiento, el envenenamiento, la evisceración con granadas de mano o el encierro de sus víctimas inmovilizadas en una cueva para que las devoraran las ratas. Cobraba un plus de hasta el 100% por hacer sufrir a los moribundos, pero no era un sádico que disfrutara con ello."

El punto de comparación que Pedro J. encuentra entre Kuklinski y Pedro Sánchez sería una característica particular de su personalidad que también haría referencia al apodo del asesino y al mismo apodo que el periodista coloca al presidente del gobierno en su pieza de opinión: "no sólo no había sentido nunca el menor remordimiento o piedad, sino que tampoco había experimentado ni una sola vez, en ninguna situación extrema, nervios, miedo o tan siquiera conciencia de peligro."

Aunque el director de El Español se extiende varios párrafos en la comparación, que va desde el apodo hasta la característica de personalidad compartida y, en un momento dado, escribe que estaba "escuchando este fragmento el martes, horas después de la histórica jura de la princesa Leonor (sic), cuando no pude por menos que detener la reproducción y dirigirme al doctor Dietz para aportarle otro ejemplo de impasibilidad extrema: —Añada a un presidente del Gobierno capaz de conceder una amnistía a los mismos que había prometido perseguir, con tal de que le ayuden a permanecer en el poder", se apresura a decir que "no es pues con el tal Kuklinski con quien estoy comparando a Pedro Sánchez. Que quede esto muy claro." Para después continuar todo el resto del artículo profundizando en la evidente comparación que acaba de negar.

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