Fútbol antifascista

El catalán Lamine Yamal y el vasco Nico Williams contra el racismo de la ultraderecha

Vicente del Bosque ensalza a los hijos de la inmigración de la selección: “Tenemos a inmigrantes que nos hacen mejores, aunque a algunos no les guste”

YouTube Selección Española de Fútbol
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Entre los brillantes delanteros racializados Nicholas Williams Arthuer (Iruñea, 2002) y Lamine Yamal Nasraoui Ebana​ (Esplugas de Llobregat, 2007) suman tan sólo 37 años y están llamados a marcar una época en el fútbol mundial. El juego electrizante de Williams y Yamal es la sensación de esta Eurocopa y se han consagrado con sus goles y asistencias como futbolistas de élite. Lamine Yamal ha repartido dos pases goles y Nico Williams ha marcado un tanto y ha dado una asistencia en el torneo.

Lamine Yamal ha crecido en el barrio obrero de Rocafonda, uno de los más pobres de Catalunya y que la ultraderecha llama “estercolero multicultural”. Yamal cada vez que marca un gol hace referencia al código postal de su barrio y presume de sus orígenes. Su padre Munir no tuvo contemplaciones y atacó a huevazos al grito de “fachas” y “racistas” una carpa del partido de VOX cuando acudieron a su barrio. Fue multado y declaró en el juicio: “Tenía motivos. Soy un ser humano. Aquel día mi hijo estaba viajando con la Selección Española para representar a este país y estos racistas vinieron y se pusieron al lado de un colegio donde hay todo tipo de razas”.

Lamine Yamal es menor de edad, ha jugado en las categorías inferiores de la selección y ha recibido todo tipo de insultos racistas. Sobre todo, cuando se puso una camiseta de Marruecos, bromeó con sus compañeros y la fachosfera comenzó una cacería contra él y utilizó el vídeo para atacarlo. El comentarista Mono Burgos dijo una racistada sobre él en Movistar y fue despedido por el comentario: "Si no le va bien en el fútbol, puede acabar en un semáforo".

El delantero Nico Williams también ha sufrido el racismo en primera persona. Los neonazis de Frente Atlético hicieron cánticos xenófobos contra el jugador del Athletic de Bilbao. Anularon el cierre de la grada y volvieron al estadio como si nada. Unos fascistas que tienen barra libre en España con la complicidad de Cerezo, Gil Marín y Tebas, y que asesinaron a los hinchas antifascistas Aitor Zabaleta y Jimmy. En la siguiente jugada de los cánticos racistas, Williams marcó gol y se señaló la piel, justo delante de ellos.

Los padres de Williams cruzaron el desierto del Sáhara, saltaron la valla de Melilla, la Guardia Civil los detuvo y temieron ser deportados. Encontraron un hogar y crecieron en Euskal Herria. Nico Williams ha mostrado su solidaridad con el colectivo de manteros en Bilbao por las persecuciones policiales a las que se ven sometidos.