Ley mordaza

Rodea el Congreso 12 años después: condena desde Europa para España, 21 procesados a juicio en noviembre y policías impunes

Después de 9 años de instrucción, el juicio oral empieza en noviembre, se les acusa de desórdenes públicos y atentados a la autoridad. Se pide desde cuatro años de prisión hasta poco más de siete para 21 procesados

Cargas policiales en la noche del 25 de septiembre cerca del Congreso de los Diputados - Flickr / Wikipedia
Cargas policiales en la noche del 25 de septiembre cerca del Congreso de los Diputados - Flickr / Wikipedia

Rodea el Congreso fue una concentración convocada para el 25 de septiembre de 2012 en los alrededores del Congreso de los Diputados, concretamente en la Plaza de Neptuno, para denunciar y señalar la política de recortes hecha durante el gobierno del PP encabezado por Mariano Rajoy.

Ese día se daría el popular video conocido como “¡Que soy compañero coño!”, en el cual se observa cómo varios policías nacionales arrastran por el suelo a dos individuos. Uno de ellos, es el popular ‘compañero’, el otro es Ángel, uno de los 21 procesados que deberán enfrentar el juicio oral a partir de noviembre de este año, 9 años después de todo.

Los disturbios se sustanciaron con 64 heridos, entre ellos 27 policías y 35 detenidos. Se hicieron virales las declaraciones del Secretario General del Sindicato Unificado de Policía (SUP), quién justificó la actuación de los agentes y su falta de número de identificación, sin embargo, también admitió en una entrevista con Público y contradiciendo al Gobierno, que habían infiltrados en las manifestaciones. Cuando fue cuestionado acerca del papel de los infiltrados, este aseguró: “Desde luego dar palos y pegar a la policía, no. Están ahí para identificar a los violentos y para saber si plantean alguna actuación ilegal que haya que prevenir antes de quemar cajeros o coches…”

Una de las afectadas por la falta de investigación de los abusos policiales acudió al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), quien en 2021 le dio la razón

Se recomienda ver este video crónica de la jornada de protestas, con especial referencia a partir del minuto 6:00 cuando la policía nacional asalta la estación de cercanías de Atocha, dejando heridos, disparando entre andenes de vía sin distinguir en su persecución, detienen periodistas e incluso daña la cámara del autor del video.

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De los 35 detenidos, 27 denunciaron malos tratos y torturas durante sus detenciones y, aunque interpusieron las correspondientes denuncias, los juzgados españoles no investigaron ningún extremo de lo alegado. Los afectados denunciaron desde golpes de porra y puñetazos hasta la obligación por parte de la policía de estar de pie durante horas en comisaría sin apoyo ni ir al baño o beber agua, en el traslado en las furgonetas policiales varios denunciaron ser esposados entre ellos, ir sin cinturón de seguridad y que los policías se reían de ellos cuando chocaban y caían por los volantazos y acelerones del conductor.

Una de las afectadas por la falta de investigación de los abusos policiales acudió al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), quien en 2021 le dio la razón.

La denunciante, una de las personas que se refugió en un bar para evitar ser represaliada por la policía, acudió a la jurisdicción española, concretamente los juzgados de instrucción que acabarían archivando el caso, el cual escalaría hasta el Tribunal Constitucional que consideró que no había violación de derechos fundamentales. Estas actuaciones de la policía se pueden ver en el siguiente video.

La sentencia decidida por unanimidad del TEDH condenó a España por no llevar a cabo una investigación lo suficientemente completa y eficaz en violación del Convenio Europeo de Derechos Humanos, de hecho, Estrasburgo reconoció que el juzgado español, a pesar de conseguir identificar a los integrantes de la furgoneta del video e incluso interrogarlos y recaer sobre ellos la acusación de un delito de lesiones, acabó exonerándolos de responsabilidad porque “la presencia de la furgoneta no acreditaba la identidad de los agentes”. Además, el juzgado también se negó a citar a declarar al superior jerárquico de los policías y tres personas presentes en el lugar de los hechos.

En la actualidad hay otras demandas de similar calado que está estudiando el TEDH al respecto de estas actuaciones de los tribunales españoles

La reparación a la víctima consistió en la confirmación del derecho vulnerado y el abono de 1.000 euros en concepto de daños morales, rechazando la petición de 8.323,01 originalmente pedidos, ya que, según el tribunal, la demandante no presento justificantes acerca de las cantidades reclamadas como para demostrar que estas fueron ocasionadas por las costas y gastos en tribunales. La Corte de carácter internacional no reabrió la investigación, ya que consideró que la normativa española no permite reabrirla.

En la actualidad hay otras demandas de similar calado que está estudiando el TEDH al respecto de estas actuaciones de los tribunales españoles.

Por otro lado, la instrucción del proceso que finalmente ha llevado a procesar a 21 detenidos duró desde el mismo año 2012, hasta abril del 2021, cuando se dictó el auto que abría la fase de juicio oral que arranca este mes de noviembre, recordando a las largas instrucciones hechas por el ya jubilado Manuel García-Castellón o Joaquín Aguirre. Incluso antes de la instrucción, ocho de las personas convocantes de la concentración fueron citadas a declarar por ‘delitos contra altos organismos de la Nación’ por organizar la concentración.

Parte de la instrucción llevada a cabo por entonces por el Juzgado de Instrucción número 8 de Madrid, intentó derivar parte de la causa a la Audiencia Nacional (AN), concretamente el asunto cayó en el Juzgado Central de Instrucción número 5 de Santiago Juan Pedraz Gómez, más conocido como el juez Pedraz, ya que el titular del juzgado consideró positivamente el criterio de la policía de acusar por delitos contra la nación, haciendo esto que parte de la causa derivara en la AN, sin embargo, el magistrado Pedraz acabó devolviendo la causa a los juzgados de instrucción ordinarios y archivó también una nueva causa en la que investigó a otros convocantes de la concentración identificados por la policía, no sin antes solicitar a Facebook información sobre su actividad en la red social. De este episodio destaca cómo el PP se refirió al magistrado como ‘pijo ácrata’.

Sin embargo, el Juzgado de Instrucción número 35 fue quien recibiría el escrito de acusación de la Fiscalía, quien acusó a 21 jóvenes de los delitos ya mencionados. El hecho relevante común para la detención de la mayoría de estas personas es el lanzamiento de objetos a los agentes o en un caso la patada a un agente, en otro, de encontrar pilas como las que habían sido lanzadas en momentos anteriores a los agentes, en otra detención por pegar a un agente se resalta también el encuentro de un tirachinas después de su detención, otro fue detenido porque supero el perímetro de seguridad y se tumbó en el suelo, obligando a los agentes a arrastrarlo fuera de esta zona, otro acusado llevaba supuestamente un palé oculto bajo una pancarta y lanzó latas de cerveza o botellas de agua a la policía e incluso el escrito de la Fiscalía asegura que golpeo con un palo a un agente, pero este último no ha sido identificado, otro está acusado de golpear con una maceta de albañil de un kilo a un agente, sin embargo, este no sufrió ninguna lesión y otra persona fue detenida cuando intentó detener otra detención agarrando al policía.

Las penas del escrito van desde los cuatro años y dos meses de prisión hasta siete años y cuatro meses y multas de más de 2.000 euros, además del pago de indemnizaciones a agentes de policía desde los 150 hasta los 2.550 euros.

En Diario Red hemos podido hablar con una de las personas que han pasado a juicio oral en noviembre. Laura, al ser preguntada acerca del tiempo de instrucción tan largo que ha tenido que vivir, respondió: “Yo este fin de semana he entrado un poco en crisis con todo este tema, porque estaba muy animada con ir al juicio […], pero una amiga me ha advertido que pague la multa, que mis circunstancias personales no son las apropiadas para ir a juicio, por si sale mal, entonces esto es un poco montaña rusa […]. Tengo que hablar con mi abogado y que me vuelva a explicar un montón de cosas para yo seguir afianzando mi posición, porque en realidad prefiero ir a juicio y que se demuestre mi inocencia, que es lo que soy, pero es complicado, — El tiempo de instrucción— me parece surreal […], lo que he entendido a mi abogado, es que las dilaciones no están justificadas y que eso ya debería ser una atenuante para nosotros”

Acerca de la conexión de su asistencia a la concentración y los cargos que le imputan: “Lo que dicen en mi contra es mentira. Yo fui con mi novio, un amigo suyo y amigos de este amigo. Yo quedé con mi novio y estas personas y fuimos a la manifestación con otras personas con las que habíamos quedado. A mí me cogieron en la manifestación porque yo no quise salir corriendo, a mí me detuvieron en la primera carga, yo no quise correr porque me negaba, empecé a ver movimientos hacia atrás y pensé: «Es que no estamos haciendo nada». Yo creo que fui poco hábil, mi novio corrió, pero yo sentí que no tenía por qué correr. Había mucha gente y nadie estaba haciendo nada a mi alrededor, la gente estaba con las manos levantadas. A mí de repente me engancharon del pelo y empezaron a pegarme, después llegaron los antidisturbios y me arrastraron a golpes por todo Neptuno hasta las furgonetas al frente del Congreso. Mi historia, por lo que pude conocer en comisaria, es el 99,9% de las historias, es más, creo que las piedras vinieron después de las detenciones, no antes, los verdaderos altercados vinieron después de las detenciones, los que quedaban se calentaron del todo y ya vinieron piedras y adoquines y lo que ellos quieran decir. La carga fue así.”

Respecto de los delitos y la condena que le solicitan: “A mí me piden dos condenas, lo tendría que mirar, pero son más de cinco años de prisión, que claro, con más de cinco años, aunque no tengas antecedentes, puede haber cárcel […], la cuestión es que yo no entendía de qué se me acusaba, me ha costado muchos años entenderlo. Al principio pensaba que me acusaban de haber pegado a alguien con una maceta, pero viéndolo con mi abogado, me acusan de estar en un grupo de cuatro personas que yo no conozco y en teoría yo ayudé a una chica llamada Virginia que estaba pegándoles con una maceta y yo estaba ayudándola. Pero esto no tiene que ver con las condiciones en las que yo fui a la manifestación, porque además me acuerdo de que en mi entorno no había chicas. Ese día conocí a una chica amiga de otra persona, pero en el entorno como tal no había chicas. Estoy en un grupo de acusados que no nos conocemos. […] Fue una salvajada.”

Tendría que haber sido portada en todos los medios de comunicación, se ha reconocido que cometieron brutalidad policial, les han multado, pero no ha habido más consecuencias, ni una destitución, ni nada

Acerca de toda esta situación, Laura aclara: “Esto no es una cosa mía, esto es una lucha colectiva, las miles de personas que estábamos en esa manifestación somos los miles que estamos implicados en esto, porque me detuvieron a mí como podían haber detenido al de al lado, de los 35, 32 fueron aleatorios y a uno le vieron tirar una cerveza o levantar un palo, pero como fueron las cargas y la manifestación y como está orquestado todo, fue una forma de frenar la lucha colectiva, entonces yo creo que como lucha colectiva, deberíamos ser conscientes de esto. […] No pueden parar cualquier movimiento social así, a las bravas, porque entonces ellos tienen un poder que es muy peligroso, porque si ven con la violencia lo paran, entonces, ¿se trata de incrementar la violencia?, ¿Y para incrementar la violencia vas a quitarnos derechos y pegar más fuerte cuando hablemos? Es un camino muy complicado el que toma las cosas a partir de esa fecha, que les permitiéramos que eso pasara, que estemos hoy de juicios, que Europa diga que no estudiaron adecuadamente algunos asuntos legales, creo que todo esto nos lleva a un camino complicado a nivel represivo. […] En España estábamos muy orgullositos de nuestra democracia y poder salir y él no a la guerra y ahí estábamos tan contentos, pero ya que te quiten el derecho a la libertad de expresión me deja aterrada porque hacen lo que quieren y si les dejamos van a seguir haciéndolo, los 6 de Zaragoza son un ejemplo, les da por algo y tiran para adelante con ello, y eso es lo que no puede ser.”

Por último, recalca acerca del papel de los medios de comunicación: “La opinión pública estuvo detrás. Yo soy técnico de sonido en un canal y cuando dábamos seguimiento a las noticias, a las detenciones, se habló de la brutalidad policial, los políticos de izquierda también se hicieron eco de la brutalidad policial, se muestran las imágenes y demás, pero algo tan gordo no tuvo consecuencias de ningún tipo, ni legales para ellos.  A partir de ahí ellos ven que pueden hacer lo que quieran y que está la Ley Mordaza que les ayuda. Yo esto lo veo muy peligroso, a mí me ha tocado por aquí, pero le puede pasar a cualquiera en cualquier momento. La gente te pregunta: ¿con quién ibas y por qué estabas allí?, pero luego te pasa a ti y verás que es injusto y verás que han llegado a un punto de fuerza que no deberían tener. […] Tendría que haber sido portada en todos los medios de comunicación, se ha reconocido que cometieron brutalidad policial, les han multado, pero no ha habido más consecuencias, ni una destitución, ni nada.”