Un caso de violencia vicaria en Hamburgo desata la islamofobia en redes y medios

Las primeras informaciones tacharon de ataque terrorista al maltratador que retuvo a su hija en el aeropuerto de la ciudad alemana
Aeropuerto de Hamburgo — YouTube

El sábado pasado un hombre armado retuvo a su hija en el aeropuerto de Hamburgo, atrincherándose hasta su detención tras una intensa negociación policial en la que la menor salió físicamente ilesa.

La atención al suceso se disparó en los primeros instantes, en el que medios, analistas y la rumorología de las redes sociales apuntaban a un posible caso de terrorismo islámico. Este no es el primer episodio en que saltan las alarmas con informaciones falsas o manipuladas sobre terrorismo internacional en los últimos días, como pudo verse hace poco con un “bulo” que circuló sobre un posible atentado en Madrid, difundido desde cuentas de la extrema derecha española. Y es que muchos medios y figuras están aprovechando la escalada de violencia en Oriente Medio producida por el genocidio israelí en Palestina para avivar discursos alarmistas y señalar a la comunidad árabe residente en Europa. Tal es el caso del propio líder de Vox, Santiago Abascal, que habló en Twitter (X) de “abatir” migrantes en las fronteras.

El caso de Hamburgo respondió a estas mismas lógicas ya que el detenido era de nacionalidad turca. Sin embargo, la atención al caso se redujo enormemente cuando las autoridades aclararon que se trataba de un secuestro en lo que posiblemente fuera un caso de violencia vicaria.

La violencia vicaria se define como “aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos. El padre ejerce una violencia extrema contra sus criaturas, llegando incluso —en algunos casos— a causarles la muerte

La violencia vicaria, es una forma de violencia contra las mujeres cuya visibilidad es fundamental para revelar las consecuencias de la violencia en los y las menores de edad y sus madres como víctimas de violencia de género. Ha sido una de las principales problemáticas planteadas desde Igualdad en esta legislatura, incluyéndola por primera vez en la Estrategia Estatal contra las violencias machistas de España. Según la Universidad Complutense de Madrid ésta se define como “aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos. El padre ejerce una violencia extrema contra sus criaturas, llegando incluso —en algunos casos— a causarles la muerte y utilizando recursos de particular crueldad para la eliminación de los cadáveres en muchas ocasiones, y el ánimo de causar daño a su pareja o expareja a toda costa supera cualquier afecto que pueda sentir por ellas/os. El asesinato de las hijas o hijos es la parte más visible de esta forma de violencia pero es habitual la manipulación de hijas o hijos para que se pongan en contra de la madre o incluso la agredan”.

España ha sido, de hecho, apercibida en varias ocasiones por el Comité CEDAW de Naciones Unidas por la necesaria protección de estas mujeres y sus hijos e hijas. Sin embargo, el terrorismo machista -en este caso, en Hamburgo- no mereció el mismo interés y la noticia pronto decayó de los titulares sin explicar la importancia de nombrar y señalar a esta violencia.

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