Las exenciones tributarias en el sector energético colombiano generan pérdidas millonarias para el Estado

Una investigación del CELAG revela que las empresas de energía eléctrica ahorraron 5.852 mil millones de pesos en impuestos entre 2013 y 2022, afectando recursos para la educación y la salud
Exenciones tributarias a empresas de energía eléctrica (Colombia) —Twitter (X)

El tuit publicado por Alfredo Serrano Mancilla —Doctor en economía y director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, Política, Economía y Elecciones en América Latina— revela los siguientes datos: Colombia - En un país donde el debate sobre el pago de impuestos es recurrente, poco se habla de la contraparte: las exenciones tributarias. A diferencia de la evasión, que es ilegal, las exenciones están contempladas en la ley y permiten a ciertas empresas reducir significativamente su carga tributaria. Estas ventajas, en teoría, buscan fomentar la productividad y premiar la competitividad, pero la realidad muestra un panorama diferente. Recientemente, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) ha puesto bajo la lupa el sector de la energía eléctrica en Colombia. Su investigación revela cifras impactantes sobre cuánto dejan de pagar en impuestos estas empresas gracias a las exenciones legales.

Datos reveladores:

Según los datos de CELAG, las exenciones tributarias otorgadas a las empresas de generación de energía eléctrica en Colombia entre 2013 y 2022 han alcanzado cifras exorbitantes, acumulando un total de 5.852 mil millones de pesos. Este total se desglosa en tres categorías principales:

- Exención en el impuesto a las ventas de energía eléctrica: 3.941 mil millones de pesos.

- Deducción parcial en el impuesto a la renta por inversiones en activo fijo: 947 mil millones de pesos.

Nada de esto sería posible sin suscriptores

- Otros créditos fiscales concedidos: 964 mil millones de pesos.

Los gráficos presentados muestran un crecimiento constante en el valor de estas exenciones a lo largo de los años. Por ejemplo, en 2013, el total de exenciones fue de 405 mil millones de pesos, mientras que en 2022 alcanzó los 765 mil millones de pesos anuales.

Consecuencias de las exenciones tributarias:

Las exenciones tributarias, que en teoría deberían impulsar la economía y beneficiar a la sociedad en general, han tenido el efecto contrario. Las grandes empresas pagan menos impuestos, lo que significa menos recursos para el Estado, que podría destinarlos a áreas como educación, salud e infraestructura. Esta reducción en los ingresos fiscales afecta directamente la capacidad del gobierno para financiar proyectos públicos y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Además, la disparidad entre la tasa impositiva efectiva y la legal es alarmante. Mientras la tasa impositiva legal establece un porcentaje fijo sobre las ganancias, las exenciones permiten a las empresas pagar una fracción de esta cantidad. Esta práctica, aunque legal, socava la equidad del sistema tributario y plantea serias dudas sobre la justicia fiscal en el país.

Las cifras hablan por sí solas:

El análisis del CELAG revela que las exenciones tributarias en el sector de la energía eléctrica significan una pérdida de ingresos significativa para el Estado colombiano. Aunque los datos exactos aún están siendo detallados, se estima que las empresas del sector se ahorran miles de millones de pesos anualmente gracias a estas exenciones.

Esta situación pone en evidencia la necesidad de revisar y posiblemente reformar el sistema de exenciones tributarias en Colombia. La intención original de estas políticas era fomentar un desarrollo económico más robusto y equitativo, pero los resultados actuales muestran una desviación de esos objetivos.

En definitiva, las exenciones tributarias, aunque legalmente justificadas, representan un desafío para la justicia y equidad fiscal en Colombia. La investigación del CELAG destaca la urgente necesidad de reevaluar estas políticas para asegurar que beneficien a la sociedad en su conjunto y no solo a un sector privilegiado. La transparencia en los pagos de impuestos y una revisión exhaustiva de las exenciones podrían ser pasos cruciales hacia un sistema fiscal más justo y efectivo.