Circule con sus armas a Israel (pero no por Cartagena) #ElCierre

«¿Qué lleva usted?» «Armas para Israel» «Okey, pero no puede pasar por nuestras costas». ¿Deberíamos aplaudir al gobierno por esto? Conmigo no cuenten

El Borkum no ha entrado en Cartagena. Repito, el Borkum no ha entrado en Cartagena. ¿Quién decía que el ruido no servía? Ahora bien, aquí vamos a decir la verdad. El Borkum no entra en Cartagena por decisión propia anunciada por su capitán la noche de ayer. Esto quiere decir que el gobierno no ha hecho nada al respecto. No hizo nada para impedir que entraran en Cartagena, como hemos visto durante las últimas horas en que han seguido defendiendo que toda la denuncia sobre este carguero era una mentira, a la par que la documentación diversa muestra lo contrario.

Primero dijeron que no había armas ni explosivos, vaya si las había, ocho contenedores de TNT por citar sólo parte del cargamento, luego dijeron que todo estaba en regla, pero a la par no nos dejaron acceder al acta que comprobara que se había inspeccionado en Canarias el cargamento. ¿Por qué tanto secretismo? Luego empezaron a escurrir el bulto y, finalmente, apareció un nuevo barco, el Marine Danica, al que le impidieron la entrada en Cartagena prevista para la próxima semana porque llevaba armas para Israel. ¿Es una buena noticia? Claro. Pero también despierta preguntas ¿No? ¡Qué curioso que justo en un contexto de atención social sobre los mares españoles haya aparecido otro barco al que había que impedir su entrada en España, señor Albares! Nos dicen que es la primera vez que ocurre pero ¿Es la primera vez que un barco con este cargamento quiere entrar en España o es la primera vez que nos lo dicen porque la atención social está ahí? El problema del gobierno a estas alturas es de credibilidad, sin duda. Y todo esto huele muy raro.

Quiero agradecer especialmente a la Red de Solidaridad Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) por tener la valentía de denunciar al Borkum con datos e información precisa rebotada luego en diversos medios de comunicación y por algunos partidos. Y lo hago porque esta mañana he oído y visto medios de comunicación desde Cadena Ser hasta la televisión pública, obviando que es RESCOP quien denunció primero a esta embarcación. Basta ya de invisibilizar a la sociedad civil para hablar sólo de los partidos políticos en los marcos que les interesan. Nosotras no haremos eso.

Gracias, RESCOP, por todo el trabajo que ha servido para que formaciones como Podemos puedan interponer una denuncia que ha sido admitida a trámite aunque al ministro Puente le moleste tanto y que ha servido también para que desde Sumar aprendieran que hacer ruido es una forma de hacer política. 

Decía que el gobierno tiene ahora un serio problema de credibilidad, y es por su propia responsabilidad. El ministro Albares ha vuelto a mentir esta mañana al afirmar en TVE que no se venden ni compran armas a Israel desde octubre del año pasado, información que sabemos que es comprobadamente falsa. Se han seguido comprando y vendiendo armas a Israel este año. Si el ministro miente sobre esto ¿Por qué le vamos a creer que, en efecto, es el primer barco que ha llevado armamento para Israel que ha querido entrar en nuestras costas?

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Pero vamos a otro tema fundamental. ¿Está bien que le impidieran la entrada al Marine Danica? ¿Nos conformamos con que no entren en Cartagena? ¿Esa es nuestra forma de contribuir con que se deje de perpetrar un genocidio? Diciendo «¿Qué lleva usted?» «Armas para Israel» «Ok, pero no puede pasar por nuestras costas». ¿Deberíamos aplaudir al gobierno por esto? Conmigo no cuenten.

España está perfectamente facultada para hacer algo que realmente fuera útil, es decir, en lugar de impedir la entrada de armas para Israel, retenerlas en el puerto de Cartagena para que nunca lleguen a Israel. Eso, señor Pedro Sánchez, es hacer algo. Eso, señor Albares, es hacer algo. Eso, señor Íñigo Errejón, es una victoria, porque ha sido vergonzoso leer un tuit del diputado de Sumar diciendo ¡Victoria! a que armas que irán a cometer un genocidio lleguen a Israel. No es ninguna victoria que no entren en España, la victoria sería que no lleguen a las manos del ejército israelí. Esa es la diferencia, señor Errejón, entre querer ponerse medallas y defender causas por principios. No sea usted tan perverso que lo que está ocurriendo es un genocidio, no una campaña electoral.

Y por eso habremos quienes seguiremos denunciando la complicidad de este Gobierno, porque, insisto, no ha hecho ¡Nada! Impedir que entre el Marine Danica no resta poder a Netanyahu, es solo volver a escurrir el bulto de las armas, como Puente con Albares o Margarita Robles. Y congratularse con que el Borkum desviara su trayecto para no pasar por Cartagena, tampoco es una victoria, porque seguirá su rumbo y llegará a donde quiere llegar pero, sobre todo, porque la razón por la que lo hace es para evitar esa inspección que RESCOP y Podemos exigían. Porque ya había una denuncia admitida a trámite en la Audiencia Nacional que podría forzar a que esa inspección ocurriera y se viera la verdad que el señor Puente insiste en ocultar. 

Por eso el Gobierno tiene un problema de credibilidad. Como decíamos ayer, está a la defensiva, le está saliendo caro no hacer nada y eso es una buena noticia, eso es el ruido popular ganándole por fin la partida. El gobierno tiene un problema de credibilidad al que se suma el problema de credibilidad de Sumar que ayer ha hecho lo que en mi país llamamos “pan con mango”, es decir, una mescolanza absurda de mensajes contradictorios.

Al mismo tiempo que Íñigo Errejón denunciaba que el Borkum no debía llegar a Cartagena, se reunían el PSOE y Sumar para constatar “la buena salud” de la coalición y se comprometían a reconocer lo antes posible el Estado de Palestina. Es decir, Sumar comprándose enterito el argumentario del PSOE en lugar de presionar por alguna medida realmente efectiva. Doy la bienvenida a Sumar al ruido, por fin se dan cuenta de que eso es hacer política, pero me temo que no se les cree porque para hacer ruido también tienes que ser creíble.

¿Cómo creerle al gobierno? ¿Cómo creer a Pedro Sánchez que denuncia una máquina del fango, se va a pensar cinco días, y a su retorno le brinda una entrevista al operador de la máquina del fango, Antonio García Ferreras? Sí, en cuestión de minutos Pedro Sanchez va a lavar la cara de este siniestro operador del lawfare y mediafire en España. ¿Cómo creer al gobierno?

Por suerte, la política no va de creer ni de confiar, sino de garantías. Y se garantiza con el voto. Ya estuvo bien de que nos vean la cara de idiotas. En junio se han de enterar. Hasta el lunes.

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