Israel bombardea “el último lugar seguro” de Gaza
Adaptación del análisis de Sara Serrano de La Base. Redactado por Lucía Parro.
En la noche del viernes, las bombas israelíes impactaron sobre Rafah, la designada "última zona segura" en la Franja de Gaza, generando una tragedia humanitaria. Cientos de civiles, incluyendo mujeres y niños, perdieron la vida en los intensos bombardeos dirigidos, según fuentes locales, a mezquitas, hospitales y viviendas de personas desplazadas.
Israel, bajo el liderazgo de Netanyahu, anunció planes para una operación militar terrestre masiva en Rafah, lo que ha desatado la preocupación internacional. La ONU, a través de su secretario general, Antonio Guterres, advirtió sobre el impacto devastador en la población de Gaza hacinada en Rafah y expresó su alarma por las intenciones israelíes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó a Netanyahu a evitar una ofensiva militar sin garantías para la seguridad de los civiles. La Unión Europea, representada por el jefe de la diplomacia Josep Borrell, se mostró preocupada y cuestionó las acciones israelíes.
Por otro lado, se ha conocido que España, país miembro de la Unión Europea, ha enviado munición a Israel después del 7 de octubre, a pesar de haberlo negado públicamente. Datos del comercio exterior muestran que se exportaron armas por valor de 987,000 euros en noviembre. El gobierno español alega que estas operaciones fueron autorizadas antes del 7 de octubre, pero críticos señalan que las exportaciones podrían haber sido revocadas.
En medio de la escalada de violencia, se destaca la paradoja de la comunidad internacional expresando preocupación por las acciones de Israel mientras algunos países, como España, continúan exportando material militar. La Corte Internacional de Justicia ya había planteado la posibilidad de que Israel haya cometido genocidio en Gaza, lo que podría tener implicaciones para los países que le suministran armas.
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