Fútbol

El músculo más importante es el talento

El fútbol es un deporte que demuestra cada día que no se trata de ser más fuerte, sino de ser más ágil. Que la habilidad es más determinante que la potencia. Que no se trata de correr más, sino de correr mejor. Que se trata, finalmente, de entender el juego
YouTube BUFF Academy
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Uno de los grandes tópicos del mundo del fútbol es ese que dice que “hoy en día el fútbol es cada vez más físico, ya no basta con tener calidad, hay que estar más preparado físicamente”. Se repite como un mantra y genera mucho debate.

En relación a esto, hace unos días causaron revuelo unas palabras de Bernardo Silva en Sky Sports. El jugador del Manchester City, uno de los mejores centrocampistas de la actualidad, dijo que “no voy al gimnasio, eso es para los que no saben jugar con los pies”. Sus palabras fueron acompañadas de unas risas que le quitaban solemnidad, pero no valor a su trasfondo.

¿Es necesario pasar horas y horas en el gimnasio para poder jugar bien al fútbol o logarlo pasa más bien por otro lado?

Su entrenador en el City, Pep Guardiola, declaró hace dos años y también en Sky Sports que “cuando puedes irte de dos o tres jugadores y poner la pelota en la escuadra, eso es calidad, no por ir al gimnasio. Mi deseo es que sean el talento y la habilidad los que dicten el futuro de nuestro fútbol, no que los entrenadores te digan que si quieres ser un mejor jugador tienes que ir al gimnasio y entonces jugarás”.    

Más que de correr, se trata de jugar

Gennaro Gattuso fue un jugador titular en el Milan durante muchos años y destacó sobre todo por su vigor físico, por ser incansable durante todo el partido y dar todo lo que tenía, que en cuanto a calidad era poco.

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Hace dos años, cuando era entrenador del Valencia, antes de un partido frente al Barcelona entrenado por Xavi sorprendió con unas palabras reveladoras sobre su época de jugador: “Mientras yo corría, Xavi jugaba”.

El fútbol es un deporte que demuestra cada día que no se trata de ser más fuerte, sino de ser más ágil. Que la habilidad es más determinante que la potencia. Que no se trata de correr más, sino de correr mejor. Que se trata, finalmente, de entender el juego.

Un ejemplo paradigmático de esto lo encontramos en el caso de Usain Bolt, uno de los grandes atletas de la historia, que intentó ser futbolista profesional e hizo pruebas en equipos de Sudáfrica, Alemania, Noruega y Australia. Incluso llegó a jugar algunos partidos amistosos, pero no destacó y no tuvo continuidad. Comprobó que para jugar al fútbol no basta con ser muy fuerte y correr muy rápido.

Uno de los preparadores físicos más prestigiosos de las últimas décadas en el mundo del fútbol es el argentino Fernando Signorini, con una amplia experiencia en varios países y en la que destaca haber sido preparador físico de Maradona y de la selección argentina.

Diego Maradona y Fernando Signorini — tycsports.com
Diego Maradona y Fernando Signorini — tycsports.com

Entre sus ideas difundidas desde hace años, está la de que “el término preparador físico es un reduccionismo. Sólo nos sirve para el atletismo, no para el fútbol. Un atleta tiene que entrenar la técnica para correr sin preocuparse por un defensor o por el control de la pelota. El fútbol es mucho más complejo y es por eso que el preparador de futbolistas tiene que entender que el jugador necesita otras herramientas”.

A ella suma un concepto clarificador: “Un gramo de tejido cerebral pesa más que 80 kilos de músculo. Me importa mucho menos el músculo que las neuronas”.

Llegaron los 80 con su pretendida modernidad y puesta en valor de lo físico y siguieron apareciendo jugadores que casi no sabían lo que era el gimnasio, como Zico, Platini o Butragueño, algo que se acentuó en los 90 con jugadores como Valderrama, Romario, Roberto Baggio, Raúl o Riquelme

Él y otros preparadores como Paco Seirulo (que fue durante muchos años el preparador físico del Barcelona) promulgaron que la preparación física de un futbolista debe hacerse esencialmente con la pelota, adaptada a su actividad, con acciones que tengan que ver con lo que el jugador se encontrará después en los partidos.

Es evidente que un jugador de fútbol debe estar bien preparado en todos los ámbitos, pero en relación a lo físico no se trata de hacer pesas y ganar músculo, pues eso no le hará jugar mejor, sino que se trata de que su preparación física se adecúe a lo que va a necesitar en el campo: ser más ágil y reaccionar con más eficacia a las acciones del juego.

Grandes jugadores que desmontaron y siguen desmontando el tópico

Eso de que “hoy en día el fútbol es más físico, ya no basta sólo con la calidad” se dice por los menos desde los años 60, como si fuera imposible estar bien preparado y hacer valer la calidad sin vivir en un gimnasio.

Aparecieron en aquella época jugadores que contradecían esa idea, como George Best o Luis Suárez.

Se seguía diciendo en los años 70 y surgieron jugadores como Cruyff o Ardiles.

Llegaron los 80 con su pretendida modernidad y puesta en valor de lo físico y siguieron apareciendo jugadores que casi no sabían lo que era el gimnasio, como Zico, Platini o Butragueño, algo que se acentuó en los 90 con jugadores como Valderrama, Romario, Roberto Baggio, Raúl o Riquelme.

Hoy en día, por suerte, seguimos disfrutando de jugadores como Bernardo Silva, Foden o Lamine Yamal, que destacan por su capacidad futbolística sin la necesidad de estar encerrados en un gimnasio

La entrada del siglo XXI dio una mayor preponderancia a lo tecnológico y en España se lamentaban de que había mala “condición física de base” en los jugadores nacionales, que hacían falta más jugadores grandes y musculosos. Entonces apareció la generación lírica de Xavi, Iniesta, Fábregas, Silva, Villa y Cazorla, a quienes se unieron Busquets, Pedro y Jordi Alba, para desmentir esa idea. Demostraron de forma muy contundente que el talento, la habilidad y saber jugar era lo más importante, y que ser ágiles y no estar llenos de músculos les daba un aporte diferencial con respecto a la mayoría.

Si les hubiesen intentado convertir en atletas, probablemente hubiesen sido jugadores mucho menos relevantes.

Hoy en día, por suerte, seguimos disfrutando de jugadores como Bernardo Silva, Foden o Lamine Yamal, que destacan por su capacidad futbolística sin la necesidad de estar encerrados en un gimnasio.

A pesar de todo, no tengan dudas de que dentro de unos años se seguirá recurriendo al tópico de que “hoy en día los jugadores tienen que estar más preparados físicamente, porque con tener calidad no basta”.

Habrá que seguir recordando entonces que en el fútbol el músculo más importante es el talento, al cual debemos seguir cuidando y alentando frente a la confusión que década tras década, como en un bucle, genera la modernidad.