El ejército de Israel utiliza palestinos como escudos humanos

Hemos querido titular de esta manera el editorial de hoy para ser uno de los pocos medios de comunicación en España y en el conjunto del mundo occidental que lleve esa afirmación —cierta y comprobada— al título de una pieza periodística.

Desde siempre, pero muy especialmente desde que diera comienzo la operación de exterminio del pueblo palestino en la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre de 2023, el conjunto del ecosistema mediático de los países de la OTAN y sus aliados no ha parado de repetir la propaganda oficial sionista. Aunque, todavía, Israel no haya proporcionado ni una sola prueba material al respecto, se nos ha bombardeado (valga justo aquí la metáfora) por tierra mar y aire con la supuesta utilización por parte de Hamás de civiles palestinos inocentes como "escudos humanos". De esta forma, se construye un relato mediático hegemónico que justifica el asesinato en clave de genocidio de más del 2% de la población de Gaza. El ejército de Israel es uno de los más avanzados del mundo, se nos dice. Y no solo eso. Además, es un ejército feminista (como publicaba hace poco La Vanguardia). El ejército de Israel solamente dispara sus balas, sus morteros, sus misiles y sus bombas contra los terroristas de Hamás, continúa la propaganda sionista. Si, en algún momento, han muerto inocentes, es o bien por error —algo rarísimo, porque el ejército israelí tiene un cuidado extremo— o bien porque los terroristas los estaban utilizando como "escudos humanos".

¿Los más de 15.000 niños asesinados? Escudos humanos. ¿Los más de 100 periodistas asesinados? Escudos humanos. ¿Los centenares de trabajadores de la ONU asesinados? Algunos directamente terroristas, la mayoría escudos humanos. ¿Las médicas y profesoras asesinadas? Escudos humanos. ¿Los trabajadores de ONG humanitarias asesinados? Escudos humanos. ¿Las seguramente mucho más de 37.000 personas asesinadas desde que empezó el genocidio —muchas más de 37.000 porque todavía quedan miles de cadáveres sin contabilizar debajo de los escombros—? Efectivamente: escudos humanos.

¿Pruebas? Ninguna. Pero, ¿es que no es suficiente con el carácter satánico de Hamás y con la presunción de veracidad de los portavoces del ejército de un país que tiene una trayectoria impecable en el cumplimiento de los derechos humanos? Cuando Israel dice que los palestinos utilizan a sus propios vecinos —incluyendo niños y niñas— como escudos humanos, esto es automáticamente cierto aunque no se aporte absolutamente ninguna prueba al respecto. Por eso, prácticamente todos los medios de comunicación del mundo occidental, incluyendo los españoles, han publicado sin contrastar que esto es así.

¿Pruebas? Ninguna. Pero, ¿es que no es suficiente con el carácter satánico de Hamás y con la presunción de veracidad de los portavoces del ejército de un país que tiene una trayectoria impecable en el cumplimiento de los derechos humanos?

Esos mismos medios, ante las imágenes propias de sociópatas genocidas en las cuales se ve cómo soldados israelíes han atado a un palestino herido al capó de un jeep, es decir, ante la prueba material de que Israel utiliza —ellos sí— a los palestinos como escudos humanos, han decidido proscribir por completo la utilización del término de sus titulares y de sus piezas. Hay que ir a un reportaje de Al Jazeera para encontrar el término "escudo humano" para referirse al hecho comprobado de que ese palestino estaba siendo utilizado como tal por Israel y también para poder ver como un periodista le pone nombres y apellidos y le da voz entrevistándolo. No es de extrañar que el gobierno de Netanyahu —el gobierno de la supuesta única democracia de Oriente Próximo— haya decidido cerrar Al Jazeera en Israel.

El ejército sionista está perpetrando, con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea, el peor genocidio del siglo XXI. El conjunto de la humanidad está asistiendo a uno de los horrores más pavorosos de las últimas décadas como es el exterminio sistemático, sangriento, deshumanizante, industrial y en clave de limpieza étnica de un pueblo entero. La única forma de que un crimen de lesa humanidad tan aberrante se pueda cometer con impunidad y a plena luz del día es que cuente con el apoyo cómplice también del poder mediático. En los libros de texto del futuro, la mayoría de los periódicos, las televisiones y las radios de los países más ricos del mundo figurarán entre los facilitadores de uno de los mayores genocidios de nuestro tiempo. Es duro decir esto, pero es la pura verdad y alguien tiene que decirlo.

En Canal Red y Diario.Red, somos perfectamente conscientes de que —todavía— no tenemos la fuerza como para romper esa narrativa criminal. Pero tenemos muy claro que vamos a utilizar toda la libertad que nos da el ser un proyecto mediático sostenido básicamente por las cuotas de sus socios y socias para no ponernos nunca del lado de los asesinos y para seguir escribiendo titulares que prácticamente nadie se atreve a escribir. Y también tenemos claro que vamos a hacer todo lo posible para tener cada vez más y más alcance, hasta que los medios de comunicación que nos oponemos al genocidio seamos más fuertes que los que lo apoyan o lo justifican.