Alemania, el gran perdedor de la guerra de Ucrania
Además de los ciudadanos ucranianos, en lo que se refiere al ámbito económico, el gran perdedor de la guerra entre Rusia y Ucrania está siendo Alemania. Así lo detalla un reportaje del periodista Diego Herranz en Diario Público, en el que retrata con precisión los problemas sociales, económicos y políticos que está sufriendo el país, derivados del fin de la energía barata rusa con que se alimentaba la otrora potente industria germánica.
Como consecuencia directa del fin de la energía barata de procedencia rusa, Alemania ha dejado de ser la locomotora económica de Europa y se ha convertido en el “enfermo económico” del mercado europeo. A su entrada en recesión en el último trimestre hay que sumarle la pérdida de fuelle de su capacidad exportadora.
“La ingeniería alemana, pues, pierde precisión”, subraya el periodista Diego Herranz, que apunta que las exportaciones germanas a China y su relación comercial privilegiada con Estados Unidos están perdiendo fuelle.
Varios economistas justifican una rápida reducción de los tipos de interés del Banco Central Europeo para ayudar a la economía alemana a hacer frente al coste de las materias primas y empujar su producción industrial.
Fruto de esta depresión social, política y económica, la principal reacción está siendo el auge del neonazismo, a través del partido Alternativa para Alemania, que se sitúa en las encuestas en el 20% de intención de voto y en los landers más orientales llega a alcanzar cotas del 30%.
Como en los años 30, la ultraderecha alemana ha encontrado la solución a todos los problemas económicos del país en la persecución y expulsión de la diferencia. En este caso, en la deportación masiva de inmigrantes.
