Amnistía Internacional denuncia la violencia israelí en Cisjordania

Amnistía Internacional publica una investigación que demuestra la violencia israelí en Cisjordania, el uso de fuerza letal ilegítima y el incumplimiento de los derechos humanos
HEBRON, Jan. 22, 2024  -- A building is demolished by Israeli forces in the West Bank city of Hebron, Jan. 21, 2024.
  Israeli Prime Minister Benjamin Netanyahu on Sunday rejected a proposal of a ceasefire deal reportedly being advanced by Qatar, the United States, and Egypt, while the Israeli army continued to pound the Palestinian enclave.
  Netanyahu rejected the key elements of the plan, including the prospect of establishing a Palestinian state. "I will not compromise on full Israeli security control of all territory west of the Jordan River," he said in a video address to the nation, referring to the West Bank, a territory Israel captured along with the Gaza Strip in the 1967 Middle East war.,Image: 839274055, License: Rights-managed, Restrictions: , Model Release: no, Credit line: Mamoun Wazwaz / Xinhua News / ContactoPhoto
Netanyahu rechaza un alto al fuego — Mamoun Wazwaz / Xinhua News / ContactoPhoto

Amnistía Internacional ha realizado una investigación durante los últimos cuatro meses en la que concluye que Israel ha utilizado fuerza letal ilegítima contra la población de la Cisjordania ocupada, teniendo registrados 20 homicidios de los cuales 7 eran menores de edad. Apoyándose en testimonios presenciales de los hechos, imágenes y videos, Amnistía Internacional declara que, durante 2023 fueron asesinados 507 ciudadanos de Cisjordania, de los cuales 81 eran menores. Esta cifra es aún más preocupante si se observa que desde el 7 de octubre hasta el 31 de diciembre de 2023, Israel asesinó a 299 personas, más del 50% del total en cuatro meses. Mientras que en lo que llevamos de 2024, a fecha de 29 de enero, han sido asesinados 61 cisjordanos, de los cuales 13 eran menores de edad.

La organización ha contrastado que Israel lleva muchos años aplicando un apartheid sistemático impidiendo la presencia de asistencia médica e incluso atacando a personas y personal paramédico que acudía en ayuda de heridos potencialmente mortales. De la misma manera, Israel utiliza fuerza letal ilegítima cuando la población cisjordana se moviliza y protesta en solidaridad con la población gazatí o celebra la puesta en libertad de presos. Ante esto, Amnistía Internacional señala que la gran mayoría de movilizaciones se realizan de manera pacífica y, aunque en alguna movilización si pueda haber lanzamientos de piedras a las fuerzas ocupantes israelís, el derecho internacional no legitima una respuesta de fuerza letal ante actos que no supongan riesgo para la vida como es el caso.

La oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU aproxima que el 54% de la población herida en Cisjordania se debe a operaciones de registro y detención, las cuales se caracterizan por el uso excesivo de la fuerza, cortes de suministros básicos y destrucción de caminos, tendidos eléctricos e infraestructuras de agua. Amnistía Internacional subraya que estas operaciones se han intensificado desde el 7 de octubre en Cisjordania, como la que se realizó en el campo de refugiados de Nour Shams con una duración de 30 horas el 19 de octubre. En esta operación causaron 13 fallecidos, de los cuales 6 eran menos de edad, y 15 detenidos.

Amnistía Internacional apunta que Israel es la fuerza ocupante, las acciones que se lleven a cabo por su parte deben estar sujetas al derecho internacional de los derechos humanos, al IV Convenio de Ginebra y al derecho sobre la ocupación. Deben respetar los derechos humanos, como es el respeto a la vida y la seguridad de la persona, la libertad de expresión y de reunión pacífica y a la asistencia médica. Hasta el presente, las autoridades israelís han demostrado impunidad, falta de voluntad para garantizar los derechos humanos y han ignorado peticiones de información sobre los cuatro casos investigados por Amnistía Internacional pero avisan, el homicidio intencional de personas protegidas y causar deliberadamente grandes sufrimientos o lesiones graves a personas protegidas son infracciones graves del IV Convenio de Ginebra y constituyen crímenes de guerra.


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