Biden pacta con Netanyahu que Israel continúe el genocidio con armas norteamericanas mientras aumenta la ayuda humanitaria
Tras el asesinato de siete cooperantes de la ONG del cocinero español José Andrés, nacionalizado norteamericano, algo ha cambiado en el relato de Estados Unidos. Biden ha aumentado la presión sobre Netanyahu para lograr un alto el fuego, aunque a la vez EE. UU. sigue vendiendo bombas al régimen sionista que caen sobre los territorios ocupados gazatíes, donde ya se superan los 33.000 asesinatos desde el 7 de octubre de 2023.
Israel ha accedido a abrir nuevas vías para que entre ayuda humanitaria ante una situación de riesgo de hambruna, sobre todo en la mitad norte de la Franja. Así, Netanyahu ha aceptado abrir el Puerto de Ashdod y el paso fronterizo de Erez.
A pesar de este aumento de la ayuda humanitaria, Estados Unidos sigue enviando armamento a su socio. Sin ir más lejos, la pasada semana se conoció que Estados Unidos había aprobado en secreto el envío de 2.000 bombas y 25 cazas para Israel. Esta misma semana se ha conocido también que la administración americana había aprobado enviar más bombas al Estado de Israel.
El relato de Estados Unidos, pero también el de la Unión Europea o del propio presidente español, contracta con la ausencia de sanciones o medidas reales contra el régimen sionista que lleve a Israel a una situación de bloqueo y castigo internacional que le obligue a detener el genocidio contra la Franja de Gaza. De momento, mientras las bombas siguen cayendo, sólo existe relato.
