Julissa Reynoso, embajadora de EE.UU. defiende a Israel a pesar de admitir que el número de muertos es injustificable

Entrevistada por elDiarioes, la diplomática ha defendido el sólido apoyo histórico de Estados Unidos a Israel, aunque ha enfatizado en que la responsabilidad de gestionar la guerra recae en Netanyahu
La Embajadora de EE UU en España, Julissa Reynoso, interviene durante la Conferencia CAF 'Unión Europea, América Latina y el Caribe: Una agenda conjunta para el desarrollo' en el Anfiteatro Gabriela Mistral en Casa América, a 13 de septiembre de 223, en Madrid (España). El banco de desarrollo de América Latina y el Caribe junto con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y Casa de América han organizado esta conferencia, que es, un encuentro anual que reúne a expertos y  líderes de opinión, provenientes de distintos sectores, para reflexionar sobre el estado de la relación transatlántica y abordar las oportunidades y retos futuros. Este año, la conferencia tiene como objetivo fomentar un debate estratégico en torno a la colaboración entre la Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe (ALC) en tres áreas fundamentales: transición verde, transformación digital y desarrollo humano.,Image: 804966110, License: Rights-managed, Restrictions: , Model Release: no, Pictured: JULISSA REYNOSO, Credit line: Jesús Hellín / Europa Press / ContactoPhoto
Julissa Reynoso en la Conferencia CAF — Jesús Hellín / Europa Press / ContactoPhoto

La que fue asesora de Joe Biden ha concedido una entrevista al medio de comunicación digital elDiario.es, en la que se han abordado principalmente las medidas y posición de Estados Unidos en el conflicto de Gaza y el que cada día parece más olvidado conflicto entre Ucrania y Rusia.

Reynoso, que antes de ser embajadora fue copresidenta del Consejo de Políticas de Género de la Casa Blanca, habló acerca del vínculo entre su país y España, describiendo que se caracteriza por una intensa relación bilateral basada en acuerdos de colaboración y valores compartidos, principalmente en materia de derechos humanos y la cooperación en seguridad y defensa.

Tras el estallido del conflicto en Gaza, el gobierno de Biden, teniendo en cuenta la alianza histórica que posee Estados Unidos con Israel, se ha posicionado a favor de éste y ha justificado los ataques contra Hamás, basando sus argumentos en el legítimo derecho a la defensa. Sin embargo, y por cumplir con estándares morales, hizo hincapié en que Israel debe cumplir con la ley internacional y garantizar la protección de los civiles, calificando el actual número de muertos como «completamente inaceptable».

Aunque reconoce que la forma de responder a los atentados que ha sufrido EEUU ha estado plagada de errores porque «se han perdido muchas vidas, tanto estadounidenses como de otros países», la embajadora explica — desde una posición un tanto victimista — que tras haber sido «víctimas de ataques terroristas» tras los atentados del 11-s, su país actúa en calidad de asesor y ofrece apoyo al gobierno israelí en calidad de aliados históricos.

Tras el retiro de financiación a la UNRWA y abriendo la posibilidad de reanudarla tras una investigación de clarifique lo sucedido, la embajadora afirma que se está aprovechando la posición de confianza y amistad con Israel para intentar fomentar un diálogo abierto entre ambos países que pueda poner fin de forma pacífica al conflicto.

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Como solución al conflicto — porque pedir un alto el fuego, facilitarlo o retirar el respaldo armamentístico no es una de ellas — explica que tras intensas conversaciones entre ambos mandatarios, tanto Israel como Estados Unidos comparten el objetivo de crear «dos Estados seguros, en los que los ciudadanos puedan determinar su futuro». Y es que, aunque en ningún momento se declaró explícitamente el reconocimiento de Palestina, esta propuesta supondría una vía diplomática para reconocer el estado palestino sin afectar las relaciones con Israel, reconociendo que para llegar al acuerdo es necesario contar con el consentimiento y voluntad de las partes, principal dificultad del asunto.