La Razón defiende los chistes de "mariquitas y gangosos" de Arévalo

El subdirector del periódico asegura que el humorista valenciano “no era facha” y que “esos chascarrillos eran simpáticos”
El director del periódico La Razón, Francisco Marhuenda, durante los premios ‘A tu Salud’, en la redacción central de ‘La Razón’, a 20 de junio de 2023, en Madrid (España). Los premios son celebrados anualmente por el suplemento dominical ‘A tu Salud’ del diario ‘La Razón’. Durante el evento se reconoce la innovación y el esfuerzo investigador en los campos de la salud, la medicina, la investigación o la alimentación y la calidad de vida. ‘A tu salud’ celebró el pasado mes de marzo los 50 galardones recibidos en sus 20 años de trayectoria. (A. Pérez Meca / Europa Press),Image: 784446370, License: Rights-managed, Restrictions: , Model Release: no, Pictured: FRANCISCO MARHUENDA, Credit line: Europa Press / Europa Press / ContactoPhoto
Francisco Marhuenda, director de La Razón - Europa Press

Pedro Narváez, subdirector de La Razón, ha escrito una columna titulada ‘Los chistes de mariquitas de Arévalo’ para defender al humorista valenciano recientemente fallecido y que se hizo famoso por contar chistes de gangosos y mariquitas. 

En su defensa, Narváez asegura que Arévalo “no era facha, como sentenciaron algunos”, ya que en la época en la que los contaba “esos chascarrillos eran simpáticos”. 

Para justificar los chistes del humorista fallecido, Narváez se remonta a la Esmeralda de Sevilla, una popular transformista sevillana fallecida en 2021 que hacía espectáculos de transformismo en una caseta de la Feria de Abril en compañía de otras mujeres trans andaluzas.

“La Esmeralda de Sevilla también contaba chistes de mariquitas”, dice el subdirector de La Razón, que admite que “también yo”. Pedro Narváez critica que en la capital andaluza se pidiera una calle para la Esmeralda de Sevilla mientras que Arévalo, “que contaba chistes de mariquitas más blancos”, se ha quedado con la impronta de “casposo”.

En un alarde de transfobia, el subdirector del periódico concluye su columna: “Y es que, igual se me va la cabeza, está muy bien ser hombre y vestirte de mujer, pero no ser blanco y pintarte la cara de negro para hacer de rey Baltasar. No sé si me explico”. 

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