Periodista, más de una década en digitales progresistas y conservadores me ayudó a ver la merma de calidad informativa y, sobre todo, de condiciones laborales que recorre las redacciones españolas. Ahora dedicado a labores comunicativas y temporalmente afincado en la frontera entre Palermo y Recoleta, este humilde servidor contempla el imparable declive occidental desde el hemisferio sur.