“La situación actual es alarmantemente negativa para el alumnado LGTBI+”, según un estudio de la Federación Estatal LGTBI+
La generación Z, especialmente expuesta a los discursos de odio en redes, se queda atrás respecto del ritmo de la sociedad en materia de diversidad sexual
En el informe denominado “Estado del odio: Estado LGTBI+ 2024”, a partir de datos de la agencia 40db, la FELGTBI+ analiza el estado del colectivo en el ámbito de las aulas y sugiere, ante la negatividad de los resultados en la generación Z a pesar al crecimiento de demandas de igualdad social, que se tomen medidas acordes a la gravedad del problema a nivel de sistema educativo.
De los jóvenes de 18 a 24 años, en torno a un 20-25% se identificaron como LGTBI+ en la ESO, Bachillerato y FP, esto es, aproximadamente 800.000 personas. En este grupo de edad, lo más común es salir del armario durante la secundaria (41,4%), mucho antes que en los grupos restantes, en los que la etapa de estudios superiores es la primera opción (por ejemplo, en el grupo de 25 a 34 años, la enseñanza universitaria aglutina el 38,5% de los casos). Más concretamente, el porcentaje de personas que salen del armario disminuyen de manera notoria a medida que aumenta la edad: entre los más jóvenes, tan solo el 8,6% oculta su identidad u orientación sexual, mientras que las personas a partir de los 45 años se cohíben en mayor medida (un 38,7% en el grupo de 45 a 54 años y casi la mitad en los cohortes de más de 55 años). Lo evidente es que los jóvenes salen más del armario que sus precedentes.
Dentro del sistema educativo, las personas cis gays son el conjunto que mayor nivel formativo alcanza con un 58,2% titulados superiores, seguidos de las personas bisexuales (40,8%); por el contrario, aproximadamente un 47% de las personas trans manifiesta tener tan solo el título de educación secundaria, hecho que contrasta considerablemente con el resto del colectivo.
El estudio asevera, asimismo, que el porcentaje de abandono escolar temprano en jóvenes LGTBI+ de 18 a 24 años es superior al de la totalidad de la población en España (18,9% frente a un 13,6%).
En cuanto a la incidencia de los actos de odio en el ámbito escolar, un 22,8% de las personas LGTBI+ asegura haber sido víctima de dichos actos durante su formación académica, mientras que un 41% de ellas afirma haberlos presenciado. A nivel de grupos de edad, el de 18 a 24 años se sitúa por encima de la media de la totalidad del colectivo en ambos casos: aproximadamente la mitad de los más jóvenes dice haber sido testigo de bullying LGTBIfóbico (49,5%), por un lado, y un 24,9% de ellos lo ha sufrido, por otro; en sendas situaciones, el grupo de 25-34 años le sigue de cerca.
Adicionalmente, la etapa educativa en que prolifera en gran medida la discriminación hacia personas LGTBI+ es la ESO (14,5% de víctimas en el primer ciclo y un 16,13% en el segundo), descendiendo drásticamente en la universidad (1,63%).
En lo referente a las actitudes contra la diversidad sexual, ha disminuido sensiblemente el porcentaje de jóvenes sin prejuicios entre 2019 y 2022 (de un 48% a un 29%) y, en general, han aumentado los prejuicios —especial atención a las categorías “algo prejuicioso”, con un incremento de un 11,4%, y “bastante prejuicioso”, cuyo porcentaje se multiplica por tres—.
Para ilustrar el aumento actual del rechazo a la diversidad sexual por parte de hombres heterosexuales jóvenes, el Barómetro de El País de julio de 2024 refleja que, ante la afirmación “Me incomoda ver a una pareja homosexual”, un 27% de los hombres de la generación Z responden que “mucho” o “bastante”, triplicando el porcentaje de las mujeres de su misma edad y del resto de generaciones y más que en cualquier otra generación de hombres. Esto puede deberse a una exposición elevada de los más jóvenes a la difusión de mensajes discriminatorios en redes sociales, hecho que conduce su radicalización y menor tolerancia ante la diversidad.
También influye en la cuestión la respuesta de los centros educativos ante las situaciones de discriminación: no solo el centro se abstiene de actuar en más de la mitad de los casos de jóvenes de 18 a 24 años, sino que solo aplica un correctivo al agresor en un 17,4% de ellos y en el 21,7% restante incluye a la víctima en el castigo; por lo tanto, el progreso ha sido mínimo en comparación con otras generaciones porque ahora se castiga más a la víctima —ya sea de manera individual o junto al agresor—.
En consecuencia, y pese al aumento del alumnado abiertamente LGTBI+ y a la salida del armario más temprana en la actualidad, la FELGTBI+ considera esencial tanto la formación integral en diversidad sexual y la actuación efectiva contra los actos de odio en los centros educativos como la implantación de medidas de mayor calado en la generalidad del sistema educativo español.
